Los partidos políticos tendrán muy poco tiempo para festinar victorias o lamentar descalabros.
Una vez que se conozcan los resultados de la elección del próximo domingo comenzarán las negociaciones al interior de las dos grandes alianzas para preparar la siguiente legislatura.
No hay tregua porque el presidente López Obrador ya advirtió que usará el mes de septiembre para intentar pasar otro paquete de reformas, sin importar que para entonces ya haya presidenta electa.
De modo que todos los partidos tienen que decidir si siguen juntos o hacen alianzas diferentes. Habrá baraja nueva. Hasta el MC tendrá que resolver si valió la pena la soledad.
La elección más grande de la historia pinta también para ser la más observada. Son miles de cargos en disputa y es enorme el territorio nacional, así que, aunque se trate de una cifra de observadores grande, la verdad es que verán solo una parte del colosal proceso.
La Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina tendrá 120 observadores de todos los países del área. Ya comenzaron a desplegarse en territorio nacional.
Su principal preocupación, como la de todos, es que los violentos no intenten imponer condiciones. Han pedido garantías para hacer su trabajo.
Los observadores irán al inicio del proceso, la apertura de casillas y claro sobre todo el cierre cuando se preparen los paquetes con los resultados de cada una. Es una tarea titánica, pero desde luego vale la pena para demostrar que, pese a presiones en contrario, la democracia llegó a México para quedarse.
Cada vez estamos más cerca del 29 de mayo, fecha del cierre de campaña de Morena en el zócalo capitalino y los activistas de la CNTE reiteraron que su campamento se queda y háganle como quieran.
Las negociaciones tienen que acelerarse para que hoy o mañana regresen a sus estados, no a su salón de clases que sería aventurado decirlo, pero sí a cientos de kilómetros del zócalo.
Contra lo que pudiera pensarse no están claras las demandas del magisterio disidente. Dicen que el aumento de 10 por ciento es insuficiente, aunque es mayor al ofrecido a otros trabajadores del Estado.
Quieren un triunfo político que empareje el marcador después de un sexenio a la sombra.
Hizo bien MC en cancelar el resto de eventos programadas en NL hasta el inminente fin de la campaña. No hay manera de mostrar algarabía propia de los cierres de campaña.
El episodio de San Pedro fue muy grave. El luto es obligatorio. Las familias de los muertos deben ser atendidas y los heridos, cientos, tienen que recibir todas las atenciones.
Nuevo León ya dio lo que tenía que dar a la campaña de Máynez, de modo que unos días dedicados a la reflexión no le caen mal a nadie.
Los comicios para las alcaldías apuntan para ser muy cerrados, un paso en falso podría hacer la diferencia. Cualquier equivocación será castigada.
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