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Astrónomos y la Tierra, a la espera de la explosión de una nova

El estallido de la nova T Coronae Borealis (T CrB) podría ocurrir algún momento de lo que resta de este 2024

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La explosión de una nova recurrente como T CrB es un fenómeno astronómico único.

La explosión de una nova recurrente como T CrB es un fenómeno astronómico único.

Foto: NASA/Diseño Bárbara Castrejón

A unos 2600 años luz de la Tierra, en la constelación de la Corona Boreal, se ha estado cocinando desde hace unos meses un fenómeno astronómico único que tiene a los astrónomos y aficionados a la expectativa: el estallido de la nova T Coronae Borealis (T CrB), que podría ocurrir entre el mes de septiembre y hasta finales de este 2024.

No hay una fecha exacta, pero según las observaciones más recientes y la misma historia de vida de este sistema de estrellas, los especialistas esperan que pronto ocurrirá. Por el momento, este espectáculo astronómico único es monitoreado por distintos observatorios del mundo y aficionados a la astronomía. Incluso la NASA anunció que la aparición de esta nova podrá ser visible desde la Tierra a simple vista.

¿Pero qué es lo que está pasando en ese rincón del Universo? El fenómeno es resultado del ciclo de vida de las estrellas.

T CrB es lo que se conoce como un sistema binario. Es decir, compuesto por dos estrellas muy cercanas una de la otra y justo por esta misma cercanía una de ellas despoja de su material a la otra.

Este sistema binario está integrado por una estrella que se encuentra en las últimas etapas de su vida (gigante roja) y poco a poco va cediendo su material a una enana blanca (estrella que agotó todo su hidrógeno y sólo quedó un núcleo muy compacto).

La enana blanca absorbe el material de la gigante roja y empieza a llenar su atmósfera con esos elementos.

Una vez que la enana blanca acumuló mucho material, éste se calienta y explota. El estallido es lo que observaremos en el firmamento como una nova (nueva estrella).

Ubicación en el cielo.

Ubicación en el cielo.

Diseño Bárbara Castrejón

“Realmente no es una nueva estrella, sino que hay un proceso que hace que brille más esa estrella que estaba muy oscurecida en el cielo”, explica el doctor Luis Alberto Zapata González, director del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM.

Aunque ya desde hace varias décadas se sabía de la existencia de las novas, fue en el siglo XX que se comprendió mejor que este fenómeno estaba ligado a un sistema binario entre dos estrellas, cuya característica es que debe de tener una distancia parecida a la que existe entre Mercurio y el Sol, es decir, de alrededor de 0.4 unidades astronómicas.

La explosión de una nova recurrente como T CrB es un fenómeno astronómico único que regularmente sólo podremos ver una vez en la vida y por primera vez un suceso de esta naturaleza podrá ser estudiado con la más alta tecnología.

INICIO DE “SUPERACTIVIDAD”

La aparición de la nova de T Coronae Borealis ha generado gran expectativa, ya que se le conoce como nova recurrente, cuya característica es que son estrellas que explotan y se apagan, pero después de varios años vuelven a tener el mismo proceso.

“Lo más interesante son las recurrentes porque como ya las hemos visto podemos un poco predecir qué es lo que va a ocurrir con esta nova y más o menos ver en qué año puede volver a explotar y brillar en el cielo”, comenta el doctor Zapata González, especialista en el estudio de la formación de estrellas y sistemas planetarios.

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En el caso de la nova de T Coronae Borealis, se sabe que el periodo en el que vuelve a completar este proceso es aproximadamente de 80 años, el anterior ocurrió en 1946 y uno antes fue en 1866.

Esta información, más las observaciones de “la curva de luz”, que es ver su brillo a través del tiempo, son aspectos que los astrónomos de todo el mundo estudian para calcular la proximidad de la explosión.

“Vimos un fenómeno que se ha repetido anteriormente, una especie de extinción de su luz; si vemos la curva luz antes de brillar, lo que se ha visto es que se va oscureciendo, es decir, su brillo se va haciendo más pequeño y luego va a empezar a crecer. Eso ya se había visto en las explosiones anteriores. Entonces la gente está muy segura de que ese oscurecimiento en la estrella probablemente ya es indicio que va a explotar en algún punto y pronto. Y eso da más certeza de que ya viene la explosión. Exactamente el día y la hora no lo sabemos, es más o menos un rango de meses que debe de ocurrir el fenómeno”.

Ya desde junio de 2023, el doctor Bradley E. Schaefer de la Universidad Estatal de Luisiana y quien desde hace varios años ha seguido y estudiado la actividad de esta nova, consignaba en The Astronomer's Telegram que desde 2015 varios astrónomos se dieron cuenta de un aumento en el brillo de T Corona Borealis, actividad que es un precursor y presagio de una erupción próxima.

Con dicha información se destacaba que T CrB iniciaba un estado similar al que se vivió en 1938, es decir, ocho años antes de su anterior erupción en 1946.

Esta misma actividad es la que se ha observado actualmente con T Coronae Borealis, pues su fase superactiva terminó en 2023 y se espera su erupción a partir de septiembre de 2024 o hasta lo que resta del año, aunque no se descarta que incluso pueda ocurrir en 2025. (Lee el artículo completo en https://ciencia.unam.mx)

*Colaboración de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM