Opinión

Una visión sobre el (segundo) debate

El pasado 10 de abril publiqué en este mismo espacio una opinión sobre aquello que consideré como lo más relevante del primer debate entre las candidatas y el candidato presidencial. En concordancia con aquella entrega y como lo haré el próximo 22 de mayo con el último de ellos, comparto con las y los lectores de Crónica lo que, desde un análisis del desempeño de las y el debatiente, pero también a partir de las opiniones de decenas de analistas, comunicadores, actores políticos y ciudadanos en general, mi visión sobre los principales saldos que nos deja este ejercicio democrático y deliberativo.

Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum en el debate presidencial

Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum en el debate presidencial

Cuartoscuro

Como lo señalé el 10 de abril, al final de la elección Movimiento Ciudadano terminará en el tercer lugar de las preferencias electorales frente a las dos grandes coaliciones. Sin embargo, parece quedar cada vez más claro que el juego de este partido es, por un lado, colocar en el imaginario del electorado la idea de que la única opción distinta a lo que ha sido el manejo del poder en México son ellos y, por el otro, comenzar a preparar la elección de 2030. Sin una sonrisa tan forzada como la del debate anterior, aunque sí con un gesto que más que alegría mostraba nerviosismo, Jorge Álvarez Máynez tuvo un mejor desempeño que hace tres semanas. La estrategia del candidato parecía estar centrada en ponderar como los mejores gobiernos a los emanados de su partido, apostar por el voto más joven y, desde ahora, colocarse como la principal opción de quienes, siendo adolescentes y no votarán, sí lo harán en 2027. Movimiento Ciudadano apuesta por fortalecer su voto regional y por convertirse en parte de la narrativa futura.

Mucho más suelta y relajada que la ocasión anterior, Xóchitl mostró un perfil más centrado en el ataque a su oponente, que en la presentación de propuestas. Era natural esperar mayor agresividad de su parte dado que, en este momento, ninguna casa encuestadora la da como ganadora, aunque hay quienes señalan que, día a día, la diferencia se cierra y las posibilidades de un triunfo de la oposición crecen. No estoy tan seguro de estos análisis ni de que, efectivamente, hoy Xóchitl Gálvez tenga grandes oportunidades de hacerse con el triunfo. Sin embargo, tampoco se puede negar que, si bien no hubo un golpe discursivo suficientemente contundente que pudiera modificar drásticamente las tendencias en las preferencias electorales, la candidata opositora sí tuvo un mejor desempeño que en la anterior ocasión y hoy la narrativa mayoritaria de los analistas la dan como vencedora. Los ataques propinados a su adversaria le permiten tomar una bocanada de aire y la mantienen viva de cara a la elección.

Por momentos pulcra en sus explicaciones técnicas, por momentos descolocada ante señalamientos por presuntos actos de corrupción cometidos por su círculo más cercano, por momentos sobrada de ademanes que pretendían minimizar o descalificar las acusaciones que se le realizaban, Claudia Sheinbaum sobrevivió sin haber tenido una actuación que pudiera calificarse como brillante. Por fortuna para ella, su adversaria no fue lo suficientemente incisiva en algunos ataques, como los de su pasado familiar o la actitud que asumirá frente a presuntos actos de corrupción cometidos durante el actual gobierno. La morenista salió avante gracias a que no se resbaló y a que no requería hacer nada espectacular que llevara a la lona a sus oponentes. En distintos momentos, dejó más que claro que su proyecto es el de continuar y profundizar lo que, para bien o para mal, ha hecho el actual gobierno, al cual calificó, en distintos momentos y por diversas razones, como el mejor de la historia de México. Imagino que esto habrá dejado un mejor sabor de boca en Palacio Nacional frente a lo sucedido durante el anterior debate.

El último debate presidencial se llevará a cabo el domingo 19 de mayo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco y tendrá como temas 1) Política social, 2) Inseguridad y crimen organizado, 3) Migración y política exterior y 4) Democracia, pluralismo y división de poderes. Los temas se acomodan mejor para la candidata y el candidato opositor, pues se trata de aspectos sensibles que generan controversia por la manera en la que el actual gobierno los ha atendido. Veremos qué tanto los aprovechan y de qué manera la candidata oficial logra darles la vuelta. Por ahora, seguimos sin nada definido.

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Profesor y titular de la DGACO, UNAM

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com