La joven actriz Anya Taylor-Joy visitó brevemente nuestro país para hablar de Furiosa, precuela sobre la heroína que forma parte del universo de Mad Max que tendrá su premier mundial en el Festival de Cannes el próximo 14 de mayo, ofreciendo una conferencia donde habló sobre el legado de esta franquicia y su participación en la misma.
“La primera cosa que vi de este universo fue Fury Road y me enamoré de inmediato”, confesó la ganadora del Globo de Oro. “Me acuerdo que cuando estaba en el cine y terminó la película, me puse de pie y aplaudí porque era tan único ese mundo. Y pensé en el gran riesgo de esa película, algo que me emocionó bastante. Pero cuando me dieron el papel, empecé a ver todas las películas y estuve en los lugares a donde lo habían rodado, se sentía una especie de magia”, dijo.
Una de las virtudes del filme es que se siente esa vibra de Australia que vio nacer la franquicia hasta llegar a Furia en el camino. “Empezamos a rodar esta película en un lugar que se llama Broken Hill, donde se rodaron las primeras películas de Mad Max y además teníamos un montón de gente que había trabajado en las tres cintas. Además, si estás haciendo un filme de esta franquicia, sabes que va a ser durísimo pero que te va a encantar. Creo que si no fuera algo duro de hacer, me sentiría robada de alguna manera”, comentó una alegre Anya.
Otro de los aspectos que Taylor-Joy destacó fue el trabajo con George Miller. “Es totalmente su mundo y creo que más que cualquier otro director con quien trabajé, él pinta cada imagen, tenía claro visualmente lo que quería. Teníamos tres unidades rodando todo el tiempo. Juro por Dios que cualquier cosa que ves en la pantalla, él lo pintó con su mano”, comentó.
“Además, podés hacer 20 tomas de algo y de repente él lo ve y dice ‘no está bien, necesitas tener tu casco un poquitito más adelante’. Vas y lo hacés de nuevo. El proceso fue toda una locura para mí. Porque si no estaba rodando en la primera unidad, estaba con la segunda, normalmente trabajando seis días a la semana por seis meses y medio”, explicó.
Hacer de Furiosa le permitió a Taylor-Joy el arriesgarse a tomar el volante. “Como actriz, la exigencia de cómo manejar fue un reto y es que no tengo licencia porque no tengo el tiempo para sacarla pues siempre estoy trabajando. Pero empecé un año antes de llegar a Australia con las motos y con los autos”, dijo.
“Y la primera cosa que aprendí a hacer fue un juicy lift 180. Fue toda una montaña rusa donde no tuve miedo y simplemente me divertí. Además, tengo esta cosa rara de que, cuando estoy en situaciones que involucran un poquitito de peligro, me empiezo a reír, lo que es bastante raro para la gente, pero que significa que lo estoy pasando bárbaro”, continuó.
El arco de Furiosa la lleva a encararse con Dementus, interpretado por Chris Hemsworth. “Es divino y tengo tanta suerte que nuestra relación en la vida real no sea nada como la de estos dos personajes, porque pasó toda la película tratando de matarlo. Francamente es muy humilde y un muy buen compañero”, declaró sobre él.
Interpretar a Furiosa fue un privilegio para Anya. “Me afectó mucho su historia y espero que le afecte a otra gente. Creo que esta chica tiene una resiliencia y una esperanza imposible de que puede volver a casa. Y eso es algo que me pegó bastante. Sentí que, de alguna manera, es un lindo mensaje, sobre todo para las mujeres hoy en día el saber que no importa la cantidad de veces que alguien te aplasta, debes levantarte porque en algún momento vas a ganar”, aseveró.
Para la actriz, otro de los retos de encarnar a Furiosa fue el transmitir sus emociones de forma diferente. “Actuar sin diálogo a mí no me afecta. Pero, sinceramente, me dio un poquito de miedo, no por lo silenciosa que ella es, sino porque George tenía una idea muy específica de cómo ella sostenía su rostro”, expresó.
“Pensaba, y tiene razón, que en el Yermo cualquier tipo de emoción es una debilidad, entonces eso solo me dejó mis ojos para comunicarme. Eso me dio un poquito de temor como actriz, que tengo todo mi cuerpo para comunicarme. Pero creo que si vas a dar un salto de fe así, no hay mejor persona que George Miller en una película de Mad Max para hacerlo. Era el momento”, reflexionó.
La talentosa actriz de Gambito de Dama y La Bruja también habló de lo que significa este papel y el poder unirse a este legado de mujeres fuertes en el cine. “La resiliencia es su característica, pues cada vez que la aplastan se levanta de nuevo sabiendo que en algún momento va a conquistar lo que quieres siempre y cuando siempre te estás levantando. Creo que eso es algo que las mujeres saben, entonces es lindo tenerlo en la pantalla”, comentó.
“Además, tengo tanta admiración por las mujeres que están en este mundo y que vinieron antes de mí, porque estoy sobre los hombros de esas gigantes. Todo el trabajo que ellas hicieron antes de que yo empezara en las películas, rindió frutos para que yo siguiera ese camino y esté aquí”, señaló.
Si bien conocemos a Furiosa por su aspecto rapado, para Anya existe un simbolismo especial en su cabello. “Honestamente, me quería rapar el pelo, pero George me vio, se enamoró de mi melena y dijo ‘no te lo podemos hacer’. Pero creo que Furiosa piensa que puede volver a la Tierra Verde con una partecita de ella que todavía es como era cuando era chiquitita. Y creo que el impacto que tiene la película cuando se lo saca es que entendemos que no podemos volver a casa de la misma manera y ahora ella es una criatura del Yermo”.
Finalmente, la actriz de raíces latinas no dudó en aseverar que le encantaría hacer un proyecto hablado en español. “Estoy esperando la oportunidad porque sí me encantaría hacer una película argentina, una película española, cualquiera. Quiero hablar en mi lengua y sería fascinante trabajar con talento como el de Ricardo Darín, o con directores como Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón o Alejandro G. Iñárritu, sin duda”.
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