Escenario

Lila Avilés: “La cultura es el lugar donde se preserva la memoria de todo y debemos defenderlo”

ENTREVISTA. Aclamada por ‘La camarista’, la cineasta se encamina rumbo a la próxima entrega de los premios Ariel con ‘Tótem’, una película íntima que explora la pérdida a través de los ojos de una niña 

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La cineasta Lila Avilés.

La cineasta Lila Avilés.

Cuartoscuro/Edgar Negrete Lira

La 66ª edición de los Premios Ariel, que se celebrará el próximo 7 de septiembre de 2024 en el Teatro Degollado de Guadalajara, promete ser una noche histórica para el cine mexicano. Con un panorama cinematográfico lleno de talento emergente. La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas rendirá homenaje a las mejores producciones del año reconociendo al arte que está redefiniendo el cine nacional.

Una de las directoras nominadas es Lila Avilés, conocida por su debut en La camarista (2018). En esta ocasión la nominación llegó gracias a Tótem, la película fue lanzada en 2023 y ha sido aclamada por la crítica debido a su sensibilidad y profundidad emocional.

La nominación me parece una forma de honrar no solo la película sino a todos los que formaron parte, creo que ese es el regalo más bonito, da mucha alegría. El viaje con Tótem ha sido ininterrumpido, y la película no ha parado de crecer en todos los sentidos”, dijo la cineasta en entrevista con Crónica Escenario.

Tótem cuenta la historia de una familia que se tambalea en el filo de la despedida. Pero esta no es la típica historia de enfermedad y tragedia; es una oda a los momentos pequeños, los susurros no escuchados y los silencios que dicen más que mil palabras.

A través de los ojos de Sol, una niña inocente que enfrenta la gravedad del mundo adulto con una mezcla de curiosidad y desconcierto, Avilés nos recuerda la magia olvidada de la niñez. Cada encuadre de la película está cargado de emoción pura, como si la cámara misma respirara con los personajes. No hay prisas, no hay giros dramáticos exagerados. Todo es sutil, como una conversación entre el alma y el cuerpo.

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Marisol Gasé (izquierda) en una de las escenas de 'Tótem'.

Sabía que era una película que me interesaba mucho, no solo desde su cosmovisión en la dirección sino desde su producción, quería que fuera una película muy cercana y necesitaba ese esa intimidad, entonces, fue muy bonito el trabajo desde adentro, tener ese fortalecimiento, que yo me sintiera en casa con total libertad desde el casting”, expresó.

“No quería que se sintiera una película industrializada sino muy íntima a pesar de la cantidad de gente que participó, igual es una película muy artesanal”, continuó la realizadora que representó a México en los Oscar con esta película en el último año.

Y es que el cine de Avilés se rige desde los momentos más personales: “Mi hija perdió a su papá cuando tenía 7 años, después de haber hecho La camarista —que me tomó mucho tiempo concretar—, ya tenía la corazonada de que Tótem sería mi segunda película”, comentó.

Aunque en ese momento no sabía cómo la iba a desarrollar, ni abordar, había una energía y un ímpetu que me impulsaban. Empecé a jugar con la historia y los personajes, hay códigos que son muy cercanos, y creo que esos procesos son tan hermosos que llegan a ser casi terapéuticos”, agregó.

Lila utiliza una paleta visual que recuerda a las pinturas más delicadas: luz suave, sombras que bailan en las paredes, y colores cálidos que contrastan con la fría realidad que acecha fuera del marco. Pero lo que realmente sorprende es cómo maneja el tiempo. Los días se sienten largos y pesados, pero llenos de detalles que solo Sol parece percibir.

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Fotograma de 'Tótem' en que aparece Saori.

Tótem no es una película que golpea con emociones desbordadas. Al contrario, se cuela poco a poco, dejando una sensación de melancolía, pero también de gratitud. Como los recuerdos más queridos, es una película que vive más allá de su duración, flotando en la memoria del espectador mucho después de que los créditos han terminado.

El cine es una ventanita, una dimensión preciosa para conectarnos con los demás, es una manera de vernos, entendernos, divertirnos, reflexionar y dialogar. Al final, el cine es la suma de todas las artes, y eso lo vuelve algo muy poderoso”, enfatizó.

“Con la película he tenido la suerte de viajar muchísimo, y te das cuenta de lo valioso que es contar con una Cineteca, por ejemplo, algo que marca una diferencia enorme con otros países o estados que no tienen esos espacios”, siguió.

Son esenciales los pequeños distribuidores, las cinematecas, las casas de cultura, esos pequeños espacios que son vitales, semilleros de amor, intercambio y cultura”, complementó.

Finalmente la cineasta reflexionó: “La cultura es el eslabón universal, el lugar donde se preserva la memoria de todo. Cuanta más cultura haya, mejor. La palabra ‘cultura’ viene de ‘cultivo’, de cómo nos cultivamos, de lo que nos alimenta realmente, lo que enriquece nuestro corazón”, destacó.

“Sin ese espejo en el que vemos a los demás, no podría hacer cine. El cine es un intercambio y algo que debemos defender junto con otras áreas: danza, teatro, literatura, e incluso la ciencia”, añadió.