
Cada 22 de marzo, el mundo conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha establecida por las Naciones Unidas en 1993 para destacar la relevancia de este recurso vital y promover su gestión sostenible. Este año, la celebración se centra en la necesidad urgente de abordar la crisis mundial del agua, enfatizando la importancia de garantizar el acceso universal al agua potable y al saneamiento.
La situación del agua en México
México enfrenta desafíos significativos en materia hídrica. Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la disponibilidad promedio anual per cápita de agua en el país ha disminuido drásticamente, pasando de 10 mil metros cúbicos en 1960 a 4 mil en 2012, y se estima que para 2030 descenderá por debajo de los 3 mil m³ por habitante al año.
El consumo de agua en México está dominado por el sector agropecuario, que utiliza aproximadamente el 76% del total concesionado, principalmente para riego de cultivos y ganadería. Le sigue el abastecimiento público con el 15%, la industria autoabastecida con el 5% y las centrales termoeléctricas con el 4%.
Además, existen disparidades significativas en el acceso a servicios de agua potable. Más de un millón de hogares en zonas urbanas carecen de acceso a agua entubada en sus viviendas o terrenos, lo que refleja desigualdades en la infraestructura hídrica del país
Consumo de agua por entidad federativa
El consumo de agua varía notablemente entre las entidades federativas. Sinaloa se posiciona como el mayor consumidor, utilizando el 10.6% del total nacional en 2020, equivalente a más de 9,000 millones de metros cúbicos, con el sector agropecuario representando el 93% de este consumo. Le siguen Sonora con el 8%, Veracruz con el 6.7%, Michoacán con el 6.3%, Chihuahua con el 6%, Jalisco con el 5.6% y Guerrero con el 5%.
Desafíos en la gestión del agua
Uno de los principales retos es la sobreexplotación de los acuíferos. En 2018, el 18% de los acuíferos subterráneos estaban sobreexplotados, afectando el abasto humano y las actividades agropecuarias e industriales. Además, el 5% de los acuíferos presentaba problemas de salinización del suelo y el 3% enfrentaba intrusión marina, deteriorando la calidad del agua disponible.
La infraestructura hídrica también enfrenta desafíos significativos. Se estima que el 57% del agua destinada al sector agropecuario se pierde por evaporación y por una infraestructura de riego ineficiente o en mal estado. En áreas urbanas, como la Ciudad de México y su área metropolitana, las fugas en la red hidráulica provocan pérdidas de hasta el 38% del agua suministrada.
Iniciativas para la sostenibilidad hídrica
En respuesta a estos desafíos, el gobierno mexicano y el sector privado han lanzado el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad. Este acuerdo busca garantizar el acceso al agua potable para todos los ciudadanos, implementando medidas como el reordenamiento de concesiones y la eficiencia del riego agrícola. Proyectos estratégicos se centran en áreas de mayor necesidad y en la restauración de ríos importantes. El Plan Integral para el Riego Agrícola, con una inversión de 9 mil millones de pesos, incluye la tecnificación de riego que se espera cubra 200 mil hectáreas.
El Día Mundial del Agua nos recuerda la importancia de gestionar de manera sostenible este recurso esencial. En México, los desafíos son numerosos y requieren la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Es fundamental implementar políticas públicas efectivas, invertir en infraestructura eficiente y promover una cultura de uso responsable del agua para garantizar su disponibilidad para las generaciones presentes y futuras.