‘Yo vi a Juan Gabriel’, un corto que rinde homenaje a la mística del “Divo de Juárez”
ENTREVISTA. Los jóvenes cineastas José Luis Isoard Arrubarrena y William Elizondo dirigen este proyecto que formó parte del FIC Monterrey
cine
Fotograma de ‘Yo vi a Juan Gabriel’.
Existe una muy peculiar devoción por algunas figuras pero ninguna ha alcanzado el nivel de culto que el difunto ‘Divo de Juárez’ ha alcanzado. Para muestra, el cortometraje participante en competencia del FIC Monterrey llamado Yo vi a Juan Gabriel, donde José Luis Isoard Arrubarrena y William Elizondo juegan con la imagen del popular cantante y le dan un estatus místico-religioso como símbolo de esperanza.
Crónica Escenario charló con los realizadores acerca de este mágico proyecto: “Creo que Juan Gabriel está grabado en la subconciencia de todo el país y queríamos utilizar a alguien que tuviera una fama casi religiosa y se nos hizo obvio usarlo a él. A través de su arte, mucha gente podía encontrar consuelo y encontrar las herramientas para procesar el dolor desde la sensibilidad”, dijo José Luis.
“Los hombres, por más machos que sean, después de una botella de alcohol, lo ponen y se disponen a cantar sus temas. Si ya tenemos esta referencia, ¿por qué no hacemos una fábula en la que lo usemos para interactuar con estos personajes que tienen todos estos dolores y duelos?”, añadió sobre el origen de este corto.
Codirigido por él y por William y después de demostrar el poder de convocatoria y devoción que levanta, ambos realizadores hablaron sobre su visión. “Nos conocemos desde hace unos 15 años y siempre nos vimos pocas veces en persona porque él vive en Arizona, pero siempre estábamos intercambiando nuestros trabajos, el arte visual de William, sus esculturas y ganamos este premio en Morelia y coincidió con que estábamos intentando hacer algo juntos, pero no se daba”, comentó Isoard Arrubarrena.
Lee tambiénJuan Gabriel en el Zócalo Capitalino reúne a 70 mil personas
“Entonces usamos el premio para escribir este guión, lo cual nos puso una presión que nos ayudó, pues nos obligó a conectarnos una vez a la semana, a escribirnos ideas. Y creo que ese compromiso, porque el premio tenía fecha de caducidad, nos llevó a filmar a finales del año pasado. Teníamos que mover hacia adelante el proyecto sí o sí”, aseveró.
“Al principio, queríamos algo más como Rashomon, una anécdota contada a través de muchas visiones, entonces en algún momento le dije a William, que podríamos tener encuentros con el espíritu de Juan Gabriel, pensando en una buena forma de hacer una fábula que hablara de la gente, su devoción y los padecimientos que hay, sociales y personales, en México, ya sea por violencia, desamor o por lo que fuera. Pero no nos convenció”, complementó el joven realizador.
Y es que, para William, “Juan Gabriel es una atmósfera, una necesidad o un símbolo. Entonces la idea se volvió menos de Juan Gabriel y más de las personas que necesitaban encontrarlo. Y en eso también empezamos a hablar mucho de nosotros, de nuestras familias, de ser hombres y niños y que te eduquen de una forma y te pongan expectativas”, expresó.
“Pensamos que para una mujer encontrar esa sensibilidad, sororidad y consuelo es más fácil, pero para un hombre puede ser más difícil procesar algunas cosas. Por eso, el protagonista es un hombre, el que más tiene ganas de encontrarse con Juanga, pero el único que no se lo encuentra”, siguió.
Lee tambiénSusana Zabaleta, honrada con el premio Ícono del Cine Mexicano en el FIC Monterrey
“Carlos Patrick Casanova, que da vida al protagonista, guarda muy bien ese dolor interno, se vuelve como una parálisis”, agregó José Luis. “Hay mucha gente que procesa un duelo, llora y lo saca y habla con la gente, recuerda y usa la memoria”, continuó.
“Pero él es alguien que no voltea a ver ni los recuerdos de su hija desaparecida y tampoco ve los problemas a su alrededor pues tiene todo desatendido. Entonces el corto habla también sobre la importancia de poder procesar algunos sentimientos que, como hombres, nos condicionan para no procesarlas al 100”, complementó.
