La directora Laura Plancarte refleja la problemática de las expectativas impuestas a las mujeres en México en su último documental, Sueño mexicano, que se proyectó en el festival Hot Docs de Canadá y que ahora competirá en DocsBarcelona en España.
Plancarte declaró a EFE en Toronto que la proyección de Sueño mexicano en Hot Docs, el festival de documentales más importante de Norteamérica y uno de los principales del mundo, ha sido “una experiencia increíble”.
“Al presentar la película a un público que no es necesariamente de habla hispana y ver que conectó, ahí es cuando confirmé más que nunca que es una película con temas universales porque retrata la feminidad en todos sus aspectos”, explicó Plancarte.
“Vivimos todavía en una sociedad que espera que las madres sean como una especie de santas. Y si te equivocas es que eres una mala madre, que es lo peor que te puede decir en estas sociedades”, añadió la realizadora.
En Sueño mexicano, Plancarte presenta a María Magdalena Reyes, Male, una mujer mexicana con tres hijos, separada de su marido, quien la golpeaba y abusaba de ella, y que ha empezado una nueva relación amorosa.
El exmarido aprovecha que Male tiene que ausentarse para trabajar como empleada doméstica para una familia adinerada en la Ciudad de México para separarla de sus hijos. Al mismo tiempo, Male decide que quiere tener una nueva familia con su nueva pareja, para lo que necesita un tratamiento de fertilización in vitro.
“Ha sido un proceso increíble hacer la película. Y está siendo increíble ver cómo el público aquí en Hot Docs en Canadá se ha emocionado y se identifica”, dijo la directora.
“Es que la pastilla del patriarcado nos la hemos tomado todos. No nada más los hombres. Las mujeres nos la tomamos también. Esas exigencias de que las mujeres tienen que ser las madres perfectas, que no se equivocan, viene de la sociedad, de los hombres, pero también de ellas mismas. Y eso es algo que me parece injusto”, explicó.
Plancarte definió a Male como “una mujer que rompe los estereotipos de mujer latinoamericana”, que era una de las motivaciones para hacer el filme.
“Es una mujer a la que no se le atora nada en la vida. Siempre va para adelante. No se victimiza. Es una mujer también responsable de lo que ha hecho, cosa que admiro mucho porque generalmente siempre estamos buscando como pretextos del porque hacemos las cosas”, declaró.
Plancarte, que reside en Londres, también explicó que durante los muchos meses con los que conversó tres días a la semana con ella por Zoom, Male se transformó.
“Eran sesiones de hora y media al día y ella se escuchó a sí misma, como cuando uno va a terapia. Y conforme íbamos hablando, empezó a cambiar y finalmente decide que en realidad lo que quiere es a sus hijos, que ya tenía, y no una fertilización in vitro”, añadió.
Plancarte considera que Male es un símbolo, “un sí a la vida” y que el mensaje para las espectadoras es que “se puede”.
“Que se puede decir no. Que se puede uno separar de la pareja y estar contenta. Que se puede poner límites a sus hijos y decirle te quiero mucho pero tampoco voy a pagar toda la vida”, concluyó la realizadora.
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