La posibilidad de un conflicto armado entre el Ejército israelí y la milicia chií libanesa Hizbulá va en aumento tras la movilización de 50 mil reservistas adicionales por parte de Israel.
En el marco del Día de la Bandera o Día de Jerusalén, el primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió que el país está preparado para una respuesta militar "extremadamente fuerte".
Las hostilidades se reavivaron el 8 de octubre, un día después de que estalló la guerra en la Franja de Gaza. En estas semanas, el intercambio de fuego se ha intensificado, alcanzando niveles no vistos desde 2006.
Netanyahu, en una visita a las tropas en Kiryat Shmona, dijo: "Quien piense que nos quedaremos de brazos cruzados se equivoca. Estamos preparados para una acción extremadamente fuerte en el norte. De una forma u otra restableceremos la seguridad en el norte".
Con la movilización de los 50 mil reservistas, son ya 300 mil los llamados a filas desde el 7 de octubre. Es la mayor movilización en la historia de Israel, con un total de 350,000 reservistas en activo hasta el 31 de agosto.
En un recorrido por la zona afectada, Netanyahu comentó sobre un gran incendio en Metula, provocado por lanzamientos de Hizbulá, que arrasó unas mil hectáreas y tomó a los bomberos 20 horas extinguir. "Ayer el suelo ardía aquí y me alegro de que lo apagaran, pero también ardía el suelo en el Líbano", dijo.
Este miércoles, la defensa aérea israelí interceptó un dron en el área de Metula, donde las sirenas sonaron constantemente durante la última semana debido a los continuos ataques reivindicados por Hizbulá. El grupo se atribuyó tres ataques con cohetes y artillería contra puestos militares israelíes.
Israel está respondiendo con bombardeos diarios a infraestructuras militares de Hizbulá y ataques contra sus filas. En la última semana, el grupo ha confirmado ocho bajas, mientras que al menos tres civiles han muerto en ataques israelíes, sumando unos 70 civiles libaneses fallecidos desde octubre, incluidos menores y periodistas.
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