Cultura

Eduardo Matos Moctezuma: Inicio el cierre de ciclos en mi vida y finaliza la Cátedra en Harvard

El Premio Crónica cuenta que los días 3 y 4 de octubre termina la cátedra con su nombre que instauró la Universidad estadunidense, tras ocho años de conferencias. "Es momento de dar paso a las nuevas generaciones", añade

entrevista

Eduardo Matos Moctezuma en una fotografía de archivo

Eduardo Matos Moctezuma en una fotografía de archivo

Cuartoscuro

Eduardo Matos Moctezuma cuenta que comienza cerrar ciclos en su vida y uno de éstos es la Cátedra que la Universidad de Harvard instauró en reconocimiento a su excelsa trayectoria en la investigación, docencia y sus aportes a la arqueología.

Los días 3 y 4 de octubre, dice el Premio Crónica y uno de los arqueólogos más relevantes de la actualidad, se llevarán a cabo las actividades. “El primer día habrá una mesa redonda sobre mi libro “Muerte en Mesoamérica” (Dead in Mesoamérica), en la que participan David Carrasco, Ximena Chávez, Patricia Ledesma, Chris Lane y Leonardo López Luján, además de que estaré presente en la mesa para dar las gracias”.

Tras este encuentro, añade, se entregará por primera vez la medalla Alfredo López Austin a la arqueóloga Ximena Chávez. “Y al día siguiente Leonardo López Luján cerrará la cátedra con una conferencia sobre la arqueología de Tenochtitlan y luego ofreceré unas palabras para agradecer a David Carrasco, quien fue motor de esta distinción”.

Lee también

Eduardo Matos: Cuauhtémoc no fue sumiso cuando lo capturaron los españoles en 1521

Reyna Paz Avendaño / @reynisapaz
El arqueólogo y Premio Crónica Eduardo Matos Moctezuma inauguró el ciclo sobre Cuauhtémoc en el Colnal.

Eduardo también cuenta que tras 64 años de practicar la arqueología y cerca de cumplir los 84 años, “debo ser consciente e ir cerrando ciertos círculos, lo que no quiere decir que me retire por completo. Ya terminé mi participación en la revista Arqueología Mexicana y ahora toca a la Cátedra de Harvard que ya duró 8 años. Es necesario hacerse a un lado y dejar que fluyan las nuevas generaciones.

¿Cómo será el cierre de la Cátedra Eduardo Matos en Harvard?

Los días 3 y 4 de octubre se llevarán a cabo una serie de eventos en la Universidad de Harvard para el cierre de la cátedra que esta universidad instauró con mi nombre: “Eduardo Matos Moctezuma Lecture Series”.

Originalmente estaba planteada para 5 años, a partir de 2017, pero por el interés que tuvo se prolongó 3 años más y llegó a 8 años en total. En ésta, participaron una serie de distinguidos investigadores que dictaron conferencias anuales, una México en el Museo Nacional de Antropología y la otra en Harvard.

No me voy a retirar completamente, porque voy a seguir escribiendo de arqueología y terminar un libro, dice Eduardo Matos Moctezuma.

No me voy a retirar completamente, porque voy a seguir escribiendo de arqueología y terminar un libro, dice Eduardo Matos Moctezuma.

Me tocó abrir la primera en el Museo Nacional de Antropología y expuse temas sobre el Templo Mayor. Después fui a Harvard y hablé sobre las excavaciones en el Templo Mayor. En el transcurso de las conferencias, se presentó la pandemia del covid y se interrumpieron las pláticas o fueron transmitidas por vía remota.

En las conferencias estuvieron el historiador Alfredo López Austin, quien habló sobre la cosmovisión mesoamericana; la doctora Diana Magaloni, quien hizo un acercamiento riguroso al Códice Florentino; Juan Villoro, que ofreció una brillante exposición que denominó “Arqueología y Literatura”; el doctor Javier Garcíadiego, quien habló sobre la Revolución Mexicana.

Y posteriormente le correspondió a Ann Cyphers, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, que dio un panorama del mundo Olmeca; después Laura Fillol, la arqueóloga y restauradora, y ahora el doctor Leonardo López Luján ofrecerá la última conferencia en la que hablará de la arqueología de Tenochtitlan. Cada una de las conferencias fue publicada por la Revista Arqueología Mexicana en un número especial.

¿Cuál será el programa?

Le comenté al doctor David Carrasco, quien tuvo mucho que ver en la creación de la cátedra con mi nombre en Harvard, que estaba cerrando varios círculos en mi vida y uno de éstos era la cátedra. Él estuvo de acuerdo, aunque quizás un poco regañadientes, porque deseaba que continuara.

Y es ahí donde entra lo de Leonardo, quien me había pedido tiempo atrás que quería ser el último en participar. Por eso, lo invitamos para que cerrara el evento. Y esto es el alfa y omega, porque abrí la cátedra y hablé sobre Tenochtitlan y el Templo Mayor y ahora Leonardo cierra con la arqueología sobre de Tenochtitlan y el Templo Mayor.

