Antonio García de Diego es uno de los músicos de habla hispana más importantes de las últimas décadas acompañando a Miguel Ríos, Estopa, Víctor Manuel y Ana Belén. Mara Barros ha hecho su camino artístico como cantante y actriz con dos discos como solista. Los artistas son dos de los más cercanos cómplices del emblemático Joaquín Sabina como parte de su banda.
De paso por México como parte de la gira de Benditos Malditos La Banda Sabinera, que este miércoles llega al Lunario del Auditorio Nacional, junto a sus compañeros Jaime Asúa, Laura Gómez Palma y Paco Beneyto, es que Crónica Escenario pudo conversar con ellos para hablar de su historia junto a Sabina.
“Por antigüedad comienzo yo”, dijo Antonio para contar cómo fue que conoció al cantautor: “Yo llevaba muchos años trabajando, había trabajado con Miguel Ríos, con Víctor Manuel y Ana Belén y sé que Joaquín Sabina andaba detrás de mí. De hecho, Joaquín Sabina vino al hotel donde estamos ahora mismo en Ciudad de México cuando estaba con Miguel Ríos para hablar conmigo y yo me escondía por las habitaciones porque me daba mucho pudor”, dijo.
“Me buscó y al paso del tiempo trabajé para él. Me costó porque yo llevaba muchos años con Víctor y Ana, mi familia musical era esa pero al llegar Joaquín fui entrando en su vida, grabando discos con él, luego me habló de tocar dentro de la banda, fue un poco de agarrador porque tuve que dejar de tocar con gente a la que estaba muy vinculado pero al final me fui con Sabina en el 92 y desde entonces ya tengo otra familia”, expresó.
El turno de Mara llegó hace 15 años aproximadamente: “Yo siempre soñaba con trabajar con Joaquín, pero lo veía inconcebible por la diferencia de edad y por la lealtad que él suele tener con su equipo artístico y técnico, pero se dieron las circunstancias, su corista anterior se quedó embarazada, buscaba una corista nueva para sus giras y tengo la fortuna de conocer desde que nací a Antonio García de Diego porque trabajó junto a mi padre (José Barros) en la ópera rock Jesucristo Superstar en el 75, en España, él hacía a Simón Zealotes y mi papá sustituía a Camilo Sesto como Jesucristo”, dijo.
“Hicieron amistad, se conocieron y tengo la fortuna de que Antonio seguía mis pasos artísticos, iba a los estrenos de mis musicales, de mis conciertos y presentaciones, y cuando vio la oportunidad de que Sabina necesitaba una cantante me llamó, volé y caí bien, supongo porque me quedé desde hace 15 años que llevo ya”, agregó.
Desde su llegada a la banda, la cantante tiene uno de los momentos más icónicos en las giras de Sabina al hacer la entrada previa a “Y sin embargo” con la interpretación de “Y sin embargo te quiero”, una canción que forma parte de la cultura popular y que se escribió en 1948.
“Justo hoy (este martes) platicaba con un compañero mientras paseaba con él por La Ciudadela que en mi último aliento cuando me esté muriendo diré ‘y sin embargo te quiero’, porque ya no me libro de ella. De hecho me la piden en mis proyectos como solista, pues antes no la ponía dentro del repertorio por diferenciar y ya no puedo no meterla porque me la piden siempre”, expresó.
“Creo que me va a perseguir toda la vida, pero creo que es una oportunidad maravillosa. Tenemos un jefe muy generoso que nos da mucho espacio en sus conciertos, también es cierto que él aprovecha para descansar, pero nos da mucho espacio y eso nos da la oportunidad de que su público nos conozca y que pueda venir a vernos a estas giras como Benditos Malditos”, continuó.
Además agregó un detalle especial que tiene con la canción: “Cuando me propuso hacer la copla que es una intro que se hacía con la corista anterior antes de que yo entrara, supuse que me lo propondría también pero no sé si sabían que como soy andaluza iba a respetar el género y hacerlo tal cual es”, dijo.
“Ella como buena andaluza le da un toque de autenticidad y más allá de la artista sale la raza y el espíritu de lo que es esa canción y transmite”, complementó Antonio García de Diego.
Este último, a su vez, en la más reciente gira de Joaquín Sabina, llamada Contra todo pronóstico, da vida a “La canción más hermosa del mundo” y en un momento el artista dice “quería escribir esta canción y que la cantara Antonio García de Diego”, en un gesto que tiene una peculiar anécdota:
“Te voy a decir la verdad de por qué canto yo esta canción. Es una canción que él siempre ha tenido ahí en la mochila y casi no la cantaba en directo. Cuando comenzamos lo ensayos comenzó a intentar cantarla pero no se vio, no sé si capaz, porque yo le decía ‘oye Joaquín, si no estás cómodo en el tono la ponemos en otro mucho más asequible’. Entonces él se enfurruñó, se enfado y me dijo, ‘pues no la canto y la vas a cantar tú’ y pues a mí es una canción que me mata”, expresó entre risas.
“Es una canción que me viene bien por el gusto pero mal a mi tesitura porque hay una parte grave en la que no estoy cómodo pero la parte brillante, digamos, del estribillo me la como entera porque me la creo mucho. Entonces, para mí que fue un regalo, pero que sepas que tuvo que ver con esa necesidad y ganas que él tenía de cantarla y que en algún momento vio que no estaba cómodo y me la regaló. Tiene un pendiente con esa canción”, siguió.
