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Los ultras dejarán caer el gobierno de Netanyahu si acepta el plan de paz de Biden

El primer ministro israelí, sometido a una enorme presión por parte de los familiares de los rehenes y de sus socios radicales en el gobierno

guerra en oriente medio

Tel Aviv acogió la noche del sábado la mayor manifestación de familiares de rehenes y simpatizantes para que Netanyahu apruebe el plan de paz de Biden

Tel Aviv acogió la noche del sábado la mayor manifestación de familiares de rehenes y simpatizantes para que Netanyahu apruebe el plan de paz de Biden

EFE

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se encuentra entre la espada y la pared. Por un lado, está la presión de la mayoría de la sociedad israelí y de los familiares de los rehenes para que acepte el plan de paz del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los ministros de los partidos supremacistas judíos y de extrema derecha, que amenazan con dejar caer su gobierno, si para la guerra en Gaza.

Unas 120 mil personas participaron la noche del sábado en Tel Aviv en la mayor protesta contra Netanyahu desde el 7 de octubre para exigir la adhesión de Israel a la iniciativa difundida por Biden y rescatar cuanto antes a los secuestrados. “¡Deben volver!”, gritaban familiares de los cautivos.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha sido el último dirigente en unirse a las presiones para que el primer ministro del gobierno más radical de la historia de Israel acepte la tregua de tres fases, que incluye la liberación de los rehenes en manos de Hamás, la retirada de las tropas de Gaza y el inicio de la reconstrucción del enclave palestino.

“Es nuestra obligación inherente traer a los cautivos a casa dentro del marco de un acuerdo que preserve los intereses de seguridad del Estado de Israel”, indicó Herzog en un comunicado.

Paralelamente, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, insistió en una rueda de prensa en que la Casa Blanca tiene “todas las expectativas de que si Hamás acepta la propuesta, entonces Israel dirá que sí”. El grupo terrorista ya adelantó que valora “positivamente” los términos de la negociación.

Tanto Estados Unidos como los principales dirigentes de la Unión Europea han invitado a Netanyahu a aceptar el acuerdo de Biden. El canciller alemán, Olaf Scholz, trasladó personalmente su apoyo a la medida en una llamada telefónica a Netanyahu. “El Gobierno se suma a la llamada de Washington: Hamás debe poner fin de una vez a su actividad asesina y liberar a los rehenes; con la oferta israelí, la perspectiva de poner fin a los combates y a la guerra está ahora al alcance de la mano”, dijo la oficina del canciller en una nota posterior a la conversación.

Además, el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed, país que normalizó relaciones diplomáticas con Israel, tras los Acuerdos de Abraham, y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, mediador de Hamás, discutieron la propuesta y anunciaron su apoyo a todas las “iniciativas y esfuerzos serios” hacia una paz duradera en la región, según la agencia emiratí Wam.

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Chantaje de los ultras

En el otro extremo, están los dos partidos ultranacionalistas que sustentan al primer ministro: Sionismo Religioso y Otzma Yehudit.

El ministro de Seguridad Nacional, el ultra Itamar Ben Gvir, aseguró que “si el primer ministro pone en marcha este acuerdo bajo las circunstancias publicadas, sería el final de la guerra y la renuncia a destruir a Hamás, por lo que Poder judío (su partido) desmantelaría el Gobierno”.

El mismo tono empleó el ministro de Finanzas, el ultraortodoxo Bezalel Smotrich, para referirse a Netanyahu: “Le he dejado claro que no formaré parte de un Gobierno que acceda a la propuesta y termine la guerra sin destruir a Hamás”.

Queja egipcia a Tel Aviv

Mientras se resuelve si Netanyahu acepta o no la propuesta de paz de Biden, las relaciones entre El Cairo y Tel Aviv se tensan por la cuestión de la ayuda humanitaria.

La televisión estatal egipcia Al Qahera News, cercana a la Inteligencia egipcia, informó de que, tras una reunión en la capital con delegaciones israelíes y estadounidenses, las autoridades de El Cairo trasladaron a Tel Aviv que es necesario “trabajar de inmediato” en la retirada de Israel de Rafah para que puedan entrar 350 camiones de ayuda humanitaria cargados de productos básicos.

Son cifras cercanas a la mitad de la ayuda que entraba antes de la guerra, entre 500 y 600 camiones diarios.

Egipto tiene que optar ahora por enviar la ayuda a través del paso de Keren Shalom, cuyo acceso a Gaza es bloqueado por judíos ultraortodoxos a diario. El de Erez, que Israel anunció que abriría, también está bloqueado, y el único punto de acceso normalizado es el muelle artificial construido por Estados Unidos, que actualmente está además en reparaciones debido al temporal.