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Supongo que los bonos del director de PEMEX, Octavio Romero, subieron ante el inquilino de Palacio Nacional, después de que desenterrara el asunto de la pensión que María Amparo Casar por el fallecimiento de su esposo hace 20 años. Aunque me temo que se convertirá en un boomerang, licenciado Salcedo, y no solo por la irritación que ha causado el asunto.
A estas alturas ya conocemos el numerito lopezobradorista: manipulan un asunto totalmente menor lo vuelven estridente y lo usan comocortina de humo sobre otros hechos graves, para los cuales el presidente y sus floreros de la 4T no tienen respuesta.
No solo es el contenido del libro de Casar, “Los puntos sobre las íes. El legado de un gobierno que mintió, robó y traicionó”, también está el libro de Anabel Hernández, “La historia secreta: AMLO y el Cártel de Sinaloa”. No olvidemos que el gobierno de EUA cerró la investigación para no tener más problemas con México, no porque faltaran indicios de arreglos extraños.
También está el “Informe de la Comisión Independiente sobre la Pandemia COVID-19 en México. Aprender para no repetir”, el cual ya comenté en este espacio (3/05/2024). Es la crónica de una conducta criminal por parte del gobierno hacia los ciudadanos durante la pandemia.
Y ayer nos amanecimos con otro reporte de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, la organización favorita de nuestro presidente, bajo el título “‘Moches’ millonarios en Profeco fueron para campañas de Morena, acusa ex funcionaria”.
La historia empieza a conocerse en abril del año pasado, cuando el entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López, declaró haber recibido la queja de un grupo de gasolineros, porque de las 16 mil estaciones de servicio que hay en el país, 11 mil pagaban “una cuota de 20, 25 mil pesos mensuales. Le llaman la vacuna” para evitar sanciones. Según don Adán, se cortó “de tajo con eso y se corrió y se le fincó responsabilidades al funcionario de la PROFECO que estaba a cargo”.
Dado que el delito era grave y que este gobierno combate (¿?) la corrupción, pues debió de merecer alguna nota informativa, pero no encuentro ni recuerdo alguna. Es más, el entonces director de PROFECO, Ricardo Sheffield, reviró de inmediato: “No hay, no ha habido y no la hay (corrupción)… a ese comentario le doy una connotación más de política interna partidista” (El Financiero, 29/04/2023).
Un año después, ese cortar de tajo está muy dudoso y así lo muestra el reporte de MCCI, basado en testimonios de gasolineros y de Giovanna Fiorela Perales, quien hasta enero de este año fuera asistente personal de los dos útimos directores de PROFECO, Scheffield y David Aguilar.
Dado el monto de la extorsión, fácilmente estamos hablando de unos 220 millones de pesos al mes y, a ese monto, agregue que para las gaseras la cuota era de 35 mil pesos mensuales, según testimonios recabados por MCCI. El esquema habría estado muy afinado, pues los moches de las gasolineras del interior del país habrían sido depositados en cuentas de tres empresas, según revela Perales. Échele cuentas cuánto se habría juntado en cinco años.
Doña Giovanna afirma haberse dado “cuenta de toda la corrupción e inclusive pude obtener algunas pruebas de la corrupción y la extorsión que estaban cometiendo a las gasolineras”, dijo en entrevista con MCCI. “Y cómo se estaban desviando estos recursos a consultores conocidos de Morena, encuestadoras y por supuesto a la campaña de Ricardo Sheffield, Alma Alcaraz e inclusive una parte la han destinado y negociado para Claudia Sheinbaum”.
Por supuesto, tanto Scheffield como Aguilar niegan las acusaciones.
Como sea, don Roberto, a las acusaciones de los delitos de extorsión y crimen organizado, se estaría agregando un delito electoral igualmente grave.
Como están las cosas, señor secretario, le sugiero comprar varios generadores de humo para las cortinas que les gusta tender; en Amazon los venden bien baratos, hasta con luces led y control remoto.
Les van a hacer falta para disimular los grandes yerros de la 4T.
MONITOREO DEL INE SOBRE CAMPAÑAS
El Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) me hace ver que habiendo transcurrido dos terceras partes de las campañas, “en general, la radio y la televisión han mantenido equilibrio y pluralidad en la cobertura de las actuales campañas presidenciales. Los 503 programas monitoreados por el INE han destinado el 42.0% del tiempo a Claudia Sheinbaum (CSP), el 36.7% a Xóchitl Gálvez Ruiz y 21.28% a Jorge Álvarez Máynez.”
Asimismo, las campañas están ocupando más espacio en los medios. Del tiempo total en televisión, los canales que mayor tiempo les dedican son Canal 13/RT (26.6%), TelevisaUnivision (20.1%) y Multimedios (12.1%).
Los grupos que otorgan un tiempo prácticamente igualitario a las dos punteras son Televisa, Fórmula y Radiópolis, pues la diferencia en tiempo es de uno por ciento o menos.
Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com
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