Llega a cartelera mexicana Un actor malo, segundo largometraje de Jorge Cuchi, quien había ya llamado la atención con su ópera prima, 50 o dos ballenas se encuentran en la playa, donde abordaba el complicado tema del reto de la ballena azul. Ahora regresa con otro tema polémico, el del abuso sexual y la revictimización que tienen que afrontar las personas denuncian en aras de hallar justicia.
La sinopsis del filme es la siguiente: Los actores Sandra Navarro (Fiona Palomo) y Daniel Zavala (Alfonso Dosal) están listos para coprotagonizar una película de un prestigioso cineasta. Charlas casuales con el equipo, conversaciones amistosas, y las carreras de ambos están por fin floreciendo: puede que estén en sintonía para una difícil escena que se avecina. Entonces, algo terrible sucede.
En Crónica Escenario tuvimos la oportunidad de charlar con él y nos platicará un poco sobre esta cinta mexicana.
Jorge, es muy sorprendente encontrarnos directores que no tienen miedo de poner el dedo en la llaga y poner el dedo en los temas complicados. Esta es tu segunda cinta y subes el nivel de debate y el nivel de polémica. ¿Por qué narrar este tipo de historias?
Porque creo que son relevantes, porque creo que son importantes y pienso que son temas que le interesan al gran público, pero que sobre todo les interesa oírlos con honor, con honestidad y con valentía. De repente estos temas se tocan de una manera muy superficial y yo decidí, vámonos con todo, vamos a ser audaces. Y creo que la gente va a agradecer encontrar propuestas que se avienten con todo y que te dejen reflexionar de una manera mucho más profunda.
Esta película aborda un tema complicado que es la violencia sexual en los sets de filmación. Algo que llama mucho la atención es que no vas por la ambigüedad, eres muy directo con lo que sucede y eso hace que la situación se torne insoportable para el espectador que acompaña a Sandra en el camino. ¿Por qué decidir ser directo y no jugar con la ambigüedad?
Sí, mira, no voy a spoilear, pero yo lo que quería hacer era una crónica muy compleja, muy completa de todo el incidente y no me iba a distraer en cosas que realmente le aportaban nada. Si tú ves la película, a los 15 minutos ya estás adentro del problema y se convierte en la crónica de una gran bola de nieve que va a ir creciendo y creciendo y creciendo, donde una actriz acusa a su coestrella, a su protagonista, a su actor principal de abusar de ella sexualmente durante la toma.
Ella decide paralizar una filmación, no le importa, alza la voz y lo acusa exactamente de violación. Y el actor, que es interpretado fantásticamente por Alfonso Dosal, él dice que obviamente no hizo nada, la producción trata de contener todo este rollo y de repente las cosas empiezan a crecer y a salirse de las manos de todos. Hay como una búsqueda de justicia por muchos lados.
Hablando de la justicia, ¿cómo te asesoraste a ver este guión? Porque este guión también es un guión social, pero no es moralino. Es un guión que también sirve para que las personas que sufren este tipo de violencia sepan también cómo poder actuar.
Esta es una muy buena pregunta. Yo afortunadamente tengo un hijo que es abogado. Entonces, cuando se me ocurrió esta idea de plantear esta idea de un abuso sexual en una filmación, lo primero que hice fue preguntarle a mi amigo, oye, Roberto, si a mí me pasara una situación y se la planteé así, ¿qué debería hacer yo? ¿Llamar a las autoridades o qué recomendarías tú a la víctima? Y fíjate lo que él me dice.
Él es abogado, él es litigante, y me dice, “bueno, vamos a suponer que te pasa a ti, papá, no vas a hablar al Ministerio Público, me vas a hablar a mí. Es lo único que tú tienes que pensar. Me vas a hablar a mí y yo te voy a conducir por el camino, porque tú no vas a saber cómo lidiar con el Ministerio Público. Tú contén la filmación, paraliza todo, protege el lugar, protege a la víctima, y me hablas a mí, y yo te voy a ir guiando”. Eso fue lo que él me dijo, y eso lo van a ver en Un actor malo.
Un actor malo es principalmente sus actores. Como ya lo comentaste, un genial Alfonso Dosal, que se consolida como uno de los actores más importantes de la generación, y tiene a Fiona Palomo, que la sacas de la comedia romántica, donde el público la tiene ubicada, para llevarla a niveles estratosféricos. ¿Cómo fue tener esos dos actores, que digo, están cobijados por muchos más, pero cómo fue tenerlos a ellos en esta película?
La verdad fue un privilegio tenerlos, y la verdad fue una gran suerte que tuve, porque yo a ellos los encontré los dos por casualidad. Yo buscando en internet quién podía ser mi actor malo, yo escribía actores de México de hoy, y me encuentro con la cara de Alfonso Dosal, de un estilo de Aquí en la Tierra, que es un tipo como muy intenso, que tiene como mucha energía, y dije, ese es mi actor malo.
Me acordé de él, yo lo había visto en teatro, y dije, este es un gran actor. Le mandé el guión, le fascinó, luego me pidió mi primera película para ver, ahora sí, quién era este chiflado que le estaba hablando. Todavía le gustó más la idea, y digo, yo le entro contigo, me comprometo a eso.
La causa le encantó, es un tipo muy comprometido, y empezamos a trabajar en este gran personaje, que es Daniel Zavala, que es un tipo acusado de violación, y la verdad, Alfonso hizo un trabajo espectacular, y luego a Fiona me la encontré también de casualidad, viendo Control Z para ver quién podía ser mi Sandra, y de repente, cada vez que aparecía Fiona Palomo, en un papel muy chiquitito, como que mi panza me decía, ahí hay un gran talento no explotado.
Ella todavía no había salido ni con las demás comedias románticas, porque yo la casteé ahí en el 2021, todavía ni siquiera había tenido sus películas, no había hecho ningún protagonista, ya estaba filmada Que despadre pero yo no la había visto. Pero algo vi en esa chavita, que dije, esta niña tiene algo, y le mandamos el guión, ella no podía creer que la estábamos invitando a esto, porque ella tenía 23 años, decía “qué bagaje tengo yo para que digan que yo puedo hacer esto” y con mucha valentía dijo, “pero yo sí puedo”.
Y nos conocimos, nos caímos muy bien, vio también mi primera película, le encantó, dijo, este es el cine que yo quiero hacer, y la niña es un genio, la verdad, es una persona de un talento extraordinario, instintivo, es una persona que siente las cosas, y la verdad, trabajar con ellos fue un gran aprendizaje para mí, y trabajar entre los tres fue un gran aprendizaje, una gran experiencia para los tres, nos volvimos grandes amigos, y nos debemos mucho los tres, porque construimos unos personajes poderosísimos.
Vamos a capotear los spoilers, pero tu tercer acto, es uno de los actos más poderosos que hemos visto en los últimos años, es un acto donde tras la contención de las dos primeras partes de la película, esto explota de muchas formas. ¿Cómo es para ti, Jorge, atreverte a escribir este tipo de actos finales, porque lo mismo pasa con 50 o dos ballenas se encuentran en la playa? ¿Cómo es para ti hacer estos actos finales sin tener miedo a que el espectador se vaya a espantar, sino que diga cuál es la acción lógica siguiente?
La palabra correcta, es que yo nunca le tengo miedo a espantar al espectador, porque creo que el espectador también está dispuesto a que de repente le espanten. Hay una parte de él que dice, “espántame, pero hazlo de una manera inteligente y lo voy a apreciar” y la experiencia se vuelve algo muy memorable.
Una cosa que está sucediendo con esta película, porque ya la he oído repetidamente, la gente dice “la película me la llevo a mi casa en la cabeza, no la puedo soltar. Y me la llevo casi para consultarla con la almohada, y la almohada le da insomnio porque no puede dejar de hablar de la película”. Es una cosa muy extraña, creo que tiene mucho que ver por la manera en cómo todo crece y el tercer acto le ayuda muchísimo a que te lleves un impacto realmente inolvidable.
En muchos sentidos, creo que es una experiencia muy inmersiva, es una experiencia muy emocionante y muy intensa, se llevan muchos temas que reflexionar. Porque la película, al final del día, se trata de una gran reflexión que arranca con la relación entre hombres y mujeres, y también sobre la búsqueda de la sociedad completa por la justicia, esa demanda de justicia. Cómo llegamos a la justicia, cómo hacemos justicia, de eso trata Un actor malo.
Algo que nos llamó mucho la atención a la gente de prensa cuando estábamos viendo la cinta, era que encontrábamos muchas referencias a situaciones y personas que conocemos del cine mexicano. ¿Cómo fue jugar con estos nombres, con estas ideas, sin darlo de nombre directo, pero sí dejando muy claro a veces a quién hace referencias?
Mira, el que se quiera poner el saco de actor malo, que lo haga. Yo, hasta digo, a lo mejor en una de esas saliendo de la película, les van a poner algunos su hashtag, #otroactormalo, o lo que quieran, yo no sé qué pueda suceder, pero creo que los tiempos de, en que los hombres nos salíamos con la nuestra fácilmente y con impunidad ya se acabaron para bien, y creo que ya es hora de que los hombres empecemos a aceptar que el gran problema que tienen las mujeres empieza por nosotros.
Y si nosotros empezamos a cambiar, vamos a hacer un gran avance para redefinir y replantear la manera en que pensamos en las mujeres, y hablamos con las mujeres, y estamos con las mujeres. Creo que, creo que puede ser una gran contribución si desde nosotros, los hombres, ya damos un paso importante.
Creo que esta película es una gran contribución. Vamos a empujar eso, vamos a dar el paso, vamos a darle, vamos a platicar del tema, y vamos avanzando, y vamos a resolver ya este problema que tenemos entre hombres y mujeres. Vamos a empezar a llevarnos distinto, con respeto.
Otro tema que me interesa platicar contigo, que es muy importante es que desde Bienvenido/Welcome, no habíamos asistido a la filmación de una película tan realista, y tan bien llevada como lo haces, al inicio de esta cinta. Para ti como director, ¿qué tan divertido fue jugar con este metacine dentro del cine?
Es divertidísimo Aparte, como somos gente que nos encanta el cine, no cabíamos de la felicidad. Era un set muy divertido. Aparte era un set muy confuso, porque de repente estábamos haciendo una escena, y entonces, el actor tenía que esperar a que el actor diera el corte, pero él sabía que todavía estaba actuando, hasta que yo diera el corte, es una cosa bien complicada, pero muy divertida.
Si el actor daba el corte, ellos seguían llamándose como se llamaban. Cuando yo daba el corte, ya Alfonso era Alfonso, y Fiona era Fiona pero mientras era un enredo pero muy entretenido. Filmamos casi toda la película a dos cámaras. Entonces, también parecía que estábamos haciendo un documental.
Toda la película está hecha así, salvo las veces que es un móvil, como un steadicam, pero toda la película está hecha con cámara al hombro para que tuviera ese look documentaloso, para que cuando pase el incidente, se siga viendo que pareciera que es como un making of que se fue al traste. Fue muy interesante, muy entretenido.
Mi fotógrafa además tiene mucha experiencia haciendo documentales, entonces me entendía perfecto, tenemos una relación increíble desde 50. Fue un viaje, fue una gran odisea e íbamos muy preparados, entonces, fue más la diversión que afrontar problemas. La planeación era increíble. Fue una filmación muy fluida y muy eficiente.
Independientemente de lo que pasa en Un actor malo a muchos les llamó mucho la atención la película que se está filmando. ¿Tentación, curiosidad de hacer algo con estos fragmentos de guión que nos muestras?
Era muy entretenido porque, aparte de lo que está pasando es como muy interesante. Es padre que de repente te das cuenta que a veces se filman las cosas al revés. Entonces, ves lo que le va a pasar a un personaje y luego vas a ver lo que era antes, porque simplemente las películas se firman el desorden a veces. ¿No sé si viste cómo se llama la película que se está filmando?
No.
Hay poca gente que lo ha notado. La película se llama El segundo círculo del infierno y es el círculo donde van los lujuriosos en el infierno de Dante. Así se llama la película que están filmando. Es como una especie de cine negro tipo El cartero llama dos veces, ese tipo de cosas.
¿Pensarías en hacer algo con ese guión? Es muy interesante.
La verdad no se me había ocurrido. Yo nada más tengo los pedacitos que viste son los únicos que he pensado, la verdad.
Ya solamente para terminar. Un Actor Malo va a provocar debate, va a provocar polémica, pero sobre todo va a demostrar que se puede hacer cine mexicano de calidad y cine mexicano que propone muchas cosas. Llevas dos películas muy intensas. Esta va a empezar su camino comercial. ¿Qué viene para ti?
Pues mira, lo que estoy ahorita intentando hacer es conseguir los derechos de una novela muy importante mexicana, que si la pudiera hacer me encantaría. Es otro tipo de tema, pero creo que se puede hacer con mucha onda. Y también ahorita estoy escribiendo un guión en el género del terror, pero quiero hacer un terror con conciencia social. Creo que se puede hacer una combinación muy interesante y muy explosiva.
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