El levantamiento zapatista en enero de 1994 dio a conocer a nivel internacional las demandas de justicia y de respeto a los derechos de los pueblos indígenas de México.
En 2001 se promulgó la llamada Ley Indígena que, entre otras garantías, establece que las comunidades indígenas tienen el derecho de aprender en su propio idioma en todos los niveles del sistema educativo.
Así surgieron las universidades interculturales. Hay 11 universidades interculturales oficiales en México. Estas forman parte de la Dirección General de Educación Indígena, Intercultural y Bilingüe de la Secretaría de Educación Pública. Actualmente está en proceso de creación una universidad más en la zona yaqui en el estado de Sonora. Estas universidades reciben su financiamiento en un 50 % del gobierno estatal y el resto del gobierno federal.
La doctora Marion Lloyd es investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM. Entre sus intereses está el acceso equitativo, las universidades interculturales y la política educativa en México y otros países.
La especialista explica que el propósito de este tipo de universidades es que den prioridad a los estudiantes indígenas. También se crearon para ofrecer una alternativa a las universidades occidentalizadas convencionales donde se puedan promover los conocimientos tradicionales y el diálogo de saberes.
En ellas, cada estudiante recibe una beca y es obligatorio que todos estudien una lengua originaria. De acuerdo a la ubicación de la universidad es la oferta de lenguas originarias que se pueden cursar; por ejemplo, la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco ofrece cursos en las lenguas ch’ol o tsotsil y la Universidad Intercultural del Estado de Puebla cursos de lengua totonaca.
Otra particularidad es que se cursan carreras interculturales, es decir profesiones específicamente diseñadas para promover el desarrollo de las lenguas y culturas indígenas; por ejemplo, desarrollo sustentable, salud intercultural, turismo alternativo, ingeniería forestal comunitaria, o etnopsicología.
Diálogo de saberes
“Se busca que estas carreras interculturales respondan a las necesidades de las comunidades indígenas y que los egresados puedan regresar a las mismas para insertarse laboralmente o emprender un proyecto propio” explica.
Además de las 11 universidades interculturales oficiales, hay otros proyectos de educación superior multicultural administrados por fundaciones y comunidades que son menos conocidos y poco apoyados económicamente por los gobiernos federal y estatal.
Incluso las universidades interculturales oficiales tienen problemas financieros porque tienen sus presupuestos congelados y no pueden ofrecer a sus profesores buenos contratos laborales.
Actualmente hay un debate sobre quién puede crear universidades interculturales y qué características deben tener. “Muchas veces estos proyectos educativos que surgen desde abajo son vistos como una amenaza para los poderes políticos o como instituciones revoltosas y no se les da apoyo financiero. Esto es un error pues también contribuyen a aumentar la cobertura educativa en este sector de la población”.
La especialista considera que otra forma de impulsar la equidad de la educación sería que las universidades tradicionales tomaran acciones, por ejemplo, establecer cupos reservados para estudiantes indígenas.
“Lo importante sería garantizar que los estudiantes indígenas tengan acceso a la educación y que tengan la opción si quieren estudiar en la UNAM, en el tecnológico estatal o en otra institución puedan hacerlo y no solamente en las universidades interculturales."
Un entorno amigable con las identidades indígenas
Aún cuando falta mucho por hacer en cuanto al acceso equitativo a la educación superior si ha habido algunos logros.
Algunos estudios cualitativos que se han realizado en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, sobre las experiencias de los estudiantes indígenas, muestran que el hecho de acudir a una institución donde no son minoría y en la que pueden usar la vestimenta tradicional de su comunidad sin enfrentarse a burlas o a comentarios racistas, sí fomenta la autoestima de los estudiantes y la autoidentidad indígena.
Por otro lado, estas instituciones son una alternativa muy importante para las mujeres indígenas. Es frecuente que las comunidades rechacen la idea de que ellas se alejen mucho de casa para estudiar, pero sí les permiten acudir a la universidad indígena cuando está cerca. En muchas de estas universidades la matricula está integrada por 60% o más de mujeres.
Otros estudios han encontrado que los estudiantes que eligen carreras tradicionales como derecho, contaduría o sistemas computacionales tienen mejores oportunidades cuando egresan que aquellos que eligen las carreras interculturales. Esto no es tan favorable porque de alguna forma va en contra del propósito de estas universidades, que los estudiantes regresen a sus comunidades para contribuir al desarrollo y crecimiento local.
*Colaboración de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM
Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .