
Mayo de 2005 es el mes en el que Cintra pondrá a la venta a Aeroméxico y Mexicana de Aviación y a la nueva aerolínea que resulte de la fusión de Aerocaribe y Aerolitoral.
Ambas aerolíneas serán vendidas simultáneamente, y no afectará un proceso a otro en virtud de que atenderán a distintos mercados, el nacional y el internacional.
Aeroméxico y Mexicana de Aviación servirán al mercado internacional y la nueva entidad aérea atenderá al mercado nacional.
La idea del presidente de Cintra, Rogelio Gasca Neri es muy clara: Aeroméxico y Mexicana de Aviación continuarán operando como una aerolínea tradicional. La nueva aerolínea, que podría llamarse Aeronacional, será una empresa regional y de bajos costos.
El esquema de competencia presentado por Cintra a la Comisión Federal de Competencia que preside Eduardo Pérez Motta, es consecuencia del desarrollo que está teniendo la industria aérea en el mercado internacional. En Estados Unidos y Europa, la competencia entre las líneas aéreas está marcada por el perfil de las empresas: las troncales o tradicionales y las más modernas y de bajos costos.
Las primeras están perdiendo la batalla frente a las segundas.
En ese contexto —desde el punto de vista de algunos expertos— Aeronacional, o como finalmente se denomine a la nueva empresa que resulte de la fusión de Aerocaribe y Aerolitoral, podría ser la joya de la corona. Es decir, la nueva empresa podría ser la novia más atractiva para los inversionistas.
Aeroméxico y Mexicana de Aviación, en cambio, operan con estructuras tradicionales de elevados costos. Aeroméxico y Mexicana de Aviación serán puestas a la venta de manera conjunta, pero sin ser fusionadas.
Es decir, la fusión de esas empresas, en todo caso le corresponderá realizarla a los inversionistas que la compren.
Los expertos estiman que el proceso de fusión tendrá importantes costos que se sumarán a la estructura de elevados costos que arrastran ambas compañías.
Ello a pesar de que los directivos de Aeroméxico y Mexicana, Fernando Flores y Emilio Romano, respectivamente, han realizado intensos esfuerzos por reducir los costos operativos y encontrar la mayor cantidad de sinergias posibles entre ambas, sin violar la Ley Federal de Competencia. Aeroméxico y Mexicana de Aviación tienen a su favor la atención del mercado internacional.
Con el reloj en contra, Cintra está trabajando a marchas forzadas.
Sus esfuerzos se basan en varios frentes: el jurídico, que atiende la parte que corresponde a la tenencia accionaria de las empresas.
El técnico, que analiza la segmentación de los mercados que habrán de atender las dos aerolíneas competidoras.
Y el que analiza las distintas opciones para cumplir con el esquema que se le propuso a la Comisión Antimonopolios.
Además de que hay dos equipos de trabajo, uno en Estados Unidos y otro en México que realiza estudios de mercado para definir el nombre que tendrá la nueva aerolínea.
Para el frente jurídico, Cintra contrató al despacho internacional de abogados White and Case y su representante en México, Vicente Corta —quien fuera el secretario ejecutivo del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB)— es el responsable de la estructuración accionaria de las compañías.
Como se sabe, Cintra es la controladora de Aeroméxico, Mexicana de Aviación, Aerolitoral y Aerocaribe, entre otros activos.
Al despacho de abogados le toca realizar todos los movimientos legales necesarios para la división accionaria tanto como la creación de la nueva empresa.
En el técnico trabajan dos personas muy allegadas a Rogelio Gasca Neri: Antonio Noyola —hermano de Pedro Noyola— y Raúl Flores. Entre ambos trabajan en la segmentación de las rutas que operarán por una parte Aeroméxico y Mexicana de Aviación y por la otra la nueva aerolínea, constituída por Aerocaribe y Aerolitoral.
La propuesta expresa de Cintra, a la Comisión Antimonopolios es en el sentido de que las dos unidades económicas contarán con un equilibrio en la división de las rutas para que la competencia se de efectivamente en el mercado nacional.
El interés prioritario de la Comisión Federal de Competencia es que los usuarios de las empresas aéreas en México se beneficien con la competencia que redunde en precios más bajos para los consumidores.
Por cuanto a los dos equipos que analizan el nombre con el que se bautizará a la nueva aerolínea, lo que pretenden es encontrar una denominación que sea representativa del país. Hay una veintena de nombres que se están analizando.
Por lo pronto, el simple anuncio de la reestructuración de Cintra y la opinión favorable de la Comisión Antimonopolios ha tenido un efecto muy positivo en el precio de las acciones de la controladora.
Del día en que se anunció a la fecha, han aumentado en más del 100 por ciento. El efecto es que Cintra, o mejor debía decirse, las aerolíneas que integran Cintra, se están revalorando, ante su inminente venta. Al tiempo.
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