Finalmente salió el peine en la demanda por casi 841 millones de dólares que SAT Aero Holdings, empresa establecida en Texas pero propiedad de mexicanos, presentó en contra de la Secretaria de Defensa Nacional, por incumplimientos de contratos y mala fe, interferencia dolosa y demás, por el fiasco que fue la puesta en marcha de Mexicana de Aviación a través de un contrato “llave en mano”, que involucraba el arrendamiento de 10 Boeing 737-800, gestión administrativa, técnica, operacional y demás, que no llegó a concretarse.
La demanda que la empresa texana, encabezada por Félix Sánchez, Luis Evia y William Show, entre otros, SAT Aero Holdings, en realidad tenía por objeto enriquecer a ese pequeño grupo, en detrimento del patrimonio nacional, puesto que el dinero que era necesario para arrendar las aeronaves nunca estuvo en poder de SAT, sino que la garantía de esas rentas recaía en la Sedena, así es que SAT únicamente estaba actuando como un simple intermediario.
Ayer se dijo que la demanda que se planteó por casi 841 millones de dólares (838.5 más 2.4 de “gastos de bolsillo”) hoy se reduce a 9.9 millones de dólares. ¿Cuál fue la razón de tamaño descuento? Bueno, suponemos que la lógica y tal vez algún apretoncito de parte de alguien desde la administración de este gobierno, que les susurró al odio a los quejosos… no vaya a ser que los investiguen y encuentren algunos pecadillos dignos de investigación en los casos de Mexicana y de Intejet, que los involucren y terminen de acusadores a acusados.
¿A qué costo sería la rebaja y, en su caso, el pago de este “indemnización” por las molestias de presentar power pointscon corridas financieras, que lo mismo sirven para revivir Interjet que para crear una nueva aerolínea privada? No es una mala paga, considerando que la demanda en contra de la sindicatura de la quiebra de Mexicana de Aviación (la original), no le dejó ni un solo peso al Cap. Sánchez.
Lo interesante del caso es que, usualmente en los Estados Unidos, los abogados suelen pretender una cifra base y de ahí se va incrementado, en la medida en que el caso se va enriqueciendo con nuevos hallazgos y nuevas reclamaciones. Pero en este caso ha sido al revés, de una cifra estratosférica, de casi 841 millones de dólares, el buffete de abogados bajó sus pretensiones a 9.9 millones de dólares. Desde luego que no es un descuido o una falta de cálculo. ¿Quién presionó para bajar el monto? Sería interesante saberlo y sobre todo, a cambio de qué.
Porque es obvio que 841 millones de dólares es una cifra demasiado alta como para que el gobierno mexicano acepte pagarla, así sea obligados por la resolución de una corte de Nueva York. En cambio, 9.9 millones suena a arreglo y a un fee por la negociación, algo práctico y posible.
En todo caso, es obvio que la Aerolínea del Estado Mexicano está aún en problemas. Por lo pronto, debe pagar el remanente de la compra de activos a los extrabajadores de Mexicana de Aviación (un poco más de 400 millones de pesos) y después, esperar con paciencia a que Embraer, la fábrica brasileña de aviones, les empiece a entregar sus nuevos equipos en el 2026. Paciencia. E-mail: raviles0829@gmail.com
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