Phoenix en Pepsi Center: Un romántico y renacentista regreso a la Ciudad de México
COBERTURA. La banda visitó una vez más nuestro país poco antes de la salida de su nuevo disco ‘Alpha Zulu’, tres años después de sus tres exitosas presentaciones en el Plaza Condesa y su cierre triunfal en el Corona Capital de Guadalajara
música
La banda francesa tuvo un regreso triunfal en México.
Phoenix es de esas bandas que constantemente vienen a México cada que tienen oportunidad pero que nunca decepcionan. He tenido la oportunidad de verlos varias veces en giras de discos distintos y, aunque no lo parezca a primera vista, son una banda que da todo de sí en vivo y que conceptualiza su música hacia temas específicos como las tendencias italianas en “Tiamo” o el arte renacentista en “Alpha Zulu”.
En esta ocasión la banda francesa regresó a la Ciudad de México años después de los tres memorables conciertos que dieron en el extinto Plaza Condesa (donde en uno de ellos tocaron el disco completo Wolfgang Amadeus Phoenix a propósito del aniversario 10 del material), para cerrar con broche de oro su gira por nuestro país con un memorable concierto en el Corona Capital de Guadalajara 2019.
Laurent Brancowitz en la guitarra.
Hoy una vez más el frío y el clima nublado se apoderaron de la capital mexicana y obligaron a todos a ponerse chamarras con portadas de discos pasados de Phoenix o con el logo de la banda, para prepararse rumbo al show sin acto abridor que empezó minutos después de las 20:30 horas y que explotó con uno de los éxitos que los llevó a la fama “Lisztomania”, de aquel año 2009 donde sonaba en casi cualquier lugar, con un fondo que nos recordó a las pinturas renacentistas con grandes paisajes.
La banda continuó subiendo de intensidad de la mano de “Entertainment” de su disco Bankrupt!, que a través de luces rojas puso a bailar a todos, dando lugar a “Lasso” y a la perfecta combinación en vivo de “Too Young” con “Girlfriend” que sorprendió con impresionantes visuales de cuadros que daban la impresión de que la banda literalmente salía de un cuadro y entregaba su mejor energía para nosotros.
Thomas Mars y Deck D'Arcy.
Posteriormente el escenario se pintó de colores para recibirnos con “J-Boy” al ritmo de la letra “Just because of you” que dejó el terreno preparado para “Alpha Zulu” y “Tiamo”, canción que da nombre a su disco del 2017, llegando a “After Midnight” que nos recordó a bandas como Duran Duran gracias al toque de sintetizadores animados y guitarras distorsionadas que permitieron descansar un poco después del enérgico inicio de show con éxitos y baile constante.
En este punto la banda comenzó a bajar la intensidad del show con una especie de intermedio que, sin perder la calidad de ejecución musical, comenzando con “Armistice” que estuvo acompañado de un teclado maravilloso que sonaba como esos viejos pianos de sonatas y baladas tipo Mozart, y llegando a “Love like a sunset” que duró casi 10 minutos con un descanso visual y auditivo para la segunda mitad de su set que tenía imágenes de la tierra alejándose en el universo a años luz.
Los visuales en el show fueron impresionantes.
Posteriormente sorprendió con “Lovelife” y “Tonight”, donde la banda recobró esa energía que se había drenado un poco pero que continuó creciendo gracias a “Rome” y un increíble fondo de cuadro sacro color azul con estrellas doradas que generaron una mística increíble para “Winter solstice” y “Long distance call” que nos recordó aquel disco del 2006, It’s never been like that, con recuerdos memorables.
La banda de Versalles tiene más de 20 años tocando en distintos escenarios y festivales alrededor del mundo y eso se nota con cada presentación que hacen, no solo en la tremenda ejecución musical y en los visuales temáticos, si no en la manera en que saben estructurar su set con éxitos, intermedios y actos poderosos que mantienen al público atento, cautivo, y enfocado hacia la fiesta que ellos generan en vivo.
Christian Mazzalai.
Lo anterior es clave a partir de “Identical”, canción que la banda hizo para la película On The Rocks dirigida por Sofia Coppola, esposa del vocalista Thomas Mars, y que se extiendió de manera perfecta hacia “If I ever feel better / Funky squaredance” que cerró el set previo a su suave encore iniciado con “Telefono / Fior Di Latte” y la posterior explosión de la mano de “Trying to be cool / Drakkar noir” que dejó el camino listo para “1901” y la clásica despedida de Thomas en medio del público.
Ver a Phoenix en vivo siempre es una experiencia increíble y sin duda el día de hoy, previo al lanzamiento de su nuevo disco Alpha Zulu el próximo 4 de noviembre, la banda se nota más madura y explosiva que nunca, con más de 20 años de energía, entrega y conexión que la banda de Versalles pone a prueba en cada ocasión que pisa nuestro país y que hoy quedó comprobado una vez más.
Una de las grandes postales de la noche.
Lee más sobre nuestras coberturas de conciertos
