Opinión

El Futuro de la Inteligencia Artificial Innovación y Desafíos

En México, la Inteligencia Artificial (IA) está emergiendo como una prioridad en diversas agendas tanto en el sector público, sector privado, académico, organismos autónomos y sociedad civil organizada y, cada vez más, se reconoce su importancia para la competitividad y la productividad.

Inteligencia artificial

Inteligencia artificial

De acuerdo a datos del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial 2023, México obtuvo un puntaje de 48.55, que lo posicionan país como el quinto país de la región, solo después de Chile, Brasil, Uruguay y Argentina.

Los datos refieren que, en la región Latinoamericana, nuestro país está dentro del promedio de la infraestructura tecnológica en línea y resalta avances en tecnología 5G, no obstante, enfrenta desafíos en el acceso y uso de internet. Dentro de todo ello, brinda oportunidades para fortalecer la investigación y desarrollo.

En el ámbito del talento, México se destaca en alfabetización en IA, la cual ha tenido un mayor impacto al centro del país -Ciudad de México y Estado de México-, lo cual representa una brecha geográfica de habilidades tecnológicas de todo tipo, según estudios de la CEPAL en 2023.

En Investigación y Desarrollo, México sobresale en patentes, pero enfrenta deficiencias en productividad, calidad de código abierto y adopción empresarial de la IA. Mientras que, en gobernanza, el país se tiene que fortalecer y se requiere de una estrategia actualizada para alcanzar estándares internacionales y contar también con regulaciones de protección de datos.

En datos de la 41°a Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), de noviembre de 2021, se emitió la primera Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial (IA), con la finalidad de emitir algunas directrices para un uso ético, responsable y multirateral de la inteligencia artificial basadas en el derecho internacional y centrado en el respeto a los derechos humanos, igualdad de género, justicia social y económica, desarrollo, bienestar físico y mental, protección del medio ambiente para contribuir en la paz y la seguridad.

Por otro lado, en datos del Índice de Preparación de la IA del Gobierno, publicado anualmente por Oxford Insights y en el que se evalúa el desempeño de 193 países, México tuvo un crecimiento inicial en 2021 pero su puntuación ha disminuido debido a la falta de continuidad de la política pública en materia digital, pasando de 52.62 a 50.37 en 2023.

De 2021 a 2023 México perdió 13 lugares, ubicándose en el puesto número 68. Aunque mostró cierto avance en la integración de la IA en servicios públicos, este progreso se ha estancado. Por su parte, las empresas en México han implementado activamente la IA, según el “Global AI Adoption Index 2022” que señala un aumento del 31%.

Una encuesta realizada por la Asociación de Internet y Knowsy AI, indica que 55% de los usuarios de internet en México perciben la IA como una herramienta útil, mientras que 22% expresan preocupaciones sobre sus posibles impactos negativos.

Estas cifras reflejan una dualidad presente tanto en México como a nivel global: un entusiasmo por la innovación y el desarrollo tecnológico, junto con una cautela hacia los riesgos éticos, económicos, sociales, de dependencia tecnológica y de ciberseguridad que estos avances podrían conllevar.

La ubicación estratégica de México, podría convertirlo en un destino clave para empresas que buscan trasladar parte de su producción, así como se ve reflejado en la estrategia de nearshoring, pero necesita contar con la infraestructura digital tanto de tecnología y de almacenamiento y procesamiento de datos, capacidades y habilidades adecuadas para su desarrollo.

En este contexto, maximizar los beneficios requiere establecer una visión nacional compartida y desarrollar estrategias específicas que transformen esa visión en acciones concretas mediante políticas públicas, nuevas leyes o actualización de varias y una gobernanza que involucre a múltiples actores, mediante el establecimiento de mecanismos de colaboración con sociedad civil, organizaciones internacionales, empresas trasnacionales, que garanticen una participación responsable.

Se requiere estructurar una Agenda de Inteligencia Artificial que permita a México potenciar la innovación, desarrollo y uso de las tecnologías basadas en IA para el bien común, salvaguardando los derechos de las personas y del medio ambiente.

Ahora, justo al inicio de la administración 2024-2030, se pretende una visión general y actualizada de la IA, para que esta pueda ser considerada en el Plan Nacional de Desarrollo y la Estrategia Digital Nacional y con ello hacer frente a la revolución tecnológica que está dando forma al siglo XXI.

Es necesario impulsar programas de formación, actualización y certificación profesional, de acuerdo a la demanda laboral generada por las tecnologías basadas en IA, garantizando siempre los derechos laborales.

Es esencial implementar, entre otras acciones, fomentar la educación y capacitación, continua a través de recursos educativos y talleres de todos los niveles; fortalecer los programas de formación, actualización y certificación profesional (micro-credenciales) dirigidos a la Población Económicamente Activa (PEA). Estos programas deberán desarrollar y fomentar las habilidades y competencias que permitan a las personas mantener sus empleos actuales, facilitar la transición o adquisición de nuevas capacidades de acuerdo con la demanda del mercado laboral; desarrollar programas integrales de formación y capacitación en tecnologías basadas en IA dirigido a funcionarios públicos; fomentar una cultura organizacional que promueva el desarrollo e integración de la IA como una herramienta fundamental para la Transformación Digital de la Administración Pública, considerando aspectos clave como la gestión del cambio. Esto permitirá al personal que integra las dependencias públicas comprender los beneficios y riesgos asociados con esta tecnología, identificar los campos de aplicación que generen valor y adquirir los conocimientos técnicos necesarios para su adecuada ejecución.

En este desarrollo histórico de la IA el derecho penal, por ejemplo, no puede ser ajeno, de acuerdo con el texto Utilización de la Inteligencia Artificial de sistema experto en la investigación del delito, en materia de procuración de justicia o seguridad pública, la IA está delimitada a la protección de datos y es mínimo su uso en la investigación de delitos.

Existe un nicho amplio para explorar desde una visión ética que abone en la automatización de procesos en la administración de justicia, análisis predictivos para para analizar contextos históricos y sociales para predecir tendencias delictivas y resultados judiciales, desarrollo de asesoría legal automatizada y transparencia y acceso a la información que permita la consulta de procesos judiciales y de resultados como ya se hace en algunos países e incluso, en algunas instituciones de impartición de justicia.

La carga de trabajo en el sistema judicial es alta, lo que conlleva a retrasos en los procesos de procuración de justicia lo que afecta el desempeño físico y emocional de los servidores públicos. La implementación de la IA puede ser de gran ayuda para garantizar un ágil acceso a la justicia, proporcionando herramientas que mejoren la eficiencia y la calidad de los procesos judiciales, como pueden ser, sistemas de búsqueda, sistemas de almacenamiento y en casos ambiciosos, desarrollar IA para un primer acercamiento a personas que lo requieran, además también ayudaría a fomentar la transparencia y acceso a la información, implementando un sistema de búsqueda derivado de IA para un fácil acceso y atención a víctimas principalmente.

Asimismo, se requiere fortalecer un modelo de educación dual que permita a los estudiantes incorporarse al mercado laboral mientras continúan sus estudios a través de métodos híbridos y flexibles, que combinan la enseñanza presencial con la modalidad en línea; implementar políticas de complementariedad, reconversión y capacitación cruzada en el mercado laboral que genere las habilidades necesarias para adaptarse a los cambios generados por tecnologías emergentes.

Con este tipo de acciones México podría avanzar en la reivindicación de su cualidad competitiva y de productividad, frente a los nuevos escenarios donde la IA es omnipresente.

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