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“Un robot puede ser mejor que yo, pero ¿cómo va a juzgar mejor que yo?”

Uno de los grandes problemas del aprendizaje humano, es que no se aprende y se encamina hacia un anti-aprendizaje, señaló Christopher Stephen Stevens en el IPN

Inteligencia Artificial

Sophia es un robot humanoide que ha sido diseñada para aprender, adaptarse al comportamiento humano.

Sophia es un robot humanoide que ha sido diseñada para aprender, adaptarse al comportamiento humano.

“Podemos hablar de inteligencia humana, pero también hay que ponerlo al revés, y pensar en la estupidez humana. Muchas veces hay una gran arrogancia. Si lo que hacemos lo ponemos en perspectiva, todos los grandes problemas del planeta son culpa nuestra: salud, enfermedades emergentes, pobreza, violencia de género que van aumentando y se ponen más agudos”, con esta reflexión inició su ponencia Christopher Rhodes Stephen Stevens, investigador del Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En el marco del ciclo de conferencias “Los retos y problemáticas de la Inteligencia Artificial en la educación y sus riesgos y oportunidades hacia el futuro”, organizado por la Secretaría de Investigación y Posgrado (SIP) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el investigador argumentó que para salvarnos de esta realidad es necesaria la educación, como proceso sistemático de enseñanza-aprendizaje su objetivo es transmitir conocimientos, habilidades, valores, actitudes a las personas y es esencial para tomar mejores decisiones.

Durante su ponencia “Toma de decisiones en la era ChatGPT”, Stephen Stevens señaló que las acciones humanas son las que nos llevan a los problemas y las soluciones que enfrentamos día con día cuando se toman sin tener en cuenta las consecuencias, que en ciertos casos pueden ser adversas. Por ello la educación juega un papel crucial en la toma de mejores decisiones y eso es lo que puede denominarse inteligencia.

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“Puede ser que un robot sea mejor que yo, pero ¿cómo va a juzgar mejor que yo?”, planteó el científico a los asistentes, por lo que explicó que la Inteligencia Artificial, si bien puede tomar decisiones que parezcan acertadas, lo hace con base en proyecciones.

Comentó que el propósito de la vida, no solo para los seres humanos, sino para todos los organismos, es hacer mejores predicciones que permitan tomar mejores decisiones. “La IA es solo una herramienta, como un martillo. Sus algoritmos son mejores que los humanos para realizar ciertas tareas, pero los humanos somos muy egoístas y nos gustaría matar múltiples pájaros de un tiro […] cuando vemos algo delicioso, pero poco saludable, nuestro objetivo es disfrutar del sabor. Sin embargo, también debemos tener en cuenta otros objetivos, como mantenernos en buena forma y evitar enfermedades como la diabetes o la obesidad”, dijo el también empresario.

Christopher Rhodes Stephen Stevens

Christopher Rhodes Stephen Stevens

IPN

La evolución ha preparado a la humanidad con una gran capacidad para percibir el ambiente y convertirlo en datos, hay muchos en nuestra vida cotidiana, como lo que se ve, se escucha, se huele y se toca. Stephen expuso que se necesitan datos “porque el mundo es complejo y viendo lo que yo veo, no es exactamente una buena representación de lo que está pasando en el mundo. Los datos son el combustible de la vida, los extraemos y convertimos en modelos de predicción que luego usamos para la toma de decisiones y la realización de acciones”, declaró.

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Dijo que uno de los grandes problemas del aprendizaje humano, es que no se aprende, ya que la humanidad está destinada a repetir el mismo error hasta llegar a tener un anti-aprendizaje. En el cerebro de las personas existe un modelo del mundo, y que todos los problemas como la diversidad, las enfermedades metabólicas y el cambio climático, surgen porque ese modelo no es un buen reflejo del mundo real.

Aseguró que el propósito de la ciencia es tratar de llegar a una descripción fiel del universo, y que la revolución de los datos está dando una apertura para ver eso como nunca en la historia de la humanidad, pero hay que ver esos datos con una perspectiva científica: qué dicen esos datos sobre el mundo real y qué se quiere aprender de esos datos para eliminar prejuicios. (Mariana G. Sixtos)