Opinión

¿Y para qué sirve una Constitución?

Usted habrá escuchado el debate acerca de reformar la constitución. En temas como elecciones de las y los juzgadores, desaparición de órganos constitucionales autónomos, transformación de las elecciones, etc., se habla de la necesidad de reformar la Constitución.

Pero, ¿y qué es una Constitución? ¿para qué sirve? Estas son preguntas demasiado importantes como para dejarlas solamente en el escritorio de quienes estudian derecho, o en la tribuna de quienes se dedican a la política.

Vamos por pares: ¿qué es una Constitución? La respuesta dependerá de a quien le pregunte; pero creo que en general va a encontrar dos respuestas: para unas personas, se trata de un documento único, producto de una asamblea de personas notables que, hace tiempo (en nuestro caso, 1917) elaboraron, y que se ha reformado a lo largo del tiempo, buscando ajustarse a los cambios de nuestra realidad.

Para otras personas, la Constitución es, además del documento que se llama así, un conjunto de tratados internacionales y decisiones judiciales, que tienen que ver con los derechos humanos y la estructura del poder político, así como las limitaciones de todo tipo de poder.

En todo caso, digamos que más o menos los dos grupos coinciden que la constituciones tiene los derechos humanos mínimos que usted y yo tenemos, como personas o, en su caso, en tanto integrantes de un grupo social. Además, establece la manera en que se llega al poder político, cómo se puede ejercer y qué limites tiene, regulaciones sobre otros poderes (económico, mediático, religioso) así como las reglas para la propia defensa de la Constitución y su reforma.

Ahora bien, ¿para qué sirve la Constitución? Para unas personas, la función principal que tiene es garantizar los derechos, sobre todo los individuales, para permitir que cada persona podamos definir nuestro estilo, forma y objetivo de vida. Para otros, la Constitución debe darle unidad al pueblo y al Estado, fijando un criterio a seguir que permita un programa nacional, limitando los proyectos individuales.

Claro, esto que comento son generalizaciones, y sé que en toda generalización hay mucho de verdad, pero algo de imprecisión.

A usted, que probablemente no haya estudiado Derecho, y toda la parrafada legal le parezca bastante aburrida, la Constitución probablemente le interese por dos motivos: saber cuáles son sus derechos, cómo se pueden proteger, y conocer los límites de las autoridades.

Detrás de una reforma constitucional siempre hay una ideología, con la que se puede coincidir o no. Ciertos valores que, idealmente, debemos compartir la mayoría de las personas que habitamos en el país. Por eso es importante cuando se modifica, porque incorporan o limitan derechos, aumentan o reducen las atribuciones de las autoridades, así es un tema que es de todas y todos.

Veremos en los próximos días no sólo los cambios que, previsiblemente, se presentarán, sino también las razones que se exponen y, al final, los efectos en nuestros derechos así como en el arreglo político nacional.

Lee también