Desde el primero de abril que se anunció que la banda de post punk, Interpol, ofrecería una presentación en la explanada del Zócalo, tras lo cual se generó gran expectativa y los fans comenzaron a contar los días.
El día llegó y con una asistencia de más de 160 mil personas, la banda neoyorquina comenzó su concierto con “C’mere”, una canción incluida en su segundo disco de estudio, Antics, (el cual este año ha cumplido 2 décadas de existencia).
Así comenzó un repaso de toda su discografía donde cada canción fue coreada por un público completamente entregado y emocionado, donde se destacaron los grandes clásicos como “Obstacle 1”, “Pioneer to the falls” y la canción que los puso en el mapa, “Evil”, es de reconocer la conexión que mantienen con su público, ya que al inicio de la canción, “NYC”, los fans sin advertencia previa iluminaron la planta del Zócalo con las luces de su teléfono, para regalarnos una postal que seguramente quedará para la posteridad.
Después de un set de 18 canciones, bajaron del escenario, para después de un par de minutos y muchos gritos por parte de los asistentes, regresar al escenario para tocar 3 últimas canciones, “Untitled”, “No I In Threesome” y “Stella Was A Diver and She Was Always Down”, donde antes de comenzar la última canción se despidió del público en un perfecto español.
El gran ausente de la noche fue el baterista, Sam Foragino, el cual se está recuperando de una cirugía en la columna cervical, por lo que fue sustituido por el baterista y músico de estudio, Chris Broome.
Interpol se une a una impresionante lista de artistas de renombre que han compartido su música en este lugar, tales como Pixies, Roger Waters, Paul McCartney y Juan Gabriel.
La banda exploró nuevamente la complejidad de las relaciones humanas y las emociones profundas a lo largo de su concierto, el cual se distinguió por su estilo oscuro y evocador, un evento que sin duda alguna quedará en los anales de la historia como uno de los más emotivos.
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