Opinión

Claudia rescata al clan Cárdenas

La doctora Sheinbaum está empeñada en acomodar al clan Cárdenas en el segundo piso de la 4T. Fue por ellos hasta su casa un par de veces, se tomó la foto sonriente con Cuauhtémoc y sus vástagos y desde entonces comenzó a circular la versión de que alguno de ellos tendría un lugar en el equipo de Claudia. Antes de eso, el jefe del clan, Cuauhtémoc, dijo ante los micrófonos abiertos que él votaría por Sheinbaum con lo que el acuerdo quedó sellado.

Claudia Sheinbaum Pardo, candidata a la Presidencia de la República; se reunió con el ex aspirante Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano y sus hijos Camila, Cuauhtémoc y Lázaro Cárdenas Batell.

Claudia Sheinbaum Pardo, candidata a la Presidencia de la República; se reunió con el ex aspirante Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano y sus hijos Camila, Cuauhtémoc y Lázaro Cárdenas Batell.

Cuartoscuro Archivo

En el sexenio que está por terminar los Cárdenas fueron invitados incómodos. Lázaro tuvo por un tiempo un cargo honorario en Palacio Nacional como coordinador de asesores que se parecía más una beca que una chamba. La relación entre Cuauhtémoc y Andrés Manuel bordeó el rompimiento. Se mantiene sostenida por alfileres y ambos personajes cuidan ahora un poco más las formas. Los agravios ahí están y no se borran.

No puede separarse el nombramiento de Lázaro de la petición expresa de Claudia de que Ifigenia Martínez le entregue la banda presidencial le entregue la banda presidencial durante la ceremonia del primero de octubre. Ifigenia es una integrante destacada del grupo que se escindió del PRI durante el sexenio de Miguel de la Madrid que años después fundó el PRD que a su vez dio lugar a Morena, ya con AMLO como jefe máximo. La hazaña de Cuauhtémoc, Ifigenia y Porfirio está siendo revalorado al interior del equipo de Claudia como una fecha clave para entender el desarrollo democrático del país.

Nombrar a Lázaro Cárdenas Batel como jefe de la oficina de la Presidencia es una carambola de tres bandas. Primero inhibe al menos en parte el nombramiento de Rosa Icela Rodríguez como secretaria de Gobernación. Rodríguez es un cuadro que responde a AMLO y no se toma ni siquiera la precaución de ocultarlo. Lázaro hará chamba que se parece mucho a la que se realiza en Bucareli con la diferencia de que su oficina estará al lado de la de Claudia, cruzando el pasillo.

En segundo lugar, reivindica, como apuntamos arriba, la creación de la Corriente Crítica como el big bang real del movimiento que llevó años más tarde a López Obrador y a ella misma a Palacio Nacional. Y también le manda un mensaje a ese sector duro de Morena que se atrevió a retarla en el proceso interno de Morena para la jefatura de Gobierno de la CDMX. Me refiero a Batres, Brugada, Citlalli, Jesús Ramírez, entre otros, que se creen los únicos morenistas de izquierda que hay en el movimiento. Hasta el momento ese grupo no tiene presencia en el gabinete, aunque dicen los que saben que el jueves Martí puede aparecer como titular del Trabajo, aunque el plan inicial de la casa de transición haya sido ubicarlo un escalón abajo en el ISSSTE o en Infonavit.

Sheinbaum tarde o temprano tendrá un gabinete con gente que la vea a ella como jefa política, esto explica la decisión de ubicar a Altagracia Gómez como enlace con la comunidad empresarial, mientras que Marcelo sigue atendiendo los temas de la Secretaría de Economía.

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El presidente López Obrador quiere ejercer el mando incluso en medidas que tendrán su verdadero impacto una vez que él se haya retirado, por eso se mete en la confección del gabinete y se mete también en la agenda legislativa. Su idea de aprovechar el mes de septiembre para hacer todas las barbaridades que pueda es una gandallada, no sé de qué otra manera nombrarlo, porque el proceso legal de las leyes que se aprueben para cumplir sus caprichos no habrá terminado cuando él ya esté viviendo su retiro político en Palenque. ¿Lo hará?