Opinión

Premio a Crónica

La decisión de crear y entregar cada año el Premio Crónica es una de las decisiones editoriales más importantes en la prensa nacional. Cada año que pasa en más nítido el acierto. El Premio Crónica es una forma de resistencia, de negarnos a aceptar que la barbarie del crimen organizado o los jaloneos infinitos de los políticos nos definen como país. Jorge Kahwagi Gastine y Rafael García Garza dijeron que no. Hicieron algo al respecto.

En el año 2010 crearon el Premio para poner en primera plana a personajes que han hecho aportaciones extraordinarias al país, y a la humanidad, en los ámbitos de la ciencia y la cultura. Fue su manera de decir que México va más allá de la nota roja que por momentos nos engulle, nos devora, nos vuelve miopes. Nos impide ver que México es mucho más que eso, que no llegamos a ser el gran país que somos de manera gratuita, sino por el esfuerzo continuo de generaciones de personas buenas y trabajadoras,

Entre esos millones de personas, hay individuos de talento singular, con espíritu de sacrificio y perseverancia para formarse académicamente al más alto nivel, con inteligencia creativa, disciplina y la solidaridad que supone compartir sus conocimientos, que a los demás les sirva el fruto de sus desvelos. Hay mexicanos de excepción como los que han recibido el Premio Crónica y quienes lo recibirán el próximo día 16 de octubre en la ceremonia que se realizará en el auditorio del Museo de Antropología.

Crónica galardona a personas e instituciones de excelencia en diferentes categorías.

Crónica galardona a personas e instituciones de excelencia en diferentes categorías.

Especial Crónica

Esa decisión editorial, la de crear el Premio, tiene su reflejo en las ediciones diarias del periódico donde hay un equilibrio pocas veces visto que permite darle el lugar que merece a la información que se genera en las áreas de academia y cultura. Esto es un rasgo diferenciador que ha hecho de Crónica un diario distinto, uno de los pocos que, no apuesta a la estridencia ni la genuflexión, sino a la información profesional y la reflexión crítica que contribuyen a crear mejores ciudadanos, que son la savia de cualquier democracia.

A todo esto, obedece la confianza de la comunidad científica y cultura del país en el periódico y eso explica que el Premio Crónica se haya convertido en una referencia en muy poco tiempo. Recibirlo ya es un motivo de orgullo para los premiados, sus familias, sus alumnos, justo como ellos son un orgullo para México. Por la decisión de crear y entregar el premio, Crónica merece un reconocimiento fraterno que desde este espacio hago sin regateos.

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Glifos

La clase política está sobrerrepresentada en la prensa nacional. No es que las actividades de alcaldes, gobernadores, legisladores, secretarios de Estado o presidentes sea lo único importante que ocurre, desde luego que no. Los medios los cubren por mero instinto de sobrevivencia, porque ellos, los políticos, manejan el presupuesto público para los medios, que es en la mayoría de los casos la fuente principal de ingresos para los periódicos. Hay que seguirles la pista, leer sus comunicados, ir a sus eventos, perseguirlos para el chacaleo, durante el tiempo que duren en sus cargos. Un caso de sostenibilidad económica. Buscar fuentes alternas de financiamiento provoca noches de insomnio en los directivos de los medios.

Los políticos hacen un uso patrimonial de los recursos públicos dedicados a la información. Asumen que el dinero es de ellos y por lo tanto lo distribuyen de acuerdo con sus filias y fobias personales y sus intereses políticos siempre coyunturales, nunca de fondo. El presidente López Portillo lo dijo en su momento en forma cruda: “No pago para que me peguen”. Después de eso, el abismo.