MSF: Israel debe terminar su campaña de muerte y destrucción

Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió “un fin inmediato” a la ofensiva de Rafah y a las atrocidades que se están cometiendo en toda la Franja de Gaza por parte del gobierno de Israel. “La estrategia militar de Israel de lanzar ataques repetidos en zonas densamente pobladas conduce inevitablemente a la matanza masiva de civiles”, refirió la organización en un comunicado.

“Los civiles están siendo masacrados. Están siendo empujados a zonas que les dijeron que serían seguras, sólo para ser sometidos a incesantes ataques aéreos e intensos combates”, afirma Chris Lockyear, secretario general de MSF. “Familias enteras, formadas por decenas de personas, están hacinadas en tiendas de campaña y viven en condiciones extremadamente difíciles. Más de 900.000 personas fueron nuevamente desplazadas por la fuerza cuando las fuerzas israelíes intensificaron su ofensiva sobre Rafah a principios de mayo”.

En los pasados ataques a un campamento de refugiados en Rafah 45 palestinos murieron y varias decenas más resultaron heridos, según las autoridades sanitarias locales, después de que las fuerzas israelíes bombardearan otro campamento de tiendas de campaña para personas desplazadas en Al-Mawasi, al oeste de Rafah, en el sur de Gaza.

MFS añadió que el personal médico y los pacientes de un punto de estabilización de traumatismos apoyado por MSF en Tal Al-Sultan, Rafah, también se vieron obligados a huir la noche del 27 de mayo, cuando las hostilidades en la zona se intensificaron, deteniendo efectivamente todas las actividades médicas en el centro. Esta evacuación forzosa de otro centro de salud se produce 24 horas después de que las fuerzas israelíes llevaran a cabo un ataque aéreo en lo que habían designado como “zona segura”, matando al menos a 49 personas e hiriendo a más de 250.

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El personal del punto de estabilización registró una afluencia masiva de víctimas: 180 heridos y 31 muertos, y los pacientes sufrieron quemaduras graves, heridas de metralla, fracturas y otras lesiones traumáticas. Estos pacientes fueron estabilizados y remitidos a hospitales de campaña ubicados hacia Al-Mawasi, más al oeste, ya que no quedan hospitales de trauma funcionales capaces de hacer frente a un evento con tantas víctimas.

“Durante toda la noche escuchamos enfrentamientos, bombardeos y lanzamiento de cohetes. Nadie sabe exactamente qué está pasando”, dice la Dra. Safa Jaber, ginecóloga de MSF que vive en el campamento de Tal Al-Sultan con su familia. “Tenemos miedo por nuestros hijos y por nosotros mismos. No esperábamos que esto sucediera de repente. ¿A dónde iremos? Estamos luchando por encontrar los elementos básicos que todo ser humano necesita para mantenerse con vida”.

Apenas la semana pasada, la Corte Internacional de Justica (ICJ) ordenó a Israel a “inmediatamente” detener su ofensiva militar en Rafah, dejar entrar la desesperadamente necesitada ayuda humanitaria y asegurarse de que esta llegue a quienes la necesitan. Pero la ofensiva de Israel en el sur de Gaza, desde entonces, ha escalado. Ninguna medida significativa de ayuda ha entrado al enclave desde el 6 de mayo y el patrón de ataques sistémicos contra instalaciones de salud ha continuado. Todos los países que apoyan las operaciones militares de Israel son moral y políticamente cómplices. Hacemos un llamado en los países, particularmente Estados Unidos, Reino Unido y aliados miembros de la Unión Europea, para hacer todo en su poder para influenciar a Israel en detener el actual sitio y continuados ataques en civiles e infraestructura civil en Gaza. 

“Después de casi ocho meses de esta guerra, ya no hay una sola instalación de salud en Gaza que tenga la capacidad de manejar un evento de víctimas masivas como el ocurrido durante el 27 de mayo. El cierre del centro de traumatología apoyado por MSF en Tal Al-Sultan se produce tras un ataque aéreo el mismo día contra el hospital kuwaití de Rafah, que mató a dos miembros del personal y dejó el hospital fuera de servicio. Casi todos los hospitales de Rafah han sido evacuados por la fuerza y están fuera de servicio o apenas funcionan, lo que no deja posibilidad de prestación de atención médica ni de acceso a ella.

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"Cientos de miles de civiles están siendo sometidos a una demostración brutal e implacable de castigo colectivo", afirma Karin Huster, referente médica del proyecto de MSF en Gaza. “Junto con los bombardeos, los severos bloqueos de la ayuda nos hacen imposible ayudar de manera significativa. La gente también está muriendo porque se impide a los trabajadores humanitarios hacer su trabajo”.

Los bombardeos israelíes y los intensos combates también continúan devastando el norte del enclave, que es casi inaccesible para los trabajadores humanitarios. Los hospitales del norte están bajo fuego y han sido objeto de una gran destrucción, incluidos los hospitales de Al-Awda y Kamal Adwan, el último de los cuales fue bombardeado por las fuerzas israelíes hoy mismo. Otros hospitales, como el hospital Al-Aqsa en Deir al Balah y el hospital Nasser en Khan Younis, han informado de escasez de combustible y es posible que pronto ya no puedan funcionar.

Hacemos un llamado a todas las partes en conflicto para que respeten y protejan las instalaciones médicas, su personal y sus pacientes. Hacemos un llamado a Israel para que detenga inmediatamente su ofensiva contra Rafah y abra el punto fronterizo de Rafah para permitir el ingreso de ayuda humanitaria y médica a gran escala. Pedimos un alto el fuego inmediato y sostenido en toda la Franja”.