Escenario

‘Casi el paraíso’, un filme que promete profundizar en el malinchismo y la corrupción política

COBERTURA. El cineasta Edgar San Juan y el protagonista Miguel Rodarte dieron un adelanto de la película mexicana que estrena en septiembre>

Tres hombres en un escenario
Imagen de la presentación. Imagen de la presentación. (CUARTOSCURO/ Edgar Negrete Lira/Edgar Negrete Lira)

Crónica Escenario estuvo presente en el adelanto que Cinépolis Distribución ofreció a los miembros de la prensa sobre el ambicioso proyecto llamado Casi el paraíso, adaptación moderna de la novela de Luis Spota que cuenta con la dirección de Edgar San Juan y la actuación de Miguel Rodarte, quienes compartieron algunos aspectos sobre el filme que tiene planeado su estreno en septiembre de este año.

Adaptar la novela fue un trabajo muy divertido y bonito, pero también fue muy importante, podemos quitar el corset del machismo, del heteropatriarcado que impregna la época, trayéndola al siglo XXI. Creo que eso fue fundamental porque si bien los personajes femeninos son importantes, en la adaptación cobran una relevancia y se vuelven unos personajes con mucha fuerza, protagonismo y que crecen”, resaltó San Juan.

Creo que ese fue el gran salto cuántico que pudimos hacer de la novela, obviamente respetándola. Quien conozca la obra de Spota sabrá que los personajes están ahí. Alfonso Rondia, Tere Rondia, Hugo Conti, Frida Becker, Liz Avrell, todos aparecen”, continuó el cineasta.

Entonces creo que la premisa es fundamentalmente la misma, pero estamos jugando con el tiempo y es gracias a internet y las redes que podemos engañar a la gente. Creo que eso nos permitió jugar con la mentira, dándonos una plataforma para priorizar la mirada del siglo XXI”, añadió.

Para el realizador es importante señalar el impacto que se espera que tenga en algunos temas específicos: “Creo que no conozco una película que haga una crítica a nuestros complejos, a nuestro racismo, al complejo de ‘alfombrita’ que tenemos los mexicanos de repente con los extranjeros. Creo que eso es parte del juego de la novela y es algo que hemos tratado de mantener en la película”.

Con un periodo de filmación de siete semanas en locaciones de México e Italia, Casi el Paraíso es la ópera prima de San Juan, algo que sucedió de súbito. “Es un proyecto que llevamos levantando Miguel y yo desde hace 10 años, desde que adquirimos los derechos y lo desarrollamos”, comentó.

“Originalmente iba a haber otro director y la cinta sería de época, lo cual la hacía más cara. Yo escribí la adaptación, pero después pasó el tiempo para hacerla, vino la pandemia, tuvimos que cambiar de director y hubo un punto en el que Miguel y yo estábamos ofreciendo el guion a quien se cruzara. Pero con el apoyo de los productores, me ofrecieron tomar las riendas porque nadie conocía el proyecto tan bien. Tenía experiencia como guionista y productor. Entonces fue así que llegué a la silla de director”, agregó.

Fue en ese punto que se decidió traer la historia a nuestros tiempos y procedieron a elegir al casting adecuado. “Todo tenía más sentido así y a su vez nos daba más libertad. Elegir a los protagonistas fue algo que trabajamos mucho con los productores”, dijo.

“Cuando empezaron a caer nombres grandes como el de Miguel Rodarte, que fue al primero que elegimos porque queríamos a alguien de ese peso, experiencia y capacidad histriónica que fuera la punta de lanza del ensamble actoral. Creo fue una decisión muy acertada porque eso permitió conformar un equipo delante de cámara que se comunica y le da mucha emoción a la audiencia”, afirmó el realizador y también guionista.

Rodarte no ocultó la alegría que le da formar parte de este proyecto. “Fue una delicia trabajar con el elenco y el ensamble que se armó, definitivamente creo que cada uno está muy bien en su papel. Todo el ecosistema político que fue el que a mí me tocó idear, tenía un equipo maravilloso de actores como Enrique Arreola, Esmeralda Pimentel, entre otros”, expresó.

Casi el paraíso es uno de esos filmes en los que sabes que tienes en tus manos algo muy grande y que más vale que te salga bien y que lo hagas con atención, dedicarle el tiempo de preparación y entregarte para poder dar la magnitud de los personajes que están planteados en la novela”, continuó.

Creo que cada uno de nosotros entramos en esa frecuencia, de apostarle a generar la historia de forma tan grande como está planteada, y así darle a los personajes la dimensión lo más extensa posible. Pero es una verdadera fortuna el poder tener este tipo de inspiración en el set. Fue un proyecto de esos que te entusiasma desde el principio hasta el final sabiendo que estás participando en algo significativo, importante, diferente, original y único”, complementó Miguel.

Otro elemento interesante se suma con el debut en cine de Karol Sevilla, estrella de la serie Soy Luna, que se sumó al proyecto. “Trabajar con ella fue un sueño. Es una chava con una energía, profesionalismo y sentido del humor increíble que además se conjunta con una visión que me sorprende que no haya trabajado antes en cine, porque es una gran actriz”, destacó el director.

“Logró encontrar los ángulos del guion, haciendo trabajo de mesa y ensayos antes del rodaje. Antes de que ella llegara era un personaje más básico, pero cuando ella se puso el traje de Tere Rodia fue una locura, arrasó y creo que va a ser una explosión en la cinta”, elogió San Juan.

Finalmente, Edgar habló del reto de no caer en una farsa y poder capturar bien esa esencia reflexiva con tintes de crítica que puede ubicar a Casi el paraíso de buena forma en nuestros tiempos. “Lo cuidamos desde el guion, no queríamos que nuestra atención se desviara de la obra”, comentó.

Nosotros la vemos como un thriller-drama, porque sí hay vínculos políticos, de aspiración social, de las redes sociales, que nos permiten encontrar formas narrativas que se vuelvan a la vez muy entretenidas mientras invitamos a la gente a que medite un poco sobre nuestra realidad. Queríamos mantenerlo dentro de un universo muy mexicano, pero también dándole una ventana al mundo”, manifestó.

Es una película que tiene muchos ángulos de lectura pues habla del malinchismo, de la corrupción en la política y las redes. Esos tres temas están vigentes y presentes. Y el racismo también. Todas esas caras son interesantes y atractivas para la cinta y el espectador. Pocas veces creo que nos hemos topado con una película que tenga este tipo de ambición y profundidad en su historia, en los personajes, en las locaciones y en la producción. Realmente es una gran película que pocas veces hemos visto en el cine mexicano”, concluyó.

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