Así, las actividades abren el 3 de octubre con una mesa redonda sobre mi libro “Muerte en Mesoamérica” (Dead in Mesoamérica), que tradujo la Universidad de Harvard y participan David Carrasco, gran especialista en religiones; Ximena Chávez, una de nuestras colegas del Templo Mayor; Patricia Ledesma, directora del Museo del Templo Mayor; el investigador norteamericano, Chris Lane; y Leonardo López Luján, además estaré presente en la mesa para dar las gracias.

Tras este encuentro, se llevará a cabo una cena en la cual se entregará por primera vez la medalla Alfredo López Austin, a la arqueóloga Ximena Chávez, la cual será un homenaje permanente al historiador y es auspiciada por la Universidad de Harvard.

El comité, del cual formo parte, acordó que la persona indicada para recibir por primera vez la medalla era Ximena, una investigadora muy joven, pero de primer orden. Ella colabora en el Proyecto Templo Mayor, ahora coordinado por Leonardo López, y creo que será un momento muy emotivo, porque es reconocer a las nuevas generaciones de investigadores.

El día 4 por la tarde se llevará a cabo la conferencia de Leonardo sobre la arqueología de Tenochtitlan. Y después ofreceré unas breves palabras para agradecer a David Carrasco, el motor de muchas de esta distinción.

¿Cómo se vislumbró la cátedra?

Las autoridades de Harvard me comentaron que en 400 años que lleva esta institución educativa, nunca se había establecido una cátedra con el nombre de una persona de Latinoamérica. Se habían invitado a muchas personas a que dieran un curso, que dieran una clase, conferencias, etcétera, pero, en realidad, no se había asignado una cátedra con el nombre de un investigador de América Latina. Esto para mí fue realmente una deferencia enorme.

¿Este cierre de ciclo es fabuloso, pero Matos es muchos más caminos?

Bueno, debo comentarte que en el Instituto Nacional de Antropología e Historia llevo 64 años, casi 65 años de ser investigador. Entonces, pues te imaginarás, comencé siendo estudiante hasta ahora que soy profesional y, durante todo este lapso de tiempo, observé, viví y aún vivo muchas cosas.

Esto es curioso, porque en un programa me preguntaron cómo me definiría y les dije: pues miren, creo que en mí hay una dualidad que consiste, por un lado, en lo académico y, por otro lado, en mi forma muy interior de pensamiento.

Y para llegar a cada uno de esos dos componentes de mi dualidad fue muy interesante, porque lo logré gracias a la lectura de libros. Es decir, la parte académica, como tú sabes, es mi vocación para la arqueología que nació de la lectura del libro “Dioses, tumbas y sabios”, de C. W. Ceram, el cual me abrió camino en esa parte académica tan importante en mi vida. Pero la otra fue gracias a la lectura del libro “Cartas a un joven poeta”, de Rainer María Rilke.

Rilke había escrito, entre muchas cosas, este librito y contienen las respuestas a diez cartas que le envía un joven poeta con sus versos para saber qué opina, en ese momento el ya famoso Rilke, sobre sus textos. Estas diez cartas son impresionantes y muy ricas en muchos aspectos. Por ejemplo, en lo que es el amor, en lo que es el arte, en lo que es precisamente esa dualidad que tenemos interiormente…, en pocas palabras, este librito Rilke abrió en mí esa otra percepción que conforma mi propia persona. Por eso recomiendo siempre la lectura de este poeta.

Pero también a lo largo de todos estos años, aprendí una cosa y es lo que me lleva a estar cerrando los círculos. Es decir, como todo en la vida, pues hay un alfa y un omega, un principio y un fin, y ya estoy llegando al fin.

Lee también

"Eduardo Matos Moctezuma: Ochenta años" (fragmento)

el colegio nacional
Eduardo Matos Moctezuma.

En específico: después de 64 años de practicar la arqueología y cerca de cumplir los 84 años, hay que ser consciente y debes empezar a, no a retirarte totalmente, porque no es que la vejez te haga presa y sientas ya que no vas a hacer cosas, ¡no!, pero sí ir cerrando ciertos círculos ( que uno considera importantes.

¿Cuál fue tu primer cierre?

El primer cierre fue a principios de este año al terminar mi participación en la columna que escribía en la revista Arqueología Mexicana. Tenía un espacio que se llamó, primeramente, “Mentiras y Verdades”, y después lo cambié a “Anecdotario Arqueológico”, aunque sigo colaborando con otro tipo de artículos.

Ahora le toca a la Cátedra de Harvard y, por otro lado, debemos dejar el paso a las nuevas generaciones. Esto es lo importante, darte cuenta que vienen nuevas formas de pensamiento, nuevas tecnologías que se aplican a la arqueología.

Y esto lo están haciendo los jóvenes, inclusive en el Templo Mayor, encabezados por otro joven: Leonardo López Luján. Durante 45 años estuve en el Proyecto Templo Mayor y pasaron varias generaciones de arqueólogos y por eso también en la despedida de la cátedra voy a decir que ya es necesario hacerse a un lado y dejar que fluyan estas nuevas generaciones con todo lo que están aportando.

Pero voy a seguir adelante, no será un retiro total, sino voy a seguir publicando y dando conferencias hasta que el Mictlán cobre presencia.