La cineasta Jennifer Lame se llevó el premio de Mejor Edición en los Premios Oscar gracias a su trabajo en Oppenheimer, de Christopher Nolan:
“Estaba aterrorizada cuando me contrataste Nolan, y creo que tomaste un riesgo conmigo y nunca me hiciste sentir así. No puedo agradecerte lo suficiente”, dijo en su discurso.
El montaje siempre ha sido un elemento fundamental en la obra de Nolan: Memento, su segunda película, ya fue nominada en este apartado. El director británico comenzó editando su ópera prima Following (junto a Gareth Heal) para después dejar el montaje en manos de Dody Dorn (hasta Insomnia), Lee Smith (hasta Dunkerque) y finalmente Jennifer Lame.
La debutante en los Oscar (que cuenta en su filmografía con las multinominadas Historia de un matrimonio y Manchester frente al mar) es por tanto la responsable de entrelazar los puntos de vista de Oppenheimer y Strauss consiguiendo que el ritmo no decaiga durante las tres horas que dura la película.
Lame maneja con pericia los continuos saltos temporales que hacen que la película consiga romper el molde del biopic tradicional y sabe crear la tensión adecuada en todas esas escenas que no son más que hombres discutiendo en una habitación. Que una película tan compleja a nivel narrativo como Oppenheimer haya sido comprendida y apreciada por tanta gente habla muy bien del trabajo de Jennifer Lame, que hasta ahora ha dominado la temporada de premios de una forma abrumadora.
El filme superó a Laurent Sénéchal por Anatomía de una caída; Kevin Tent de The Holdovers; Thelma Schoonmaker de Killers of the Flower Moon y Yorgos Mavropsaridis de Pobres criaturas.
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .