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Han pasado más de cuarenta años desde que la música punk-rock adornó las calles con su excitante energía y su leve locura, una locura que era una medicación para la juventud, hostil hacia las reglas de la sociedad y que necesitaba una solución. La música punk-rock desarrolló una cultura conocida como punk; esta es la historia de cómo la cultura punk destruyó la música de la que surgió.
La cultura punk estableció leyes no escritas para clasificar lo que era y lo que no era punk; estas reglas permearon toda la cultura del género musical y se pueden ver en el código de vestimenta del punk durante los años 80, cómo influyó en otros géneros en los años 90 y la forma en que se comercializó en principios de la década de 2000.
La colonia Roma retumbó de poder la noche del sábado 9 de marzo en compañía de Buzzcocks y su buen punk rock británico.
Y así como se ha dicho que el punk lo están haciendo las mujeres, es que también la mayor parte del público qué asistió fue conformado por mujeres. Buzzcocks es una banda qué se formó casi entrando a la década de los 80 y que se ha mantenido vigente desde entonces.
La música punk-rock trataba de desmantelar la autoridad gubernamental, cuestionarlo todo y vivir la vida exactamente como se quisiera. Los punks, o fanáticos del punk rock, decidieron construir su propio sistema autoritario para gobernar la ropa. El atuendo fue un paso consciente para parecer duro; esto significaba usar colores oscuros, Dr. Martins o Converse Classics, y tener el cabello loco.
En el público asistente se podía ver estoperoles, peinados alusivos al punk británico, chamarras de cuero negras y por supuesto un gran delineado, el cual se corría por el fuerte calor que azotaba en la ciudad.
Desde el anuncio de su presentación en CDMX los fanáticos no dudaron en adquirir su acceso, sin embargo el Foro Puebla, recinto donde se realizó el concierto fue un venue muy pequeño para los asistentes, razón por la cual era muy complicado moverse por el lugar, incluso para comprar una bebida o entrar al sanitario.
Luego de una espectacular presentación de la agrupación Modern English, es que Buzzcocks subieron al escenario y aunque los años ya se notan en lo físico, no se notaron en la música, pues la agrupación ofreció un concierto único, emocionando hasta las entrañas a todos los presentes.
Canciones como “What Do I Get?”, “Why Can’t I Touch It?” y “Orgasm Addict” fueron parte del corto repertorio que presentaron, sin embargo el slam, gritos y hasta lluvia de cerveza comenzó con “Ever fallen in love”, canción que los catapultó al éxito británico hace más de 30 años.
La velada culminó poco antes de las 10 de la noche, dejando al público con ganas de mucho más. El Museo del Punk Rock de Las Vegas realizará un tour especial con Steve Diggle, líder de la agrupación, el próximo 18 de marzo y los boletos ya se encuentran a la venta.
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