Luego de que la gira mundial de Laura Pausini comenzará el mes de diciembre en Roma, tras el éxito de #LAURA30, el increíble maratón musical en el que Laura realizó tres presentaciones en directo en 24 horas en tres escenarios; Nueva York, Madrid y Milán para celebrar 30 años sin precedentes de su carrera, la cantante y su show llegó a territorio azteca.
Cómo es su costumbre y también, como buena europea qué es, en punto de las 21:00 horas Laura Pausini salió al escenario de la Arena Ciudad de México.
Con su banda musical y luciendo una capa de lentejuela negra, el escenario se oscureció y una gran manta cubría su espalda, además de una flecha iluminada en el catwalk qué terminaba en las primeras filas de asientos de los asistentes. Astronautas bailaban a su alrededor. Y Laura demostraba qué no sólo el pop corre por sus venas, pues con tres guitarristas y 2 percusionistas, la música sonaba fuerte y muy potente.
“Nunca se olvida lo que uno siente en los pies, cuando uno toca México por primera vez. Esta noche como saben, estamos aquí para repasar 30 años de mi música y nuestra vida juntos”, agradeciendo al público asistente, luego de no visitar el país por 6 años.
Laura contó que la presentación era parte de vivir y un sueño hecho realidad y que este concierto mostraría quién era ella realmente.
“Todo lo que soy, está aquí esta noche. Mi música y ustedes lo saben, porque me conocen, pero les mostraré más cosas”, dedicando su concierto para cada humano que comparte diferentes creencias, ideologías y vida.
Le dedicó “Así celeste” a todos los que quisieran ser padres, luego de vivir su juventud y experiencias, pues nunca es tarde. La interpretó tocando el piano, mientras cantaba con su micrófono rosa.
Después una pantalla simulando el mar y una mujer vestida de rojo, se iluminó en el escenario y el público se envolvió en la euforia con “Entre tú y mil mares”.
Con una guitarra eléctrica blanca con franjas rojas, demostró su poder vocal y para tocar múltiples instrumentos, interpretando “Por sentado no doy”, cantada en español e inglés.
Además, para este instante, los bailarines portaban mantas que simulaban mariposas monarca y banderines azules con blanco, dando tiempo para que Laura se cambiara y regresara al escenario, cantando en una silla en forma de máscara teatral, vestida de plateado brillante.
Subió al escenario a dos de sus fans para que cantaran con ella y estos no perdieron la oportunidad de sacarse selfies y grabar la experiencia. Para este momento Laura utilizaba unos lentes psicodélicos, muy ad hoc de su nuevo material discográfico y un sombrero negro.
Sin embargo, luego de que esto pasara, Laura se sintió mal al interpretar “Con la música en la radio” paró el concierto para solicitar oxígeno, avisando por el micrófono qué la altura le estaba pegando y le faltaba aire.
Solicitó la comprensión del público y mientras caminaba para recibir oxígeno, pidió que las luces se prendieran para que la audiencia viera que no era mentira. Luego de relajarse un poco, tomó agua y comenzó a cantar “La solución”, sentada en los escalones del escenario.
En “Similares” incorporó la bandera LGBT, afirmando qué todos se deben apoyar a pesar de ser diferentes.
Como si fuera parte de un acto de Resident Evil, las pantallas se pintaron de rojo y diferentes mujeres creadas con Inteligencia Artificial comenzaron a hablar, contaron sus historias sobre violencia, donde sufrieron abuso de todo tipo. Cuando terminaron de hablar, las bailarinas salieron vestidas de rojo y “Yo sí” comenzaba, haciendo alusión a que ante la violencia de género, no todo mundo apoya.
Laura lucía un traje rojo brilloso, con guantes rojos. Al final de la canción tomó la mano de sus dos bailarinas, alzó el puño y lo cerró, como signo de ayuda para las mujeres. El público gritó y aplaudió de emoción por más de un minuto.
“Este es el gesto para pedir ayuda, como mujeres. Este gesto vale en todo el mundo. Aprendelo, para que pidas ayuda o sepas que alguien necesita ayuda. Me gustaría que todos ustedes se sintieran en familia y que todos estuviéramos en una casa, sin filtros y que ustedes se sientan seguros”, dijo la cantante.
“Esto se trata de vivir la vida sin miedo, sin violencia” y con tanta emoción y euforia interpretó “Viveme”.
En colores rojos y grandes abanicos, también sonó “Hermana tierra”, pidiendo un grito de salvación para el planeta. “Nuestra Tierra está en crisis, porque cada día todos nosotros cometemos errores. Contaminamos el aire. Llenamos la Tierra de residuos. Abusamos de comportamientos tóxicos. Los glaciares se derriten. Las calles se inundan. Los animales se extinguen. Los bosques desaparecen. El clima está cambiando y nosotros somos la causa”, así lo dijo Laura, mientras en las pantallas se veían incendios, contaminación y bosques muertos.
Con “En cambio no” afirmó que un concierto es para reencontrarse y también, un espacio de ángeles. Pidió que todos llamaran a alguien para dedicarle “Inolvidable”. Laura finalizó su concierto, portando un sombrero de mariachi, cantando “Se fue”, luego de 4 actos y más de 3 horas de música.
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