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Necesaria una acción global para enfrentar la crisis de saturación de los servicios hospitalarios de urgencias

En temporada decembrina, cuando hay mayor demanda y pocas camas disponibles

Foto: Jesse Orrico

Durante la época de fin de año, es cuando mayor demanda existe en los servicios de emergencias, saturándose  y poniendo en riesgo a quienes sufren accidentes cardiovasculares

Comenzar el año nuevo con un propósito de vida en el que la salud personal, sea una prioridad, es la mejor forma de iniciar un nuevo ciclo y minimizar el riesgo de sufrir un evento cardiaco que cada año le cuesta la vida a miles de personas en el país.

El presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia, doctor Daniel Sánchez Arreola, puntualizó que “ante el incremento de enfermedades respiratorias en la temporada decembrina, los médicos de emergencias hacemos un llamado para hacer buen uso de los servicios de urgencias de los hospitales y evitar la saturación”.

TEMPORADA DECEMBRINA, INCREMENTO DE MUERTES POR ENFERMEDADES CARDIACAS

Hay que tomar en cuenta, abundó, que durante las fiestas de fin de año por lo regular, los accidentes que llegan a salas de urgencias aumentan 30% y las muertes por enfermedades cardiacas se disparan hasta en un 8% con respecto a noviembre.

“De hecho, la mortalidad cardiaca es mayor en Navidad y Año Nuevo que en cualquier otra época y las fiestas pueden ser consideradas un factor de riesgo de muerte, según investigaciones de la Asociación Americana del Corazón de los Estados Unidos, refirió.

En ese mismo sentido, el doctor Daniel Sánchez Arreola, señaló que datos de la Federación Internacional de Medicina de Emergencia (IFEM, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME) hacen un llamado al restablecimiento de la atención de urgencias en todo el mundo.

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Ambas organizaciones médicas consideran que es esencial recuperar el control de los servicios de urgencias de los hospitales y garantizar que no se pierdan más vidas mientras los pacientes esperan a ser tratados, por lo que, subrayó, existe una urgente necesidad “de que todos los sistemas de salud y gobiernos tomen medidas para remediar la situación actual”.

Recordó que el hacinamiento y saturación de las salas de emergencias se por un incremento y desequilibrio en la demanda de pacientes, la capacidad de los hospitales para poder trabajar y brindar un servicio eficiente, incluida la disponibilidad de camas para pacientes que requieren ingreso.

En una investigación de ambas instituciones se encontró que ante la saturación de los servicios de urgencias de los hospitales, el paciente corre el riesgo de perder la vida, ya que un estudio publicado en 2022 por el Emergency Medicine Journal estableció que los pacientes que esperaron en urgencias más de 6 a 8 horas desde su llegada tienen un 8% más riesgo de morir, debido a que hay demasiados pacientes para el espacio disponible.

SISTEMAS DE SALUD SATURADOS EN TODO EL MUNDO

Reconoció que estos problemas ya estaban presentes en los sistemas de salud de todo el mundo antes de la pandemia de COVID-19, la situación de las salas de urgencias ha sido un fenómeno constante y creciente los últimos tres años.

De los 41 países miembros de IFEM encuestados en noviembre de 2022, el 100% informó de hacinamiento en sus salas de urgencias. IFEM y SMME pide que los sistemas de salud garanticen suficiente espacio, salas de urgencias mejor equipadas y hospitales con procedimientos más resolutivos para que el personal pueda realizar mejor su trabajo y para que los pacientes tengan algo de privacidad y dignidad.

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En este contexto, mencionó que de los problemas más frustrantes para los profesionales de la medicina de urgencias, por lo regular son situaciones que están fuera de su alcance y fuera del servicio de urgencias, con lo que, para que estos servicios funcionen de manera eficiente, la limitada capacidad de personal dentro de los hospitales no debería afectar la parte más valiosa del sistema que se ocupa en enfermedades y lesiones urgentes.

En este contexto, el llamado es a todos los gobiernos y a las autoridades de salud del país para que implementen políticas locales y nacionales que aborden esta problemática y sus causas que ayuden a proteger a las salas de emergencia y a los pacientes de los riesgos a los que están expuestos actualmente.