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Los Ángeles Azules, otra noche inolvidable en el Auditorio Nacional

COBERTURA. La agrupación capitalina de cumbia, fundada por los hermanos Mejía Avante ofrecieron un repertorio lleno de éxitos que hicieron vibrar a cada rincón del lugar en el Coloso de Reforma>

¡Ángeles Azules Sinfónico!
“Me da mucho gusto regresar con ustedes a casa”, dijo Elías Mejía. “Me da mucho gusto regresar con ustedes a casa”, dijo Elías Mejía. (Ocesa/Santiago Covarrubias)

La Ciudad de México vivió una velada inolvidable el pasado viernes cuando Los Ángeles Azules se presentaron en el icónico Auditorio Nacional. Cabe resaltar que Tláloc le dio un respiro a las y los chilangos con una noche lluviosa después de las intensas olas de calor, pero eso no fue impedimento para que los asistentes estuvieran entusiasmados y llegaran a su cita para disfrutar de una de las agrupaciones más queridas de la cumbia.

Desde tempranas horas de la tarde, las personas comenzaron a llegar al recinto, la mayoría con outfits primaverales y frescos, ignorando las advertencias climatológicas. Uno que otro fan si iba armado con chamarras y paraguas, dejando claro que la pasión por la música de Los Ángeles Azules no se detiene ante nada.

El concierto inició a las 20:40 hrs, cuando las luces se apagaron y el telón se abrió, los gritos fueron desenfrenados y una intro con los éxitos más relevantes de la agrupación empezó a sonar, acompañados de pirotecnia. Las mujeres de la banda portaron un vestido amarillo y los hombres un traje negro.

Entrega de amor” fue la primera canción de la noche y desde el primer acorde, el Auditorio Nacional se transformó en una pista de baile gigante. Los hermanos Mejía Avante, fundadores del grupo, ofrecieron un repertorio lleno de éxitos que hicieron vibrar a cada rincón del lugar.

No escuché ese ánimo de la Ciudad de México”, dijo Elías Mejía mientras fue interrumpido por los gritos de la audiencia “Me da mucho gusto regresar con ustedes a casa. Ya sé que la gente más aplaudidora está allá arriba, ¿no? Verdad está aquí abajo”, siguió el cantante mientras dirigía al público a una dinámica.

La segunda parte del show fue una fantasía, pues se unió a la agrupación la Orquesta Sinfónica y de inmediato la gente aplaudió con todas sus fuerzas, elevando aún más la experiencia musical. Los primeros temas “Listón de tu pelo”, “Las maravillas de la vida”, “La cumbia del acordeón” y “La cumbia triste” fueron algunas las canciones que sonaron en esta etapa del concierto.

Hasta Blue Demon Jr asistió al concierto. El personaje se encontraba en las primeras filas del recinto y Elías Mejía lo saludó, por lo que todos y todas pusieron su atención en él. Como se trataba de un invitado muy especial, la banda le dedicó “Tú y Tú”, así que el luchador se puso a disfrutar de la rola.

Un crossover épico fue cuando Los Ángeles Azules anunciaron a unos invitados muy especiales: Panteón Rococó. Ambas agrupaciones compartieron el escenario para interpretar “A todos los rumberos”, como era de esperarse, los asistentes enloquecieron y bailaron como nunca. Definitivamente fue uno de los momentos cumbre de la noche.

El show estaba llegando a su fin, pero claro que no podían dejar fuera las clásicas. Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la interpretación de “Mis Sentimientos”, una canción dedicada al desamor, pero que no se puede dejar de gozar, desde ese momento el público no se volvió a sentar. Después siguió “Nunca es suficiente”, con la participación de Mía Rubí, quien estaba muy nerviosa por estar en el escenario, pero se fue soltando poco a poco.

Amor a primera vista” no podía quedar fuera, pues es un tema que se hizo viral en su momento y una colaboración muy especial con Belinda en 2019. La química entre los artistas y la conexión con el público fue palpable, creando una atmósfera mágica que será recordada por mucho tiempo.

El cierre fue delirante, como era de esperase, “17 años” fue el tema que cerró con broche de oro. Jay de la Cueva subió con la banda y juntos crearon un momento inolvidable, la audiencia prendió el flash de sus smartphones y simplemente se dejaron llevar por la melodía. Jay ofreció un solo en guitarra, lo que le puso la piel chinita a más de uno.

Una noche que no solo trajo alegría y baile, sino también un sentido de comunidad y celebración, en la que la cumbia fue el hilo conductor de miles de corazones latiendo juntos.

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