Cultura

Fotografía de criminales y porno del siglo XIX en México, ¿dónde está?, ¿cuál es?

El investigador Gustavo Amézaga Heiras impartirá el ciclo de conferencias “Historias de censura y marginación en la fotografía mexicana 1855-1911”

instituto mora

Retrato del preso Cayetano Perea, 1855. Colección Archivo General de la Nación.

Retrato del preso Cayetano Perea, 1855. Colección Archivo General de la Nación.

AGN

¿Cuáles son los registros gráficos de pornografía del siglo XIX que sobreviven en archivos y colecciones?, y ¿cómo circularon o se distribuyeron en el país?, son dos preguntas que el investigador Gustavo Amézaga Heiras responderá este viernes 18 agosto a las 17:00 horas durante la conferencia “Eros oculto: representaciones pornográficas en México, 1860-1911”, a realizarse en el Salón 6 del Instituto Mora.

La charla es parte del ciclo de conferencias “Historias de censura y marginación en la fotografía mexicana 1855-1911”, las cuales iniciaron hace una semana con el tema de retratos de presos en la segunda mitad del siglo XIX.

Los casos que presenta Amézaga Heiras versan sobre personajes, en su mayoría, “marginados o transgresores que en su momento sobrepasaron el límite de lo permisible o decente”.

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En palabras del investigador y editor, su interés se enfoca en estudiar cómo la fotografía circuló, cómo se vendió y qué circuitos comerciales tomó. Por ejemplo, en 1855, con Antonio López de Santa Anna, se aplicó en México el registro fotográfico judicial, es decir, un ordenamiento para que a los reos se les fotografiara y así su rostro fuera identificado en su expediente.

“Era una prueba para tener control de ellos porque había muchas fugas de presos. Antes las descripciones físicas de los detenidos eran muy generales, las cuales podían ser la de cualquier persona. Con este registro judicial, México fue una de las naciones pioneras de ese sistema de control judicial, porque en Europa dicha práctica se generalizó hasta 1860”, detalla.

Esa implementación judicial hizo que las autoridades tuvieran que comprar papel albuminado, una cámara y adaptar espacios dentro de la cárcel para hacer el registro de los presos.

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¿Se sabe quiénes fueron los fotógrafos de las cárceles?, se le pregunta a Amézaga Heiras. “Fueron varios, entre ellos José María Muñoz, José de la Torre y Joaquín Díaz González quien además fue el primer daguerrotipista mexicano en establecer un estudio fotográfico fijo dentro de la capital mexicana”, responde.

Uno de los casos que investigó el experto fue el fraude cometido por el sacristán Pablo Morales, cuyo rostro apareció en el “Calendario de las Revoluciones Mexicanas” (1856) junto con el registro fisionómico de otros criminales.

“Morales fue un joven afromexicano de 23 años aproximadamente, sacristán responsable de cuidar la Capilla del Señor de Burgos que pertenecía al convento de San Francisco.

Aunque la imagen de Morales aparece en litografía, es evidente que el editor del calendario tuvo acceso a la fotografía que le tomaron al preso en la cárcel, plantea Amézaga Heiras.

En 1852 el sacristán fingió ganar la Lotería de La Habana, por lo que pidió objetos de ornato de gran valor para organizar la celebración de su premio, mismos que después robó y por el que fue encarcelado en 1853. Su popularidad fue tal que además del calendario, se puso a la venta un impreso que narraba su vida, y se escribieron obras teatrales sobre este célebre sacristán.

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Otro caso que investigó Amézaga Heiras es el doble asesinato ocurrido en Chalchicomula, Puebla, ocurrido en 1875, donde murió el comerciante español Fermín de la Torre a causa del criminal y autor intelectual José Bello, quien era amante de la esposa del español. Este caso también se llevó al teatro, evento en donde se repartieron entre los asistentes mil fotografías del asesino y sus secuaces.

“Me interesa conocer los casos, las circunstancias, los contextos y por qué trascendieron al punto en que la gente quería conocer su vida y también su retrato”, indica.

¿Dónde escuchar las conferencias?

En cada conferencia, el investigador expone en una vitrina algunas de las fotografías, impresos y litografías del siglo XIX.

Las siguientes charlas son “Eros oculto: representaciones pornográficas en México, 1860-1911”, este viernes 18 agosto a las 17:00 horas; y “Dos registros de mujeres públicas. Ciudad de México 1865 y 1868”, el próximo 29 de septiembre a la misma hora, ambas en el Salón 6 del Instituto Mora, ubicado en Poussin 45, San Juan Mixcoac, Benito Juárez, Ciudad de México.

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