Escenario

Maldita Vecindad y las ‘Noches de Kumbala’ en el Metropólitan, puro paz y baile

COBERTURA. La banda capitalina que fusiona ritmos como el rock, el ska, el reggae, el punk e influencias tradicionales de la música mexicana como el danzón y el bolero presentó su show dedicado a los salones de baile de los años 50, muy a su estilo>

Maldita Vecindad y los hijos del quinto patio en concierto
“Saludos de paz y alegría a todos los corazones compactados aquí esta noche”, expresó Roco. “Saludos de paz y alegría a todos los corazones compactados aquí esta noche”, expresó Roco. (@chilango_dron)

La tarde lluviosa, el calor indómito y una horda de fanáticos se hicieron presentes en las cercanías del Teatro Metropólitan pues una de las bandas más queridas del rock y ska mexicano, La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio se presentaban en su segunda fecha en la venue de la colonia Centro para celebrar sus Noches de Kumbala, un repaso por su trayectoria que trajo éxitos de toda su discografía.

Ya como un cliché moderno, las familias hacían sentir su presencia desde temprana hora e ingresaban con orden al recinto. Los más pequeños emocionados por ver una de las bandas que sus padres tienen en el referente musical cultivado por casi cuarenta años de la banda capitalina, los más grandes, que ya se la saben, esperaban impasibles y narraban el porqué Rocco y compañía eran o son una gran banda.

Alrededor de la hora supuesta para el inicio ya sonaban las proverbiales tres llamadas así como las medidas de seguridad. Algunos escuchaban con atención, otros, charlaban despreocupadamente, y algunos otros ya se apretaban los puños ante lo que experimentarían más tarde.

Pero llegó la hora. Con ritmo de cumbia, de esas rasposas pero sabrosas, se dio la tercera llamada y ante aplausos y chiflidos salió a escena los músicos que componen la banda, introducción que puso a bailar a unos cuantos desde su lugar, momento que sirvió para que todos ocuparan su respectivo asiento.

Terminado este melódico momento, saltaron al escenario Rolando Ortega mejor conocido como Roco Pachucote y compañía ante una ovación arrolladora de un atestado Teatro Metropólitan además de un sentimiento de agradecimiento por parte de los músicos. Así dio inicio estas Noches de Kumbala.

Saludos de paz y alegría a todos los corazones compactados aquí esta noche, muy agradecidos y muy contentos de estar aquí en este recinto tan tradicional, haciéndole un homenaje a toda la cultura popular que creció en las carpas, en los teatros de los años 50 y estamos muy contentos de estar aquí cerquita, viéndonos a los ojos, reconociendo a los cuates y a la banda de todos lados, bien cerquita del templo mayor, queremos que esta velada sea de pura paz y baile”, expresó Roco haciendo su característico saludo a los cuatro puntos cardinales

Ataviado de el característico estilo pachuco Roco agradeció para de forma inmediata pasar a la música con “Lamento” del álbum Baile de máscaras de 1996, que de inmediato puso a bailar a algunos cuantos, pero los tímidos no durarían tanto tiempo reposando en su asiento pues fueron arrancados de él con el siguiente tema “Quinto patio ska”, no por nada es un clásico.

Roco nuevamente tomó la palabra como así lo hizo en casi cada rola para dar algunas palabras más que nada de agradecimiento pero también con ese mensaje social que han cargado desde siempre, recordó que estamos en una época de renacimiento y agradeció poder estar compartiendo y estar presentes luego de tiempos complicados como fue la pandemia, y continuo desde luego con “Lo pasado, pasado”, que hiciera famosa el príncipe de la canción José José.

Igualmente Roco incito a todos a tomar nuestras mochilas y recorrer el mundo antes de interpretar otro de sus éxitos más sonados “Pata de perro”; así como asegurar que en esta época de cambio y renacimiento “ya anhelamos el regreso de la energía femenina, el presente y el futuro es de las mujeres”, recordó antes de interpretar “Mujer”.

Siempre fieles a su estilo y recordando a el maestro pachuco Tin Tan, la Maldita dio paso a una de las consentidas “Los agachados”, tema que abrió el apetito de más éxitos de los miles de fanáticos que se deleitaron con “Un gran circo” donde lució un saxofonista invitado.

Roco recordó y dedicó “Don palabras” a los escritores o tlacuilos en México, una de las rolas favoritas de todos los presente que además se adorno con la presencia de Campa Valdez, acordeonista de El Gran Silencio, quien dotó de ese estilo de cumbia colombiana al mero estilo del rebelde del acordeón Celso Piña, que de hecho le hicieron un guiño a “Cumbia sobre el río”.

Cómo ya no es lo mismo 50 años después Roco pidió un tiempo para preparar una sorpresa, solo tomaron unos minutos para que también los aficionados tomarán un leve respiro, lo cual muchos aprovecharon y huyeron a los servicios o a el refill de las bebidas espirituosas.

La sorpresa fue un set acústico primeramente recordaron un tema tradicional “La Martiniana” seguido de una dedicada a los migrantes “Mojado” y una dedicada a esas personas que se quedan grabadas en la memoria “Tatuaje” y por último una rola de una película que raramente llevaba los shows “Con solo tocarte”.

El ambiente festivo regresó, y de qué manera, con uno de los temas más cantados de la historia de la Maldita, “Solin” arrancó nuevamente de sus asientos a los espectadores y los puso a bailar con su ritmo efervescente (nos enteramos que la presentación del sábado esta rola no fue tocada, ssssss), seguido por “Apariencias”, “Rafael”, “Música Guerrera” y “Un poco de sangre”, que cargó con un mensaje para la situación que se vive en Palestina y la Franja de Gaza, pero sin olvidar también a los los pueblos indígenas.

Finalmente La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio finalizaron la fiesta con el tema más conocido y cantado, que si o si todos hemos escuchado, nos guste o no, sea choteada o no, “Pachuco” de El circo de 1991, una rolota que ha traspasado generaciones, los niños en el Teatro Metropólitan lo deja más que claro, cosa que además Roco aclamó un par de ocasiones.

Finalmente, ya se la saben, el encore llegó con la canción que da nombre a esta serie de conciertos, “Kumbala” sonó sobre el escenario y en las butacas, una de las rolas en ese repertorio de baladas rock que cualquier mexicano que se respete conoce y canta, eso si en esta ocasión fusionada de forma maravillosa con “La boa” de La Sonora Santanera, justo para terminar diciendo “los de la Maldita, lo saben, lo saben”.

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