Ucrania gana terreno, literalmente, en su nueva estrategia para frenar a los invasores rusos, que consiste en invadir territorio enemigo.
Las tropas leales al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que hace una semana irrumpieron en la región rusa de Kursk, controlan un total de 28 localidades, lo que obligó a la evacuación de miles de residentes a zonas seguras, afirmó este lunes su gobernador en funciones, Alexéi Smirnov, en una reunión telemática con el presidente ruso, Vladímir Putin.
"Actualmente la situación en la región es compleja. A día de hoy hay 28 localidades bajo el control del enemigo, la profundidad de penetración en el territorio de la región de Kursk es de 12 kilómetros y el ancho es de 40 kilómetros", dijo Smirnov en el encuentro transmitido por la televisión estatal.
12 civiles rusos muertos
El gobernador indicó que en esas 28 localidades quedaron bajo control enemigo unas 2 mil personas y añadió que se desconoce "la suerte que han corrido".
"Tenemos 12 civiles muertos y 121 heridos, entre ellos, 10 niños", dijo Smirnov en la reunión presidida por Putin y en la que participaron los máximos responsables de Defensa y Seguridad, y los gobernadores las regiones de Briansk y Bélgorod, vecinas de la de Kursk.
"El problema es que no hay una línea clara del frente, no hay comprensión de dónde se encuentran las unidades de combate (de las Fuerzas Armadas de Ucrania)", dijo Smirnov, que insistió en que "es muy importante saber dónde se encuentra el enemigo".
121 mil evacuados
El gobernador informó de que para este momento de las zonas de la región fronteriza con Ucrania han sido evacuadas 121 mil personas y se espera la evacuación de otras 60 mil.
Tras la confirmación de la “invasión ucraniana”, Putin admitió el revés para sus planes expansionistas, pero afirmó que uno de los objetivos de la incursión ucraniana en la región rusa de Kursk es frenar la exitosa ofensiva de Moscú en el este de Ucrania.
Otro de los objetivos de Kiev es mejorar las posiciones de Kiev en unas eventuales negociaciones de paz, afirmó el líder ruso en una reunión especial sobre la situación en las zonas fronterizas transmitida por la televisión estatal.
"¿Pero de qué negociaciones se puede hablar con personas que atacan indiscriminadamente a civiles? ¿De qué se puede hablar con ellos?", se preguntó Putin, obviando los miles de civiles ucranianos muertos por la agresión rusa desde hace más de dos años.
Sin embargo, el principal motivo del ataque en Kursk, que comenzó el pasado 6 de agosto, es "parar la ofensiva rusa para la plena liberación de los territorios de las repúblicas populares de Lugansk, Donetsk, del territorio de Novorossia", anexión considerada ilegal por la ONU.
Pese a admitir el éxito de la “contraofensiva terrorista”, como la definió, el dictador ruso informó a los presentes que desde el inicio de la incursión ucraniana ha aumentado la cantidad de jóvenes que quieren alistarse al Ejército y que todos los objetivos de Rusia "sin duda, serán alcanzados".
"Nuestras fuerzas armadas avanzan a lo largo de toda la línea del frente", dijo Putin a los participantes en la reunión, entre los que se encontraban los jefes de Defensa y el Ejército ruso y los gobernadores de tres regiones fronterizas, entre otras autoridades.
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