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México es el gran vencedor del palmarés de la 33 edición del Festival Cinélatino de Toulouse (Francia) anunciado este sábado, con seis de los ochos premios de la sección de largometraje de ficción, mientras Costa Rica y España han dado la sorpresa con los dos restantes.
El premio principal de ficción, el Grand Prix Coup de Coeur, se lo ha llevado J'ai vu trois lumières noires (Yo vi tres luces negras), de Santiago Lozano, un viaje entre el mundo de los vivos y los muertos en un poblado colombiano olvidado.
“Nos ha impresionado la dirección sutil, poética y evocadora de la película, así como su dominio del lenguaje cinematográfico para expresar (...) toda la complejidad del mundo que retrata”, ha indicado el jurado profesional sobre la coproducción de Lozano en la que participaron Colombia, Francia, Alemania y México.
El jurado, integrado por el director de cine cubano Ernesto Daranas, el compositor francés Harry Allouche y la directora de proyectos de Arté Cinéma France, Julie Savary, ha querido distinguir con la mención especial a la brasileña Estranho caminho (Extraño camino) de Guto Parente, que juega con un espacio, un tiempo y unas relaciones sociales difuminadas hasta el absurdo.
Esa mención especial supone una ayuda económica para la distribución de 5.000 euros.
México ha brillado también con No nos moverán, de Pierre Saint-Martin Castellanos, que ha sido distinguido tanto por el Sindicato Francés de Críticos de Cine como por el de los trabajadores de la electricidad y el gas y por los alumnos de liceos.
Asimismo, el premio de Ciné+ y el de los trabajadores de los ferrocarriles (Rail d'oc) fue para Sujo, de Astrid Rondero y Fernanda Valadez.
La película de este dúo de mexicanas, en cuya producción participan también Estados Unidos y Francia, ha conquistado al director de Ciné+ Classic & Club, Bruno Deloye, según ha dicho por narrar “una vida vivida a la sombra de la violencia de los narcotraficantes, entre la esperanza y el determinismo”.
La concesión del premio Ciné+ supone la compra de sus derechos para emitirla en este canal francés por 15.000 euros.
La sorpresa la han dado Costa Rica y España con la coproducción Memorias de un cuerpo que arde, de Antonella Sudasassi, que ha logrado cautivar al público y a la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica, que ha aplaudido su capacidad para “abrir una puerta a la conversación intergeneracional”.
Las coproducciones entre continentes han sido una edición más protagonistas, como lo han puesto en evidencia las victorias en las categorías de competición de los documentales y cortometrajes.
El galardón para el mejor largometraje documental ha sido para la producción dominicana Ramona, de Victoria Linares, que relata el viaje personal en el que se sumerge la actriz Camila Santana para documentarse sobre la historia de adolescentes embarazadas.
El documental premiado por el público es Reas, de Lola Arias, un trabajo colaborativo entre Argentina, Alemania y Suiza.
En cortometrajes de ficción, aunque el podio con el premio Courtoujours se lo ha llevado Bença, de Mano Cappu, el jurado ha concedido su mención especial a la coproducción estadounidense-colombiana Bogotá Story, de Esteban Pedraza, que también ha sido la elegida por el público.
Desde su arranque el pasado 15 de marzo, esta edición de Cinélatino se ha traducido en la proyección de más de un centenar de películas en la ciudad de Toulouse y en sus alrededores, con una programación centrada en ofrecer producciones recientes, de 2023 y 2024.
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