Opinión

Isuzu una empresa disruptiva en México

En estos tiempos vemos llegar muchas empresas de movilidad con la intención de mostrarse como innovadores y disruptivas; sin embargo, muy pocas lo logran como lo hizo Isuzu, que actualmente dirige Takashi Ichinose. Hace 18 años llegaron a México con una estructura de camión chato – cab over-, que ha transformado y revolucionado el concepto de lo que es un camión para ciudad, de lo que hoy se llama la última milla. Recuerdo que hubo un gran revuelo y una llamada “contra porra”, que se dedicaron a satanizar y generar el miedo entre transportistas, asegurando que en un choque frontal se quedaría los ocupantes sin piernas.

En aquella época muchos transportistas tradicionales rechazaron la idea de un camión chato, pero el trabajo tenaz de convencimiento y esfuerzo diario echó abajo el mito de los peligros de cab over y se fue esfumando, a tal grado que hoy vemos, que todas las marcas camioneras tienen ya un vehículo chato, incluidas aquellas que fomentaron el terrorismo de tan singular configuración.

Isuzu no se contentó con traer unos cuantos modelos y versiones, sino que se fue a fondo cubriendo segmentos que estaban desatendidos y desplegaron una gran familia, desde un ELF 100 de última milla para carga dentro de ciudades de 1.5 toneladas, hasta el Forward 1400, que transporta 12 toneladas. Los cab over triunfaron, luego de mostrar una y otra vez que eran camiones seguros, pero además muy adecuados a las grandes urbes, para reparto aún en condiciones extremas, como pendientes de hasta 30 grados, que hay por ejemplo en Taxco.

Además, Isuzu demostró no solo que la estructura de chatos era más seguras, aún en colisiones extremas, sino también llegó con una mayor eficiencia en consumo de combustible, ágil, y con motor diesel de 4 y 6 cilindros, más eficientes que los de gasolina de ocho cilindros. Fue un cambio que transformó la cultura de la manera de transportar mercancías.

Bajo el esquema CKD Isuzu ha ensamblado más de 9 mil unidades en los 14 años que tiene de operaciones su planta en San Martín Obispo, bajó un sistema que pueden fabricar hasta 6 modelos a la vez.

CASTIGO.- De acuerdo Ramsé Gutiérrez, co-Director de Inversiones en Franklin Templeton durante 2024 los ahorradores e inversionistas vivirán una pesadilla fiscal. La primera consiste en el ajuste al impuesto de 2023, que equivale a 2.3% aproximadamente y se calcula como el 35% de los intereses reales recibidos durante el presente año. Este será el mayor ajuste desde que se empezaron a gravar los intereses reales en 2003 y se pagará en la declaración anual 2024 sobre el ejercicio fiscal de 2023.

La segunda parte radica en el impuesto provisional a pagar durante 2024, la cual será de 1.48%, que es la segunda tasa más alta desde 2003. Si sumamos ambos impuestos, tenemos una tasa aproximada de 3.7%. Así, si asumimos una aritmética aproximada en lugar de recibir tasas de 9.5%, esta quedará reducida a 5.8%, una historia muy distinta a la de este año en el que se recibió cerca del 11%. Lo mismo aplica a operaciones de reporto, Cetes o cualquier instrumento que pague intereses.

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