Pero es que las historias que tienen los músicos con Sabina son numerosas y a la hora de elegir algunas que son posibles compartir (muchas otras “se quedarán en nuestras memorias más íntimas”), el músico recordó una que describe la personalidad del cantautor:
“Estábamos en Argentina, en un campo de fútbol, y él salió al escenario con una chaqueta roja muy larga y tal y cual, y en esos momentos de euforia del final y los saludos se la quitó y la tiró al público”, comenzó.
“Al día siguiente llegó un tipo al hotel todo tumefacto, destruido y nos dice: ‘Hola, que estoy muy agradecido porque agarré yo la levita de Joaquín Sabina pero es que tenía adentro su pasaporte’, pero claro que cuando la aventó todo mundo la quería y al hombre este lo sacudieron, hubo mamporros y el chaval quedó herido y al final tuvo la honestidad de ir a dejar el pasaporte de Joaquín”, continuó.
“Joaquín no se entera de nada. En su euforia, tal y cual, pues le pasan cosas como que llevaba el pasaporte en la chaqueta y ahí lo tiró. Podríamos hacer una serie de los despistes de Joaquín”, complementó.
Por su parte Mara se remontó, en un primer momento, a esa ocasión en que lo conoció: “Cuando lo conocí en el estudio hubo algo. Siempre digo que me gané más el puesto por simpática que por buena cantante porque al final lo convencí. Porque lo primero que me dijo fue que no le gustó lo que había hecho pero con un par de whiskies por en medio y una buena charla, al final entramos en la pecera o cabina del estudio a grabar una canción juntos y al final terminé quedándome”, dijo.
“Pero de historias hay buenas y malas, por ejemplo, recuerdo mucho la caída del WiZink, que va a ser un recuerdo inolvidable y que ha plasmado Fernando (León de Aranoa) en su documental (Sintiéndolo mucho). Esa por ejemplo fue una historia dolorosa y dura. Nos quedamos en el escenario manteniendo el tiempo sin saber qué estaba pasando. Fue complicado”, añadió.
También mencionaron brevemente de un concierto especial en el estadio de La Bombonera de Argentina en el 2006: “Es que hay muchos momentos buenos y algunos muy malos también. Por ejemplo la primera Bombonera, la mía fue sorprendente. La de ellos fue una donde hubo un vendaval”, expresó Mara y la siguió Antonio: “Terminó en un caos. La gente huyendo por el agua, sin luz, se caían las pantallas, todo un desastre”.
Hace unas semanas se dio a conocer la noticia de una tesis doctoral defendida en la universidad española de Almería (UAL) que ha abordado por primera vez íntegramente el cancionero de Joaquín Sabina y ha demostrado que las letras de este artista español pueden considerarse “literatura”.
Una rosa en los callejones: la dimensión literaria del cancionero de Joaquín Sabina es el título de la segunda tesis del mundo dedicada exclusivamente a la obra del cantautor, y la primera que se defiende en una universidad española, esta vez, por parte del investigador Javier Soto Zaragoza.
Los músicos opinaron al respecto de su percepción artística: “Cuando a la gente le llenas de emociones con lo que estás escribiendo es otra cosa. Yo por ejemplo, a Joaquín lo considero más sabio que poeta. Esa frase que dice ‘No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió’, ya no es que me parezca poético, que también lo es, pero es que me parece una sentencia sabia”, enfatizó Antonio García de Diego.
“Eso a la gente le alimenta porque genera un cierto tipo de sensaciones y luego la gente se alimenta de cosas que son muy personales, muy emocionales, que son recurrentes y que le ocurren a Sabina pero con la que se sienten fotografiados, no tanto como un lenguaje literario o un estilo literario determinado, sino que creo que son sumas de vivencias y letras que reflejan un conocimiento de la vida”, continuó.
Por su parte, Mara hizo su comentario como una gran admiradora: “Yo opino igual. Siempre digo que tiene la maestría de mezclar las frases más poéticas, porque como admiradora también he tirado del diccionario con canciones de Joaquín por palabras muy concretas que utiliza, pero generalmente utiliza el lenguaje de la calle y escribe cosas muy bonitas y directas”, dijo.
“Sobre todo, como admiradora lo digo, me gusta mucho cuando escribe de forma autobiográfica. A mí las canciones que más me emocionan son las que él ha experimentado. Siempre pongo de ejemplo ‘Pájaros de Portugal’, que es una canción hermosísima pero a mí me emociona más ‘Y sin embargo’ o ‘Una canción para la Magdalena’ que son autobiográficas”, continuó.
“De hecho, siempre le reclamábamos que volviera a escribir sobre sus propias experiencias y nos decía ‘pero si ya no salgo, qué voy a escribir sobre la vejez’, y pues mira que cosita escribió sobre la vejez con ‘Lo niego todo’, por ejemplo”, complementó.
Finalmente, hablaron de que en la reciente gira por México, Joaquín Sabina dijo al terminar que esto era un “hasta pronto” aludiendo la posibilidad de una nueva gira del cantautor de 75 años a lo que Antonio hizo un comentario al respecto:
“Entiendo lo que generó cuando Sabina dice al final del concierto ‘hasta pronto’ sin saber si regresará a México o no. Nosotros hemos estado yendo en ese sin vivir durante casi todo un año. A veces nos llamaban periodistas y nos decían ‘oye, ¿qué ha querido decir?’ o en Barcelona cuando dijo ‘no sé si volveré, quizás sea la última’ y claro que hay una frase de que decía Jimena, su mujer, que nos dijo ‘Joaquín ni sabe ni quiere saber’ pero ya veremos”, dijo pero para los músicos hay una sensación especial: “Te lo voy a resumir en cuatro palabras: No perdemos la esperanza”, concluyó.
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