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“Marino, mejor no dejes la Guardia Nacional, pero fírmale allí para pasarte a Sedena”

 Personal de Semar prestado a la Guardia Nacional, ha sido puesto en la disyuntiva de ser transferidos o quedar en el limbo laboral

La Marina

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Los mandos de la Marina-Armada de México, intentan concentrar a y transferir a la Sedena a los 3 mil 600 marinos que se integraron a la Guardia Nacional y que ahora, ante las determinaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tendrían que regresar a los puertos a los que están asignados y donde además tienen contrato laboral vigente. La Marina ha optado por que sean “reasignados” al Ejército y que puedan seguir en la Guardia Nacional, evitando así una merma de personal en este cuerpo de seguridad pública.

El problema es que quienes ingresaron a la marina no quieren ir al Ejército. Desde hace un par de semanas se anunció que los marinos regresarían a sus puertos, algo que, de acuerdo con fuentes cercanas a la Guardia Nacional, los implicados veían con buenos ojos.

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El atorón se presentó cuando la Marina-Armada de México comenzó a sugerir a ese personal que se diera de baja en esta secretaría y que aceptaran una “reasignación” al Ejército Mexicano (Sedena). Las sugerencias no causaron mucho entusiasmo y muy poco personal se presentó a los centros de concentración donde esta reasignación se verificaría.

“Ahora ya no es que quieran, es una orden”, se lee en una comunicación que la superioridad de Marina circuló a los cuarteles donde los marinos están en espera de regresar a los puntos costeros a los que pertenecen. En efecto, la Marina intentará desde hoy que la mayor parte de estos 3 mil 684 elementos firmen su desincorporación de Marina y se en la Guardia Nacional, ya asignados al Ejército Mexicano.

El primer paso será concentrar a este personal para (ya como “una orden”) deban echar ojo al documento de reasignación que cancelaría su contrato vigente con Semar y los reconvertiría, fast track, de marinos a soldados.

La Suprema Corte de Justicia determinó que la Guardia Nacional no podía ser militarizada, desplazando completamente a los civiles, y que la Sedena debía cumplir un papel de acompañamiento en tanto la corporación era capaz de funcionar por sí misma.

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Esto dejó en el limbo la participación de la Marina-Armada de México que optó por ordenar la concentración del personal prestado a la Guardia para, se suponía, regresarlo a puertos de origen.

En lugar de ello, la Armada desea que estos elementos firmen un documento denominado Reasignación voluntaria en el que se desprenden de este personal, que pasa a formar parte de Sedena y de allí se entregaría nuevamente a la Guardia Nacional.