Natalia Almada reflexiona sobre cómo la tecnología influye en nuestras vidas en ‘Users’
ENTREVISTA. Después de ser premiada en el Festival de Sundance y de competir en Morelia, la cineasta estrena su más reciente filme, un documental que se pregunta la forma en que nos afectan los avances tecnológicos
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Es un filme documental con tintes de ciencia ficción, que lanza una serie de preguntas que tienen que ver sobre las acciones cotidianas
Después de tener su premiere mundial en el prestigioso Festival de Cine de Sundance, donde se alzó con el galardón a Mejor Dirección de Documental, así como su paso por festivales de renombre nacional e internacional como el Visions du Réel, el Festival de Thessaloniki, el Festival de Estocolmo y el FICM, Natalia Almada regresa con USERS que se estrenó en diversas salas mexicanas de 15 diferentes ciudades este 8 de septiembre.
La realizadora presentó el año pasado en el Festival de Sundance (el más importante de cine independiente del mundo), este filme en el que reflexiona sobre la manera en que la tecnología ha influido en la vida de las personas y cómo repercutirá en las próximas generaciones. Es un filme documental con tintes de ciencia ficción, que lanza una serie de preguntas que tienen que ver sobre las acciones cotidianas en las que hemos decidido integrar el desarrollo tecnológico para ayudarnos o encontrar comodidad.
En Crónica Escenario hablamos con la realizadora acerca de este proyecto, su proceso creativo y cómo fue realizar esta exploración de la adicción a la tecnología y su impacto en el tejido social. “Suelo tener un proceso creativo que empieza con un impulso, además de que ya llevaba un tiempo pensando en nuestra relación con la tecnología y seguro eso fue a raíz de mis hijos en San Francisco”, comenzó.
“De ahí, fue armándose todo hasta que leí un artículo que me hizo pensar muchas cosas sobre mi maternidad. El proyecto tiene como primera toma una cuna con un moisés, ósea fue de esas cosas que jamás hubiera pensado pero que son básicas entre una mamá y su bebé que nos hace decidir si lo voy a poner en esa canastita o elijo un aparato inteligente que lo hace dormir mejor”, continuó.
“Hay tantas cosas de ese estilo que han ido evolucionando y la tecnología nos está ahorrando esas decisiones, nos da el poder de fantasear en el qué pasaría si mi hijo crece con todo automático y cuál va a ser mi relación con él en ese contexto. También meto ese juego junto con la maternidad, aprovechando ese momento para ver la vida de otra forma. De ahí, me lanzo al futuro y me pongo a imaginar cómo cada decisión que tomó hoy en día va a afectarlos su forma de ser, en la percepción del mundo y cómo se sienten posicionados en la sociedad, para poco a poco viajar más allá”, comentó Almada.
Para esta labor, Natalia tuvo que involucrar en la historia a su hijo, por lo que detalló cómo fue trabajar a su lado. “Tuve a mis hijos ya a los 40 años y me dio miedo lo que iba a pasar con mi carrera. Para mi era súper importante que mis proyectos de cine y familiares no fueran como mundos separados. Empezamos a filmar cuando el bebé tenía tres meses y lo cargaba con mi rebozo a todos lados, entonces en cierto modo era más fácil tener un relato que los involucrara y también algo muy familiar. De hecho, mi pareja estuvo a cargo del sonido y compuso la música, y mi cuñado hizo la fotografía. Cuando eran días de rodaje, editábamos cada uno con calma en sus respectivas labores, fue una labor muy familiar pero ardua desde el inicio”, explicó la realizadora.
'Para mi era súper importante que mis proyectos de cine y familiares no fueran como mundos separados', comento la realizadora
Si bien la idea se gestó del choque entre la naturaleza de la maternidad y los peligros de la tecnología, hubo otro factor que pudo jugar una parte fundamental en el proyecto: la pandemia. “Cuando eso pasó, no sabíamos para donde ir. Recuerdo que se estrenó en enero de 2021 pero tuvimos que presentar la película para la convocatoria en Sundance meses antes”, comentó.
“Nos estábamos acercando a ese punto en que no sabíamos si estaría listo y llevábamos apenas meses de pandemia. Admito que, dentro de las decisiones más fuertes que hacemos con nuestro trabajo como artistas, cineastas, etc., es vivir en el tiempo que nos toca. Mi trabajo no es esperar a que el mundo se ajuste a lo que yo quiera, sino reaccionar y existir en este momento”, añadió.
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“Es súper importante esa perspectiva porque el trabajo que se hizo durante la pandemia nos dejará un récord de cómo fue vivir en esta época, nos dolió mucho que la película no se estrenara en una sala, que fuera virtual, porque es una cinta que sufre mucho cuando se ve en computadora, pero especialmente que requiere un compromiso con el espectador y que se vuelve sumamente complicado en un hogar con tantas distracciones o donde lo vean. Esa fue la perspectiva que cambió en ese punto”, expuso Almada.
De alguna manera, este documental deja una puerta abierta a muchos otros temas y reflexiones, dando una sensación de que bien podría existir una secuela. “Me encantaría y no solo tiene que ver con la temática de la tecnología, sino también del formato de la película que mezcla ensayo con ciencia ficción y documental. Eso me fascinó, me encanta hacer documentales pero llevar eso a este nivel de producción fue un deleite, debería abrir el debate sobre cómo la tecnología influye en nuestras vidas a un nivel realista, tengo una entrega total hacia este proyecto y esperemos que la gente lo perciba”, concluyó Natalia.
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