Opinión

Resurge el apoyo a la ciencia

Dentro de los seis nombramientos dados a conocer hace unos días por la virtual presidenta electa, la doctora Claudia Sheinbaum, que entrará en funciones el próximo 1 de octubre, uno en particular llamó especialmente la atención, el de Rosaura Ruíz Gutiérrez, científica universitaria, bióloga, investigadora y catedrática, que se ha especializado en las teorías evolutivas desde una perspectiva científica, histórica y filosófica.

Surge la nueva Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación

Surge la nueva Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación

Rosaura Ruíz fue directora de la Facultad de Ciencias de la UNAM y Presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias. Durante el gobierno de Claudia Sheinbaum en la CDMX, se desempeñó como Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación. La doctora Sheinbaum la designó para ocupar la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación que aparte de otras funciones esenciales sustituirá al CONAHCYT donde su directora, María Elena Álvarez-Buylla, llevó a cabo una política que afectó seriamente la investigación científica en nuestro país, cancelando becas a estudiantes de posgrado en universidades del extranjero, marginó también a las universidades de mayor prestigio tanto públicas como privadas en los procesos de investigación científica, quitándoles o reduciendo sus presupuestos, hostigó a instituciones como el CIDE y llegó al extremo de acusar a un importante grupo de científicos investigadores de cometer fraude al malversar 561 millones de pesos, acusaciones que finalmente fueron desechadas por la Fiscalía General de la República. Álvarez-Buylla generó un clima de animadversión hacia su gestión de parte de los círculos académicos y científicos durante el sexenio que está por terminar.

La señal enviada por la doctora Sheinbaum con este nombramiento ha sido muy bien recibida en los ambientes universitarios, académicos y científicos porque anticipa un cambio de 180 grados en el manejo relacionado con la ciencia e investigación en el próximo sexenio.

Los otros nombramientos dados a conocer también han generado opiniones favorables. El doctor Juan Ramón de la Fuente es considerado el personaje idóneo para el cargo de canciller, dado su prestigio y experiencia adquirida los últimos años como representante de México ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aparte de su trayectoria como secretario de estado y rector de la UNAM. Lo mismo se piensa de la señora Alicia Bárcena, otra científica, Licenciada en Biología por la UNAM con maestría en Administración Pública por la Universidad de Harvard y con tres doctorados Honoris Causa entregados por las universidades de Oslo, La Habana y UNAM. Estudiosa del medio ambiente y gran negociadora para ganar adeptos a sus encomiendas. De Julio Berdegué Sacristán, como Secretario de Agricultura, nadie puede negar su capacidad y experiencia para el cargo, es ingeniero agrónomo y doctor en Ciencias Sociales y tiene experiencia en la producción de alimentos agrícolas y el combate al hambre en América latina: lo que no ha sido del todo bien recibida fue su postura hecha pública en contra del maíz transgénico ya que los detractores de este cultivo no han demostrado científicamente los daños para la salud que representa este maíz modificado por su consumo. En la mayoría de los países desarrollados del mundo su consumo es generalizado y ha representado ventajas en productividad sin que se hayan reportado daños a la salud.

En el caso de Ernestina Godoy, se trata del nombramiento que genera más polémica, pero como el cargo de Consejera Jurídica está muy ligado a la confianza y cercanía con la doctora Sheinbaum, que la tuvo de colaboradora en el gobierno de la ciudad, su labor será muy acotada a la esfera directa de la nueva presidenta de la república.

Lo importante a destacar es el hecho de que en estos primeros seis nombramientos se ha privilegiado la capacidad, la formación profesional y la experiencia, sobre las relaciones de amistad o de partido, lo que permite pensar que el próximo sexenio será un período en el que nuestro país podrá avanzar atendiendo rezagos históricos que no pueden soslayarse más. Los retos en educación, salud, seguridad y equilibrio económico para reducir el enorme déficit público, así como la desigualdad social con una pobreza que todavía lastima a propios y extraños serán sin duda, los aspectos más destacados para que el nuevo gobierno dedique su mayor y mejor esfuerzo.

@fer_martinezg

fermx99@hotmail.com

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