Con la salida al mercado de su décimo segundo álbum Las mujeres ya no lloran, Shakira despidió la etapa “más dura” de su vida y abraza ahora con desenfado y cierto orgullo una nueva era de romance, sensualidad, libertad y poderío.
En una entrevista con EFE, la colombiana aseguró que “está muy bien”, más segura de sí misma que nunca y despojada de inseguridades y presiones sociales con las que cargó por muchos años.
Shakira cuenta que se encontró con “una nueva fuerza” que no sabía que tenía, y de la que se ha “enamorado”, después de afrontar una separación pública y complicada, la enfermedad de su padre y problemas legales, entre otras cosas cuestiones menos públicas.
“He bajado al infierno, he subido otra vez, he estado en el barro, me he limpiado el barro, me he sacudido el polvo y echado para adelante. Entonces ahora es como que uno tiene una cierta libertad ¿no? Y un poderío también”, indicó.
Vestida de negro, con zapatillas de tenis con plataforma y luciendo mucho más joven de sus 47 años cumplidos en febrero, Shakira afirmó que “todo lo que está en el disco lo respaldo, son mis palabras, es mío”.
Eso incluye el inicio de “Última”, que como dice su nombre es la última que le escribe al ex futbolista español Gerard Piqué, y que comienza con la frase “te agradezco”.
Poder llegar a ese punto es parte de ese poderío descubierto en el proceso, y que la ayudó además dejar de verse como una víctima.
“Es un proceso en el que juegan un papel fundamental los afectos, la familia, los amigos, pero también la capacidad que tiene uno mismo de reconstruirse. Esa capacidad a veces uno la encuentra a través del trabajo, a través de la productividad”, describió.
Y el resultado fueron las 16 canciones de Las mujeres ya no lloran, una crónica de desamor, pero también de la soltería que ahora está disfrutando.
Se refieren a la ruptura las siete que ya estaban en el mercado, más la versión EDM de la sesión 53 con Bizarrap y quizás incluso “(Entre paréntesis)”, su colaboración con Grupo Frontera.
Pero el resto explora el haber encontrado un posible nuevo amor que describe en “Nassau”, o la pasión que cuenta en “Cohete”, el segundo trabajo en el disco con Rauw Alejandro, y hasta el desenfado más explícito en “Puntería”, su canción con Cardi B, la rapera latina. También son historias de Shakira.
“No hay mayor placer que el de tocarte. Nadie como tú me hace fluir. No quiero la Luna, ni ir a Marte, no, solo quiero hacerte venir por mí”, cantan en “Cohete”.
“Ya no sé si quiero parar. Y me derriten tus manos, me drogan tus labios. Tus bíceps me ponen a cien. A ti nunca te dirijo, siempre llegas fijo. Hasta mi punto G, jaja”, dice la letra de “Puntería”.
“Es un álbum muy personal. Dejémoslo ahí”, dijo. “Pero sí, me siento más libre en todo”, reconoció.
Contó como anécdota que ello ha sorprendido hasta a su modista, con chismes más atrevidos que de lo que era la costumbre de esta allegada.
“Ay Shakira, tú no eras así”, confesó entre risas que le dijo mientras le tomaba las medidas para arreglarle la ropa.
Parte de esa liviandad se la atribuye a sentirse más fuerte, en algo por la edad, pero también piensa que tiene que ver con el momento que viven las mujeres en este momento.
“Lo veo en muchas mujeres, pero no solamente de mi edad, lo veo en las mujeres en general. Creo que las mujeres estamos conduciendo esta sociedad a lugares inesperados”, afirmó.
La primera gira internacional de Shakira fue en 1995 cuando recorrió Latinoamérica con el Tour pies descalzos. Casi 30 años después está preparando lo que describió como “la gira de mi vida”.
Aunque todavía está en etapa de planificación y negociaciones, la cantante confirmó que comenzará este año y que añora reencontrarse con ese público, que la sorprendió acompañándola en sus momentos oscuros.
“Por eso es que pienso que Las mujeres ya no lloran es la materialización de un proceso alquímico en el que se transforma el dolor y la rabia en creatividad, en productividad, en resistencia, en fuerza”, indicó.
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