
¿Cuántos niños y niñas del país asisten a museos o disfrutan una obra de teatro al año? Es una respuesta que se desconoce ya que ni Secretaría de Cultura federal ni el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) generan estadísticas o índices sobre el acceso que tienen las infancias a los derechos culturales.
Este 2024 se cumplen cien años de que México instauró el 30 de abril como Día del Niño, por iniciativa del entonces presidente Álvaro Obregón y del ministro de educación pública, José Vasconcelos.
Esta fecha, que recuerda los derechos de la infancia, tuvo como antecedente el 20 de noviembre de 1959, cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instituyó la celebración del día internacional de los niños, sin embargo, cada país decidió el día de conmemoración.
La Encuesta Nacional del Sistema de Cuidados (ENASIC) señala que en 2022, en el país vivían 36.3 millones de personas de 0 a 17 años, equivalente a 28.1% de la población total de México. De esa cifra, 10.5 millones (29%) tenía menos de 6 años y 25.7 millones (71%) entre 6 y 17 años.
De acuerdo con Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura, de 2019 a lo que va de 2024, su programa de infancias, Cultura Comunitaria, ha beneficiado a 163 mil niñas, niños y jóvenes de todo el país. Es decir, el acceso a la cultura se coloca por debajo del 1%.
ESCUELA Y CULTURA
Un vínculo de las infancias con la cultura es la escuela y la ENASIC reportó que en 2022, 87.8% de los niños y niñas de 3 a 17 años asistió a la escuela. El 74.3 % de esa población de 3 a 5 años acudió a preescolar, kínder o primaria; el 99.0 % de 6 a 11 años asistió a la escuela, y el grupo de 12 a 17 años, el porcentaje fue de 83.6%.
Las niñas y niños de 3 a 5 años que no asistieron a preescolar, kínder o primaria representaron 25.7 % y los motivos de ausencia fueron: no tiene necesidad porque está pequeño (71.7 %), no puede pagar los gastos escolares, no hay centros de educación inicial, guarderías o estancias infantiles, los horarios no se ajustan a sus necesidades, así como por enfermedad o discapacidad (17.0 %) y otras razones (11.1 %).
Del 8.7 % de la población de 6 a 17 años que no asistió a la escuela, las principales razones fueron: falta de interés o aptitud para la escuela (43.4 %), falta de dinero o recursos (18.3 %), y problemas personales como conflictos familiares, de pareja, compañeras(os) o amistades (7.4 %).
En la encuesta Módulo sobre Eventos Culturales Seleccionados (MODECULT) de 2023 se indicó que la mitad de la población de 18 años y más (48.7 %) declaró que asistió, al menos una vez, a una obra de teatro, un concierto o presentación de música en vivo, un espectáculo de danza, una exposición (pintura, fotografía, científica o histórica), o a una proyección de películas o cine.
De esa población, el 75.1 % dijo que tuvo actividades culturales extraclase durante su infancia relacionada a algún evento cultural seleccionado. Un 72.9% tuvo en su infancia revistas, publicidad o folletos sobre eventos culturales, el 70.4% de sus padres o tutores comentaban acerca de eventos culturales, 69.2% los llevaban o enviaban a eventos culturales, y el 67.6% de sus padres o tutores asistían a eventos culturales.
En lo que concierne a los estímulos en la escuela, 65.4% declaró que en su infancia le regalaban entradas o boletos para asistir a eventos culturales, y el 64.2% recibía motivación desde el aula para ir a eventos culturales.
A quienes le daban información de estos eventos fue un 64.2%, a los adultos que durante su niñez le impartían clases de alguna actividad cultural representa un 63.8%, y a quienes lo llevaban a eventos culturales fue a un 63.5%.
CONDENADOS A LA POBREZA
Los investigadores Mario Luis Fuentes y Saúl Arellano, en su libro “Índice de los derechos de la niñez, 2022. Cinco años de incumplimiento de derechos”, editado por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (PUED-UNAM), señalan que ante las carencias de necesidades básicas que viven las infancias es complicado que éstas accedan a servicios culturales.
Los principales determinantes de la pobreza infantil, de acuerdo a las mediciones hechas entre 2016 y 2020 son: carencia de seguridad social, nivel del ingreso monetario de los hogares, carencia de acceso a una alimentación de calidad y nutritiva, carencia de servicios de salud, carencia de calidad de la vivienda, tamaño de los hogares, carecía por rezago educativo, y habitar en localidades rurales.
Una constante observada por Fuentes y Arellanos es que si de manera simultánea niñas, niños y adolescentes habitan en viviendas donde se cocina con leña, se tiene carencia de servicios básicos en la vivienda, la probabilidad de que sean pobres es de 89%.
“Si a lo anterior se añade vivir en localidades rurales, la probabilidad es de 84.9%. Si, por ejemplo, se tiene carencia por calidad de espacios de la vivienda y simultáneamente se tiene carencia de seguridad social, la probabilidad de que niñas, niños y adolescentes sean pobres es de 86.9%”, afirman.
Según la publicación, las cinco entidades con los porcentajes más altos de pobreza infantil fueron: Chiapas, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Veracruz. Y las que reportaron menores porcentajes fueron: Baja California, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León y Sinaloa.
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