Opinión

Ciberacoso. Una realidad para atender

Recientemente se publicó la nota técnica del Módulo sobre Ciberacoso 2023 por parte del INEGI. En él se presentan resultados de la prevalencia de ciberacoso, busca establecer identidad y sexo de la persona que lo comete, así como la intensidad y el impacto que causa en las víctimas. Además, incluye rangos de edad y nivel de escolaridad de la población víctima y las medidas de seguridad que realiza la población usuaria de internet para proteger su información y equipos.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el ciberacoso o cyberbullying se trata de un comportamiento presente en las redes sociales, las plataformas de mensajería instantánea incluso en los videojuegos, además de los sitios de Internet. Este fenómeno se lleva a cabo a través de difusión de imágenes sin consentimiento de los afectados, mensajes hirientes o amenazas o suplantación de identidad.

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De acuerdo con los datos, el año pasado, a nivel nacional, 20.9 % de la población usuaria de internet vivió alguna situación de acoso cibernético. El porcentaje representa 18.4 millones de personas de 12 años y más. La mayor prevalencia de ciberacoso se registró en Durango, con 28.8 por ciento. Siguieron Oaxaca y Puebla, con 25.5 y 25.0 %, respectivamente. Las entidades con menor prevalencia fueron Guerrero, con 17.4 % y Sinaloa y Ciudad de México, ambas con 17.6 %.

Durante 2023, 61.7 % de la población de 12 años y más -víctima de ciberacoso- desconocía a la persona acosadora; 23.4 % identificó solo a personas conocidas y 14.8 % señaló haber sufrido ciberacoso tanto de personas conocidas como desconocidas.

De la población de hombres de 12 años y más que fueron víctimas de ciberacoso y que pudieron identificar el sexo de las personas agresoras, 60.4 % indicó haber sido agredido solo por hombres. Por su parte, de la población de mujeres que fueron víctimas de ciberacoso y que pudieron identificar el sexo de las personas agresoras, 53.0 % manifestó haber sido agredida solo por hombres.

Los medios digitales en los que se efectuó el ciberacoso a nivel nacional, de la población de 12 años y más que experimentó alguna situación de ciberacoso, 41.8 % sufrió el acoso mediante Facebook. Seguido por WhatsApp e incluso llamadas de teléfono celular, con 37.8 y 28.9 %, respectivamente.

Debido a que en la mayoría de los casos se afecta principalmente a niñas, niños y adolescentes (NNA), se aconseja a padres y tutores prestar atención a diversas señales. Es importante tomar en cuenta los cambios repentinos de humor o la pérdida de interés en actividades habituales, fingir alguna molestia física o enfermedad para evitar ir a la escuela, eliminación de las cuentas en redes sociales, aislamiento social anormal, pérdida o extravío de objetos en situaciones extrañas.

En el supuesto de que un menor o adolescente manifieste estos síntomas, se le debe preguntar si está siendo acosado en el mundo físico o virtual. Y, en caso afirmativo, brindarle todo el apoyo necesario para que se sienta acompañado y pueda superar esa experiencia negativa.

De cara a proteger a los NNA del ciberacoso, los especialistas recomiendan tener en cuenta los siguientes consejos:

Identificar los dispositivos que se conectan a internet y activar los sistemas de protección parental.

Sobre todo, en los ordenadores, crear varias cuentas para que los padres sean los administradores y los hijos tengan permisos limitados.

Concientizar a los menores para que usen la red de forma segura. Deben entender que no es conveniente facilitar información personal ni fotografías o vídeos a terceros.

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En el caso de las redes sociales o los servicios de mensajería instantánea, se recomienda a los padres que configuren la cuenta junto a sus hijos.

Educar a estos últimos para que, en el supuesto de sufrir acoso cibernético, lo reporten cuanto antes a sus padres o profesores.

Hoy la vida sin internet es algo impensable, ante ello la falta de una legislación y medidas de ciberseguridad potencializa los riegos para los niños y adolescentes; atender esta problemática es una tarea que implica la participación de todos los actores sociales. Desde luego la responsabilidad de quienes tienen como encargo la formación y educación, es de mayor trascendencia. Así, en las escuelas y en los hogares, son los bastiones para brindar un futuro más seguro frente a la interconexión digital.

En conclusión, el ciberacoso representa una preocupación significativa en la sociedad actual, subrayando la necesidad urgente de implementar estrategias efectivas tanto en el ámbito educativo como familiar para proteger el entorno digital. Solo mediante una colaboración coordinada entre todos los sectores sociales será posible mitigar este riesgo y garantizar un ambiente más seguro en línea para las generaciones futuras.