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Deloitte, una de las firmas de consultoría y servicios profesionales más grandes del mundo reveló los resultados la edición 2024 de su encuesta global sobre Millennials y la Generación Z en la que incluyo a más de 22,800 jóvenes de 44 países, incluyendo México, Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, Alemania e India. Los resultados permiten analizar las percepciones, preocupaciones y aspiraciones de los jóvenes en el mundo laboral y en plena era de la inteligencia artificial (IA). Aunque estas generaciones reconocen el potencial transformador de la IA en sus carreras, también expresan preocupaciones sobre su impacto en la estabilidad laboral y la seguridad financiera.
¿Quiénes son los Millennials y la Generación Z?
Los Millennials, también conocidos como Generación Y, incluyen a las personas nacidas entre 1981 y 1996, mientras que la Generación Z comprende a aquellos nacidos entre 1997 y 2012. Estas generaciones han crecido en un mundo altamente digitalizado y han experimentado cambios significativos en la forma en que trabajan y se relacionan con la tecnología.
Optimismo y escepticismo sobre la IA
Uno de los principales hallazgos del estudio indica que el 52% de los encuestados cree que la IA traerá nuevas oportunidades de empleo y mejorará la eficiencia en el trabajo. Sin embargo, el 46% teme que la automatización y la inteligencia artificial puedan reemplazar empleos humanos, especialmente en áreas como la atención al cliente, la manufactura y ciertas tareas administrativas.
Bienestar y equilibrio entre vida y trabajo El estudio también destacó que tanto Millennials como la Generación Z priorizan el bienestar y el balance entre su vida laboral y personal. Más del 60% de los participantes expresó su deseo de horarios de trabajo más flexibles y la posibilidad de teletrabajo, lo que consideran fundamental para su satisfacción laboral.
Preocupaciones económicas y seguridad laboral
A pesar del optimismo hacia la transformación digital, el 70% de los jóvenes encuestados manifestó preocupaciones sobre el costo de vida y la seguridad laboral. En muchos casos, la IA se percibe como una herramienta que puede aumentar la productividad, pero que también podría generar desigualdades si no se implementan políticas adecuadas para garantizar la estabilidad laboral.
Estudios realizados en México complementan estos hallazgos. Un estudio de CYPHER Learning en octubre de 2024 revela que el 88% de los mexicanos ve la IA como una aliada, destacando que más del 90% disfruta aprender sobre nuevas tecnologías y que el 78% considera que la IA les permite enfocarse en trabajos de mayor valor.
Sin embargo, investigaciones de la Universidad de Guanajuato muestran que los jóvenes de la Generación Z también son conscientes de los riesgos y desafíos, adoptando la IA de manera proactiva pero con reservas sobre su impacto a largo plazo en los empleos tradicionales.
Habilidades y preparación para el futuro
Un aspecto clave identificado en la encuesta es la necesidad de adquirir nuevas habilidades para adaptarse a la era digital. El 68% de los encuestados considera que su educación formal no los ha preparado completamente para un entorno laboral cada vez más automatizado. En este sentido, la formación en tecnología y habilidades digitales es vista como una inversión crucial para el futuro profesional.
El papel de las empresas y los gobiernos
Los jóvenes también esperan que las empresas y los gobiernos desempeñen un papel activo en la transición hacia un mundo laboral impulsado por la IA. El 55% de los encuestados cree que las organizaciones deben ofrecer más capacitación en tecnología, mientras que el 62% considera que los gobiernos deberían establecer regulaciones claras para evitar que la automatización genere una crisis de empleo.
La inteligencia artificial está redefiniendo el futuro del trabajo y las expectativas de los jóvenes profesionales. Si bien hay entusiasmo por las oportunidades que la tecnología puede ofrecer, persisten preocupaciones sobre la estabilidad laboral y la preparación para los desafíos que vienen. La clave, según los encuestados, será la inversión en educación, la implementación de políticas laborales justas y la adaptación de las empresas a un entorno cada vez más digitalizado.