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¿Qué proponen Biden (o quien le sustituya) y Trump si ganan, y cómo le afecta a México?

Los votantes, especialmente hispanos, deberían mirar con lupa el programa de gobierno de ambos candidatos en temas como inmigración, ciudadanía, frontera o combate al narco, no vaya a ser que, de tanto fijarse en la senilidad del demócrata, vayan a salir mucho peor parados si eligen al republicano

carrera a la casa blanca

El presidente Joe Biden y (todavía) candidato demócrata y Donald Trump

El presidente Joe Biden y (todavía) candidato demócrata y Donald Trump

Ciudadanía

Joe Biden: Reactivación del programa DACA (iniciativa de Barack Obama paralizada por Donald Trump) para otorgar ciudadanía a unos 600 mil “soñadores”, más de la mitad nacidos en México (Biden no pudo lograrlo en su primer mandato por el veto de la mayoría republicana en el Congreso).

Donald Trump: Eliminación definitiva del programa DACA. Para el expresidente republicano, los jóvenes traídos de sus padres de bebés a Estados Unidos son igualmente “ilegales”.

Biden: Orden ejecutiva para otorgar la ciudadanía a 500 mil inmigrantes casados con estadounidenses, así como a sus hijos nacidos en otros países (unos 50 mil). De nuevo la mayoría de los beneficiados son de origen mexicano.

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Trump: Eliminación de la orden ejecutiva de Biden. Los inmigrantes casados con ciudadanos de EU no tienen derechos, puesto que son “ilegales”.

Biden: Mantener el derecho a la ciudadanía estadounidense de los nacidos en EU.

Trump: Eliminar el derecho a la ciudadanía estadounidense. “En el primer día de mi nuevo mandato, firmaré una orden ejecutiva dejando en claro a las agencias federales que los futuros hijos de inmigrantes ilegales no recibirán la ciudadanía estadounidense automáticamente: Basta del turismo de maternidad”.

Asilo

Biden: Los solicitantes de asilo deben solicitarlo bajando la aplicación CBP One o desde las embajadas de EU de sus países de origen. Los migrantes que llegan a la frontera con una cita sí podrán continuar con su petición de asilo, y los que no serán deportados, salvo contadas excepciones Además, tras la reciente orden ejecutiva del presidente demócrata, se endurecen los requisitos.

Esta reciente orden ejecutiva supone un vuelco brusco a la aplicada por el presidente demócrata, quien al inicio de su mandato, en 2021, eliminó la polémica ley “Quédate en México” y permitió que los solicitantes pudieran permanecer en EU sin estar arrestados, lo que provocó un récord histórico en la llegada de inmigrantes a la frontera, que ahora trata de frenar aplicando parte de la dura política antiinmigrante de Trump.

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Trump: Promete restaurar todos los puntos del programa “Quédate en México”, que en la práctica elimina el derecho a solicitar asilo en suelo estadounidense sin contemplaciones y obliga a miles a intentarlo desde México o desde sus respectivos países, pero con esperanzas casi nulas.

Los solicitantes de asilo por cauces legales —principalmente en consulados— se toparán con un muro burocrático diseñado para alargar “ad infinitum” cada caso, que acaban siendo rechazadas prácticamente todas. Los solicitantes que hayan llegado a la frontera deberán esperar del lado mexicano, lo que originó desde los años de mandato de Trump (2017-2021) los campamentos insalubres de inmigrantes cercanos a la frontera.

Deportaciones

Biden: Los que crucen indocumentados la frontera serán arrestados y sujetos a una deportación acelerada, mediante acuerdos con México y países terceros. Sólo serán estudiadas las solicitudes de asilo en caso de que niños solos, víctimas de trata de personas o quien demuestre que su vida corre peligro en su país. Asimismo, se evitará la separación de familiares. "La práctica de separar familias en la frontera, especialmente de niños, (como hizo Trump durante su mandato) fue vergonzosa": Biden

Trump: Promete “la mayor deportación de la historia de Estados Unidos”, a todos los que crucen la frontera sin documentos, pero también a los millones que llevan años sin papeles trabajando en EU, lo que causaría un impacto brutal y de impredecibles consecuencias para la marcha de la economía, en sectores como la agricultura, industria, construcción, etc...

