Amanecen más distantes que nunca las partes en pugna por la reforma judicial
La huelga en juzgados de distrito ya es claramente permanente, sin fecha de levantamiento, y no hay negociación. Una parte le exige a la otra ceder en todo
Huelga
Paro indefinido en el Poder Judicial
Este jueves los juzgadores federales se amarran a su paro de labores que mantiene inactivo, en lo fundamental, los juzgados de distrito del país. Su objetivo declarado, poco realista, es que se detenga la intención de reformar el Poder Judicial. La respuesta ya llegó del lado de Morena: en los primeros días de septiembre, la reforma pasa fast track en San Lázaro. Ese es el panorama, sin negociación y con cada parte pidiendo que la otra se declare vencida. Todo o nada.
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Por lo pronto, los jueces y magistrados federales mantienen firme su intención de echar abajo la reforma federal, específicamente los apartados que les arrebatarán su puesto para ponerlos en juego mediante votación popular.
Tienen previstas movilizaciones de fin de semana, lo que incluye una al INE para pedir que no se dé la "sobrerrepresentación" a Morena en el Congreso de la Unión, lo que garantizaría un paso fast track de la reforma judicial. Y eso es lo que los morenistas de la próxima legislatura ya prometieron. Si bien en el Senado a Morena y aliados les faltan dos escalos para la mayoría calificada, todo los analistas prevén que esos dos senadores extras se consigan rápido o bien desde lo que queda del PRD o desde la agitada bancada priista.
Como se señalaba inicialmente, una característica del conflicto por la Reforma Judicial es la ausencia de acercamientos entre las partes, pues no sólo desde Palacio Nacional, ya con un presidente de salida, el discurso es poco conciliador.
La disciplina morenista, monolítica a imagen y semejanza de aquel desaparecido priismo del siglo XX, apareció este miércoles en San Lázaro, donde 160 diputados electos comenzaron su registro y credencialización. Voces con línea directa hacia la presidencia actual y la que viene el próximo sexenio anunciaron que la Reforma Judicial va en los primeros días de septiembre.
Toda vez que la mayoría calificada de Morena y partidos aliados es prácticamente un hecho, esta promesa podrá verse cumplida sin dificultad. El envío de la minuta al Senado tendrá un escollo de dos escaños que le faltarán a Morena para tener la mayoría calificada en la cámara alta. No obstante, es factible que eso esté resuelto con un par de senadores que emigren desde el PRD o el PRI a la bancada mayoritaria. Si la disciplina morenista es monolítica, la oposición luce desquebrajada aún antes de instalar la nueva legislatura.
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Lola Padierna, luego de sus trámites en San Lázaro, sentenció el futuro de las plazas de juzgadores: “La Legislatura LXVI será, sin duda alguna, la de la mayoría calificada, siempre para legislar en beneficio de nuestro pueblo, tenemos una agenda de 18 reformas constitucionales en este primer periodo sesiones, cinco de ellas prioritarias, entre las que se encuentra la reforma al Poder Judicial. Tendrá que ocurrir en septiembre”.
“Vamos a tratar de convencer a la oposición de que voten con nosotros”, señaló Rigoberto Salgado, operador político y electoral en Tláhuac, algo similar a lo que César Cravioto indicó.
Nacho Mier, coordinador saliente, no se quedó atrás en sentenciar la prontitud con la que el dictamen de la Reforma Judicial será tratado.
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El diputado electo a la LXVI Legislatura por el distrito 15 de Irapuato, Guanajuato, José Javier Aguirre Gallardo (Morena), refrendó el compromiso por dar continuidad al denominado “Plan C” presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Morena lo está haciendo a conciencia y con toda claridad, porque el ‘Plan C’ va, la reforma va, y va aceptando las modificaciones y escuchando a todas las partes”, sostuvo. Pero ese suspirito de apertura se cierra al aclarar que hubo 100 cambios en el dictamen de la reforma al Poder Judicial, tras concluir los diálogos nacionales. Es decir, ya se escucho a los detractores y el Plan C va y va rápido.
Y al otro lado de la disputa, integrantes de la asociación nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, hubo manifestaciones de los paristas, acompañados por personal de los juzgados.
Juana Fuentes, cabeza de la asociación, leyó un documento en el que se muestra la decisión de llevar más lejos el conflicto: “Esta reforma no sólo amenaza la justicia; amenaza la estabilidad misma de nuestra nación. Sin una justicia independiente, las inversiones se verán afectadas, la confianza en nuestras instituciones se desmoronará, y los derechos humanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria. Nos encaminamos hacia una crisis constitucional sin precedentes, una crisis que, de no ser detenida, dejará cicatrices profundas en nuestro tejido social”, resaltó.
No hay puntos de un pliego petitorio ni desmenuzamiento de las medidas rechazadas: las actividades en juzgados federales de distrito se normalizarán hasta que “se frene la aprobación del dictamen de reforma”.
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