Horacio Franco: “La Medalla Bellas Artes no es mía, sino para el público maravilloso”
El flautista recibe junto a Lourdes Ambriz y Héctor Infanzón el reconocimiento por sus grandes trayectorias
DISTINCIÓN
Los galardonados al centro: Héctor Infanzón, Lourdes Ambriz y Horacio Franco.
Las Medallas Bellas Artes 2024 en la disciplina de Música se entregaron este miércoles, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. El reconocimiento se hizo a tres grandes trayectorias, seres humanos y experiencias musicales, que han enriquecido el escenario nacional e internacional, según indicó la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Lucina Jiménez.
"Los tres, en su momento, en su tiempo y en sus diferentes vertientes están en casa, en Bellas Artes", declaró tras entregar las medallas a la cantante de ópera, Lourdes Ambriz; al pianista y compositor, Héctor Infanzón; y al flautista y Premio Crónica, Horacio Franco.
Desde su perspectiva, son los procesos de reconocimiento del mundo artístico "lo que realmente engrandece a México". "Ellos forman parte ya de la memoria musical y la memoria contemporánea de nuestro país", agregó.
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Por su parte, la galardonada Lourdes Ambriz expresó su agradecimiento a las autoridades, así como a maestros y alumnos que han acompañado su trayectoria.
"No puedo estar más que agradecida, primero que nada con la vida, con mi destino, que me ha llevado a través de está increíble aventura que he vivido", dijo al recibir la medalla.
Para ella, este reconocimiento es el mayor de todos por su historia personal con la institución, en tanto que ex directora de la Ópera de Bellas Artes.
El pianista, compositor, arreglista y productor Héctor Infanzón también agradeció a las autoridades, a sus maestros y compañeros, y a su familia, especialmente a sus padres, por el apoyo y esfuerzo "para que los sueños de juventud se llegaran a cumplir".
"Ha sido una carrera muy bellísima, llena de tantas sorpresas y gracias a ellos he podido lograrlas", señaló.
También aprovechó la ocasión para agradecer a su difunto abuelo y compartir una anécdota personal que lo vincula con el Palacio de Bellas Artes.
"Mi abuelo - papá de mi mamá- trabajó en la segunda parte de la construcción del Palacio. Hay una fotografía especial cuando termina la obra y creo que es todos los trabajadores, los arquitectos, los ingenieros están aquí en el lobby, y es una fotografía para nosotros memorable, está el abuelo ahí", relató.
"Entonces cada que tengo la oportunidad de tocar o estrenar una obra aquí, a manera de complicidad con mi madre volteamos a la cúpula decimos y aquí está la manita del abuelo, que construyó este hermoso palacio para que vengas a tocar tu música, entonces le agradezco", continuó y recibió ovaciones por parte de los asistentes.
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GALARDONADO DE CASA
El barítono e integrante del coro de madrigalistas de Bellas Artes, Vladimir Rueda presentó a Horacio Daniel Franco, Meza, Premio Crónica en Cultura, a quien describió como un joven prodigio apasionado, quien a los 11 años descubrió su vocación en la flauta dulce.
“Hoy asistimos a un acto de justicia porque es justo y pertinente reconocer y distinguir a un extraordinario artista, comprometido maestro, activista incansable y amoroso ser humano cuya pasión por la música, por su instrumento, por las artes, la cultura, la enseñanza y la docencia -además de su gran generosidad, empatía y solidaridad- lo hacen trascender el ámbito artístico y musical y lo convierten en figura protagonista de la cultura y la sociedad mexicana”, manifestó el barítono.
En palabras del propio Horacio Franco, tenía 14 o 15 cuando tocó por primera vez en Bellas Artes. "Y hoy recibo este galardón que no es mío, primero que nadie es para el público maravilloso, que ha hecho de mi carrera una que tiene un fin, el de comunicar una idea musical a través de mi persona".
"Es para ustedes todo lo que hacemos", aseguró.
Asimismo, el flautista agradeció a la que considera su familia actual, conformada por su esposo, su suegra, y a la familia con la que vive.
"Como músicos es una gran responsabilidad seguir conservando una calidad, rigor y un amor enorme -lo que nos queda de vida- por hacer la mejor de las músicas para ustedes. Es una gran responsabilidad. Nunca hay que considerar que ya llegamos a donde tenemos que llegar porque siempre se puede mejor y siempre tenemos que trabajar para no irnos para abajo", reflexionó.
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