La noticia cayó como una bomba el miércoles: Sum 41, que pisaría México este viernes en su gira de despedida, cancelaba su aparición en el Punk Rock Fest Vol. 3 por unos problemas con la facturación de su equipo de sonido, presuntamente atorado en aduanas en China. Sin embargo, el evento siguió adelante.
Y bien que hizo: afuera del Velódromo Olímpico capitalino, alrededor de las seis de la tarde, un puñado de revendedores se esforzaba, con escaso éxito, en comprar boletos. Esto hacía presagiar que el temido alud de gente rematando sus boletos de último minuto por la baja de los canadienses no iba a suceder.
Mientras tanto, dentro del recinto, la jornada empezó con Buen Viaje abriendo el festival, tras los cuales compareció Blnko, una de las figuras emergentes del panorama pop punk y urbano del país. El joven cantante, acompañado de una banda comparsa, caracteriza su estilo por deambular entre el punk y la música urbana, pero este viernes dedicó al público un setlist exclusivamente centrado en su lado más guitarrero.
Las referencias a la herida que dejó el vacío de Sum 41 no tardaron en aparecer, cuando Blnko amagó con los primeros riffs del hit de los californianos “Fat lip”, que en 2001 los disparó al mainstream musical en plena eclosión del pop punk más comercial, junto a bandas como blink-182, Good Charlotte o New Found Glory.
Tras él, salió al escenario a la banda que el colectivo Hermanos Zepeda eligió para reemplazar de urgencia a la banda liderada por Deryck Whibley: Chingadazo de Kung Fu, quienes animaron al público con su pop punk juvenil al estilo de Pxndx lleno de voces agudas, riffs clásicos del género y referencias a ex novias, entre otras bromas.
Mientras caía la noche cerrada y el recinto se seguía llenando, espantando definitivamente todos los fantasmas de un pinchazo de aforo, salían al escenario The Ataris, quienes alcanzaron el puesto 24 en el Billboard 200 de Estados Unidos en el año 2000 con su álbum So Long, Astoria.
De este álbum recuperaron multitud de temas durante un concierto que encandiló a los y las fans mexicanas, que llevaban al menos 17 años sin verlos, desde que su vocalista, Kris Roe, dio un íntimo show acústico en el Multiforo Alicia en 2007. El momento álgido de su concierto fue la popular versión de “The boys of summer”, de Don Henley, que grabaron precisamente en el mencionado álbum.
El cierre de la noche correspondió a MxPx, banda con la que precisamente The Ataris mantienen una larga relación de amistad, lo cual evidencia que su presencia conjunta en México no es casualidad.
Y la banda californiana, con más de 30 años a sus espaldas haciendo música, supieron entender perfectamente el nuevo rol de headliners que se requería de ellos y lograron engatusar al público echando mano del librillo de Green Day: con “eoos” e incluso haciendo subir a un fan al escenario, un muchacho de Guadalajara al que, al terminar la canción, le tuvieron que pedir amablemente que ya se bajara.
Entre el público corrían las anécdotas sobre quién los pudo ver en su última visita a la CDMX en 2011 en el Pasagüero, o quien acudió al domicilio en EU de su vocalista, Mike Herrera, para pedirle autógrafos.
Mientras tanto, los veteranos punkers prosiguieron con el repaso a su discografía y, al final del concierto, no dudaron en cachetear con guante blanco a Sum 41, evidenciando que el descontento por su cancelación transcendió al público: “Escuchamos que algunas bandas no lograron llegar”, dijo Herrera, tras lo cual procedió a tocar, para júbilo del público, uno de los éxitos de los canadienses, “Motivation”.
Al final, entre bromas sobre Sum 41 y cervezas arriba y abajo, las miles de personas que asistieron este viernes al Velódromo Olímpico se llevaron un excelente festival de punk rock que recuperó algunas de las bandas más icónicas del estilo californiano de los noventas y dosmiles y lograron que multitud de treintones volvieran a vivir la felicidad más post adolescente.
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