Cultura

Los clásicos y la gran literatura sirven para ordenar el desorden de la vida: Alberto Ruy Sánchez

El escritor relató una historia de cuando viajó en el sótano de un barco donde viajaban marroquíes y su contador de historias

FILCO

Alberto Ruy Sánchez durante su presentación en la FILCO.

Alberto Ruy Sánchez durante su presentación en la FILCO.

Cortesía

Una de las actividades del último día de la FILCO fue la presentación de los libros de Alberto Ruy Sánchez editados en la colección De bolsillo de Alfaguara.

En la presentación, el autor compartió el momento en que tomó la decisión de vivir con su esposa Margarita de Orellana, el cual coincidió con el tiempo en que fue definiendo su voz literaria.

"Estoy muy contento de que, por lo menos, la tercera parte de los libros que he escrito están apareciendo en De bolsillo y el precio cambia notablemente y las ediciones son muy bellas", dijo Ruy Sánchez.

El autor narró que cuando tenía 20 años se enamoró de Margarita, pero ella se iba del país, entonces no le quedó más que alcanzarla.

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"Ella se fue a vivir a Francia y como pude conseguí una beca para ir alcanzarla y llegamos a Francia, era la primera vez que me subía a un avión y era mi primer pasaporte en manos", recordó.

En Francia, muy pronto llegaron las vacaciones escolares y decidieron tomar el transporte más barato para vacacionar; el sótano de un barco que usaban los marroquíes, los espaldas mojadas. Era un pasaje de cuarta clase y se tomaba en el sur de Francia.

"Nos instalamos en el sótano que era como una sala de cine como del tamaño de esta carpa, todos eran marroquíes y el viaje duraba 38 horas y 36 de esas horas fueron una tormenta tal que no había pastilla contra el mareo que se detuviera en el cuerpo", narró.

Al momento de arribo, platicó Ruy Sánchez, nadie de la cuarta clase bajó, todas las personas estaban amontonadas al fondo escuchando a un viejito.

"Era un contador de historias de la plaza principal de Marrakech, estaba contando la historia a manera de cuento de lo que habíamos vivido la noche anterior. Estaba utilizando un clásico de la literatura que se llama “La nave de los necios”, donde cada capítulo demuestra el carácter de un equipo de personas", dijo.

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En ese momento, el autor entendió que los clásicos y el estudiar a la gran literatura sirve para ordenar las cosas desordenadas de la vida.

"Me recordó también que vengo de una familia sonorense que emigró a la Ciudad de México, todos son muy habladores y cuentan historias, entonces cuando yo era niño mi interés en la literatura comenzó porque yo quería compartir las historias de lo que habíamos vivido", comentó.

En ese viaje en barco, Ruy Sánchez supo que quería que todos sus libros fueran como un contador de historias que comparte lo que ha vivido.

"Segundo punto, que esta manera de compartirlos tuviera un orden, una manera muy material de hacerlo. Y tercero, que todo tuviera esta cosa personal, no es nada más la historia de cómo empieza y cómo termina un misterio sino cómo lo vivimos cada uno", expresó.

Margo Glantz y Alberto Ruy en el último día de la FILCO.

Margo Glantz y Alberto Ruy en el último día de la FILCO.

Cortesía

La experiencia del contador de historias en el sótano del barco me animó a buscar mi propia voz, agregó.

"El primer problema que tenía era encontrar mi propio y el segundo era tratar de entender el mundo de la mujer porque, como cualquier mexicano yo tenía y tengo una educación de sensibilidad masculina demasiado intensa, es decir, machismo mexicano", indicó.

Ruy Sánchez señaló que se debe luchar todos los días por cambiar esa educación.

"Tengo amigos que dicen: yo ya soy feminista; pero no es como afiliarse a un partido, es una sensibilidad diaria y se tiene que buscar en las experiencias de todos los días", dijo.

Con la complicidad de Margarita, su esposa, una feminista de los años 70, inició la exploración de experiencias femeninas, interés que lo ha acompañado 34 años.

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