Aquí resuena el tema de la masculinidad y los patrones que se repiten en nuestra sociedad. “Para mí, ese tema está muy atado a mi masculinidad y cómo me presento, pues personalmente soy bisexual”, manifestó Elizondo.
“Pero quería hacer algo que fuera más universal. Juan Gabriel es ese símbolo nada más, no buscamos algo biográfico con detalles de su vida. Por ello, Carmen Ramos le sumaba ese misterio de este espíritu al que se están encontrando, además que nos permitía también traer un poco de esta lucha social que ha tenido la comunidad LGBTTQ+”, dijo.
Lee también‘Monstruo de Xibalbá’, se lleva el gran premio del 20 FIC Monterrey
Asimismo, la pérdida es otro de los temas comunes en Yo vi a Juan Gabriel. “Es difícil hacer una película que se trate de cómo aceptarlo pues va en contra de todo lo que vemos en otros proyectos. Y no se trata de decir que ya lo superemos, sobre todo cuando las pérdidas son políticas o por violencia. Pero al final, la vida tiene que seguir y tenemos que encontrar una forma de seguir funcionando emocionalmente para los que están alrededor”, declaró William.
“Santiago, al final sigue teniendo un hijo y una mujer. Y sigue siendo parte de una comunidad y tenemos que estar presentes con nuestros vínculos sociales. Así que aquí se trata más de encontrar un consuelo y una forma de procesar la tristeza para poder seguir con los que están sin minimizar las pérdidas que hemos sufrido no solo personales, sino como país”, agregó el codirector.
Existe además este aire de realismo mágico encontrado en las zonas del Estado de México donde grabaron el cortometraje, algo que dota de una atmósfera única al espíritu de Juan Gabriel.
“Las escenas del bosque justamente son muy bellas, muy poéticas, incluso hasta dolorosas, contando la escena del perro. Pero creo que fueron fundamentales para para contar esta historia pues el ambiente se hace otro personaje dentro de este mundo y ayuda mucho con la creación de lo que es una fábula”, indicó José Luis.
Lee también‘Todavía conmigo’, un abrazo fílmico para hablar sobre el duelo
“Eso ayuda a separar a la audiencia un poco de la historia, encajándola en un mundo, increíble, casi mágico, que simplemente ahí estaba. Y a la vez tomábamos la decisión de buscar los lugares específicos más que los paisajes imponentes. ¿Qué pasa si se encuentran a Juan Gabriel y está atrás de un maguey? Porque había unos paisajes increíbles en el Estado de México hacia Malinalco, en esas montañas que bajan”, comentó.
“O en el municipio de Ocuilan, donde había unas cascadas impresionantes de 30 metros. Pero ambos buscamos un lugar más mundano para esas manifestaciones y lograr hacer realismo mágico. Para ello, tienes que poner la magia no en lo espectacular, sino en lo mundano”, cerró el codirector.
Si bien la historia de ver a Juan Gabriel como una forma de esperanza, los realizadores confesaron si les gustaría verlo alguna vez en espíritu o si han tenido alguna visión que les haya inferido esperanza en sus vidas y carreras.
“Me encantaría ver a Juan Gabriel, el espíritu de él que me aparezca en la vida real. Pero creo que honestamente durante la producción hubo varios momentos donde dije ‘está aquí’. En el disfraz de Carmen, cuando la peinaron y ella hacía algunos gestos similares a él, se me hizo algo muy espiritual en alguna manera”, mencionó Elizondo.
Lee tambiénManuela Irene habla sobre el crecimiento con ternura, misticismo y elementos de horror en ‘Monstruo de Xibalbá’
“Creo que, definitivamente, la gente encuentra eso en el arte de Juan Gabriel y de muchas otras personas y en la gente que está alrededor de nosotros, que es la que se esfuerza por sacarnos del bache si estamos ahí hundidos. Ahí radica esa magia y si tuviéramos esa fantástica fortuna de tener un encuentro sobrenatural con Juan Gabriel, ni siquiera le contaría a nadie, pensarían que estoy loco. Pero lo veo en la gente y en sus palabras bonitas”, declaró Isoard Arrubarrena.
“En una entrevista él llegó a decir: ‘no me importa que usen mi imagen o que hagan una sátira con mi persona, porque el mundo es triste y las vidas son difíciles y un poquito de consuelo no le hace daño a nadie’. Nosotros usamos eso como un permiso totalmente motivacional para hacer el cortometraje”, finalizó.
crónica escenarioLee más sobre lo mejor del cine
