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La evolución táctica en el fútbol mexicano: del 4-4-2 a los esquemas modernos que dominan la Liga MX

El fútbol mexicano ha experimentado una significativa evolución táctica, pasando del clásico sistema 4-4-2 a formaciones más dinámicas y flexibles

Un partido de fútbol desde una vista aérea
ntiguamente, el 4-4-2 era el esquema dominante, pero la llegada de entrenadores extranjeros trajo consigo nuevas ideas, como el revolucionario 5-3-2 ntiguamente, el 4-4-2 era el esquema dominante, pero la llegada de entrenadores extranjeros trajo consigo nuevas ideas, como el revolucionario 5-3-2 (La Crónica de Hoy)

El fútbol mexicano ha recorrido un largo camino en términos tácticos. Lo que antes era un juego más estático, basado en sistemas tradicionales, ha dado paso a una liga donde la creatividad y la flexibilidad son la norma. Desde que llegaron los entrenadores extranjeros con nuevas ideas, hasta la adopción de estrategias que vemos hoy en Europa, la Liga MX se ha transformado en un espacio donde la táctica evoluciona cada temporada. Veamos cómo hemos pasado de los días del clásico 4-4-2 a las formaciones dinámicas que marcarán la Liga MX 2024.

Hace unos años, el 4-4-2 dominaba el fútbol mexicano. Equipos como América y Chivas confiaban en este sistema sólido, que dividía el campo en dos líneas bien definidas de defensores y mediocampistas, con dos delanteros listos para cazar cualquier oportunidad. El objetivo era simple: defender con orden y atacar con verticalidad. En aquellos días, los volantes de contención eran los verdaderos jefes del medio campo. Figuras como Tomás Boy y Alberto García Aspe brillaban en ese rol, cortando el juego rival y lanzando balones largos para los delanteros.

Uno de los ejemplos más recordados de esta táctica fue el América campeón de 1988-1989, dirigido por Jorge Vieira, que utilizaba el 4-4-2 de manera impecable. Este equipo destacaba por su orden defensivo y transiciones rápidas. En la final de vuelta contra Cruz Azul, el América defendió con solidez y aprovechó la verticalidad de su ataque para ganar el campeonato 5-4 en el global. Aunque esta formación fue clave para el éxito en su momento, también empezó a mostrar sus limitaciones con el paso del tiempo.

Con la llegada de entrenadores extranjeros, las cosas empezaron a cambiar. Poco a poco, el fútbol mexicano fue abrazando nuevos esquemas. Uno de los más importantes fue el famoso 5-3-2 de Ricardo La Volpe, que muchos consideraron revolucionario en su momento. Este sistema, que se transformaba en un 3-5-2 cuando el equipo atacaba, daba más protagonismo a los laterales, convirtiéndolos en jugadores clave tanto en defensa como en ataque.

Un ejemplo icónico de esta táctica fue la participación de México en el Mundial 2006 bajo la dirección de La Volpe. En el partido contra Argentina, el 5-3-2 fue fundamental para contener a la poderosa ofensiva albiceleste. Aunque México terminó perdiendo en tiempo extra, el planteamiento táctico logró neutralizar a un equipo superior y fue ampliamente elogiado por su solidez y capacidad para competir al más alto nivel.

El "lavolpismo" marcó una era en la Liga MX. Equipos como Atlas y Toluca comenzaron a jugar con más variantes tácticas, sorprendiendo a rivales que aún se aferraban al 4-4-2. La estrategia no era solo defender y esperar, sino controlar el juego desde la salida con los defensores. La flexibilidad se convirtió en la clave, y la idea de jugar con esquemas fijos comenzó a desaparecer.

Hoy, los equipos más competitivos de la Liga MX 2024 han adoptado estilos de juego mucho más cercanos a lo que se ve en las ligas europeas. El 4-3-3 se ha convertido en el sistema favorito de entrenadores como Miguel Herrera y Diego Alonso. ¿Por qué? Porque permite una mayor ocupación de espacios, equilibrio entre defensa y ataque, y más opciones en la construcción de juego.

Un ejemplo perfecto de este esquema fue la actuación de Tigres en la final del Apertura 2017, donde enfrentaron a Monterrey. Ricardo Ferretti, con su 4-3-3, logró dominar el medio campo y aprovechar la velocidad de sus extremos para generar peligro constante. Tigres terminó ganando 3-2 en el global, con un planteamiento táctico que maximizó las fortalezas de su equipo y neutralizó a su rival, que utilizaba un 4-2-3-1.

Uno de los cambios más notables en los últimos años ha sido la implementación de la presión alta. Equipos como León y América han perfeccionado este estilo, donde buscan recuperar el balón lo más cerca posible del área rival. Este enfoque, inspirado en el fútbol europeo, obliga a los equipos a tener un plan claro para salir desde el fondo con precisión.

La presión alta no es solo una cuestión de correr y recuperar. Implica una coordinación perfecta entre todas las líneas del equipo. Cualquier error, y el rival puede aprovechar para lanzar un contraataque peligroso. Sin embargo, cuando funciona bien, la presión alta puede ser letal, desestabilizando por completo a la defensa rival. Un gran ejemplo fue el León de Ignacio Ambriz en el Clausura 2020, donde su presión constante los llevó a dominar el torneo y eventualmente coronarse campeones con una táctica que ahogaba al rival.

La Liga MX 2024 promete seguir evolucionando tácticamente. Los equipos que logren ser más flexibles y adaptables tendrán más probabilidades de éxito. La guía sobre la Liga MX nos muestra que la temporada será un constante ajuste, con entrenadores cambiando de esquema según el rival o el momento del partido. Los sistemas fijos son cosa del pasado, y el futuro pertenece a quienes sepan mezclar solidez defensiva con creatividad ofensiva.

Ya sea que veamos más presión alta, transiciones rápidas, o nuevas variantes de sistemas europeos, lo que es seguro es que la táctica seguirá marcando la diferencia. Los entrenadores en México no solo buscan adaptarse a lo que funciona en otras ligas, sino que también están construyendo su propio camino hacia el éxito.

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