En mayo, Trump calculó en entrevista a la revista Time que serían deportados “entre 15 y 20 millones”, lo que generaría fuertes tensiones con México, el país más afectado por tener una mayoría aplastante de inmigrantes. Pero las cifras no salen: o el candidato republicano miente en el número de indocumentados para inflar falsamente el problema de la migración o se propone extender su cacería a muchos otros millones de inmigrantes legales, que podrían perder su “green card” incluso por infracciones no graves.

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Para que tenga éxito su gigantesca deportación de “invasores” como llama a los inmigrantes que llegan desde la frontera sur ("¿Por que vienen de países de mierda, por qué no vienen de Noruega?", llegó a decir Trump, dejando al descubierto su supremacismo blanco), el candidato republicano planea campos de concentración y puentes aéreos masivos a México, pero también a terceros países. En caso de que no colaboren, amenaza con sanciones comerciales o eliminación de ayuda a la cooperación.

Frontera

Biden: Descartado el muro, que nunca estuvo en ningún programa electoral demócrata, por costoso e inútil, el presidente espera acallar las críticas de permitir la “frontera abierta”, doblando el número de funcionarios de migración y agentes de la patrulla fronteriza, que estarán equipados con drones y sistema de detención nocturna. En caso de que los arrestos de inmigrantes indocumentados superen los 2,500 durante siete días, ordenará cerrar la frontera.

Además, en caso de un segundo mandato, seguirá la batalla judicial contra los estados, principalmente el republicano de Texas, que desplegó policías estatales en la frontera, pese a ser un mando exclusivo del gobierno federal.

Trump: Militarización de la frontera sur y terminar el muro “de forma rápida y barata”. Tolerancia cero con la llegada de caravanas de inmigrantes y del tráfico de personas. En caso de que las autoridades mexicanas no impidan el cruce masivo, cerrará cuando lo crea conveniente los pasos, con el consiguiente perjuicio para el comercio bilateral.

Crimen organizado y fentanilo

Biden: Presión a las autoridades mexicanas para que fiscalice con eficacia la carga de los barcos que llegan a los puertos para incautar los precursores de fentanilo (procedente de China), así como para desmantelar los laboratorios y cortar las vías de lavado de dinero. Todo ello con la estrecha colaboración de la DEA, pero no desde la imposición.

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Trump: El republicano parte de la base de que las autoridades mexicanas no colaboran con EU en la guerra contra el narcotráfico, de que el Estado mexicano es inexistente en amplias zonas del país y que hay elementos cómplices dentro del gobierno federal, estatal y local con el crimen organizado. Por todo esto, y en caso de que las autoridades mexicanas no acepten sus exigencias, como el despliegue de agentes de la DEA e incluso el ejército estadounidense en territorio mexicano para combatir a los cárteles, se plantea el envío de de escuadrones encubiertos para la eliminación de jefes de los cárteles (al estilo del Mossad israelí en sus operaciones internacionales), así como el bombardeo de laboratorios, como proponen los congresistas republicanos, según tres fuentes cercanas al magnate.

Armas

Biden: El demócrata insistirá en endurecer el control de armas, con una investigación más exhaustiva y rápida de los antecedentes del comprador. Asimismo, pedirá al Congreso restablezca la ley de Bill Clinton que prohibía los fusiles semiautomáticos, de gran capacidad letal. Pero la iniciativa de Biden (como en su día la de Barack Obama) ha chocado cada vez con el muro republicano.

Trump: Al igual que los legisladores republicanos, el magnate populista está más preocupado en recibir las donaciones para su campaña de organizaciones proarmas como la poderosa Asociación Nacional del Rifle, que en evitar que el país siga siendo el que sufre más tiroteos y más muertos por armas de fuego del mundo, entre ellos decenas de niños cada año. 

Así que, de llegar al poder, seguirá protegiendo las armerías y el derecho de los estadounidenses a comprar armas, aunque muchas de estas acaben en manos de los cárteles mexicanos que protegen así su negocio de distribución masiva de fentanilo en todo Estados Unidos.

Antes de votar, los votantes debería considerar la paradoja de que el candidato que presume de que acabará con los cárteles mexicanos es el que más contribuye a que con sus armas sean más temerarios y envíen cada vez más fentanilo en las ciudades de EU, causante de más de 100 mil estadounidenses al año.

El expresidente Donald Trump y candidato republicano

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