Opinión

Médicos escritores

No es fácil que un científico sepa comunicarse con la población general y que, además, dedique tiempo para escribir una obra de la envergadura de un libro. Cuando esto sucede, los libros que resultan son una delicia. Traigo a este espacio algunos ejemplos que recomiendo a los lectores explorarlos porque los van a encontrar fascinantes.

El primer libro de este tipo que cayó en mis manos hace unos 40 años fue “The Youngest Science” de Lewis Thomas. Es un libro hermoso que muestra a la medicina como la última de las disciplinas humanas en convertirse en ciencia. Pasó de ser basada en la experiencia personal y creencias, a ser basada en la evidencia. Es de tipo autobiográfico, en el que seguimos las experiencias de Thomas como estudiante de medicina y después, como médico investigador durante buena parte del siglo XX. Gracias a este libro descubrí a Lewis Thomas, que fue un médico científico y además, un escritor fuera de serie. La única persona que yo sepa que escribía una columna para el New England Journal of Medicine con el título “Notes of a biology-watcher”. Escribió varios libros y desde su muerte en 1993, la Universidad de Rockefeller entrega el premio anual “Lewis Thomas” a científicos escritores. Lo han recibido personajes de la talla de James Watson, Oliver Sacks y Siddhartha Mukherjee.

Mukherjee es un oncólogo en Nueva York de quien he leído tres libros que me parecen maravillosos. Existen traducciones al español. Muy recomendables para estudiantes de ciencias y para el público general. “El emperador de todos los males” que explica la biología del cáncer. “El gen” que explica la complejidad del genoma humano y el más reciente, “La armonía de las células” que narra desde cómo se llegó al concepto de la célula, hasta el desarrollo e implicaciones que esto ha tenido en medicina, cómo, por ejemplo, la fertilización in vitro o la tecnología de células CAR-T para el tratamiento del cáncer.

Oliver Sacks, neurólogo y escritor, nos dejó libros entrañables, como musicofilia sobre la manera en que procesa la música el cerebro o con historias como “Despertares” que fue llevada a la pantalla grande con Robert De Niro, por la cual recibió nominación al Oscar como mejor actor. Antes de su muerte, la cual sabía que ocurriría por un melanoma metastásico, dejó un pequeño libro llamado “Gratitud” con reflexiones muy profundas e interesantes.

Libros autobiográficos de autores galardonados con el Premio Nobel, nos llevan por la historia de cómo se generó cierto conocimiento. “A Funny Thing Happens on the Way to Stockholm” de Robert Lefkowitz (química 2012), cardiólogo que descubrió los receptores acoplados a proteínas G o “in Search of Memory” de Eric Kandel (Medicina 2000) en que nos narra su viaje en el descubrimiento del mecanismo a nivel neuronal que produce la memoria a corto y a largo plazo.

Considero a “The Age of Insight”, como la joya de la corona, también escrito por Eric Kandel. Es un libro espléndido sobre lo que ocurría en la Viena de principios del siglo XX en el que la interacción entre científicos, como Rokitansky o Freud, con artistas como Paul Klimt o Gustav Mahler, en esa época en el que el conocimiento ya era considerable, pero todavía no tan basto, por lo que aún podían entenderse unos con otros. Ahí se gestaron los conceptos filosóficos, científicos, artísticos y humanísticos que dieron origen a la sociedad moderna en la que hoy vivimos. Si al amable lector le atraen los libros que no son de ficción, sugiero trate estas recomendaciones. No se va a arrepentir.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM

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